14 de diciembre 2015
El maltrato, según el diccionario es cualquier trato que se califique de malo. Puede ser físico, emocional,sexual o psicológico. Es decir, si te empujan, golpean, gritan, insultan, te obligan a hacer algo a nivel sexual que vos no queres, ofenden ohumillan, igual te están maltratando.
El maltrato no es algo que es estático, es una interacción que va evolucionando. Generalmente, se va poniendo peor con el tiempo. El maltratador es generalmente más extremo y cruel y la maltratada se va sintiendo cada vez más indefensa.
Esta sensación de indefensión que siente la maltratada, este sentimiento de no poder defenderse es aprendido. ¿Donde se aprende? Generalmente, en casa. Es el famoso “hay que aguantar”.
Este “hay que aguantar” se transmite de madres a hijas por generaciones. Puede ser que últimamente, por las campañas de educación, las mujeres estén más conscientes de que no es lo que deben de transmitir a sus hijas. Las mujeres se dan cuenta de su sufrimiento y no desean lo mismo para sus hijas y entonces les aconsejan hacer exactamente todo lo contrario de lo que ellas hacen: “no hay que dejar que un hombre te trate mal”, “no hay que aguantar”, “nunca dejés de seguir tus sueños por un hombre”, “no permitás que un hombre te diga palabras hirientes”.
Lamentablemente, los hijos siguen nuestro ejemplo y no nuestras palabras.
¿Y entonces, qué hacer? Pues disponerse a hacer algo diferente para cambiar nuestra propia vida. Esto para intentar disminuir el impacto que va a tener nuestro ejemplo en el futuro de nuestros hijos.
Si no logra hacerlo sola, busque ayuda profesional.
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