21 de octubre 2015
Redactar y calcular en forma simultánea es un método de enseñanza y aprendizaje para desarrollar en forma equilibrada las habilidades lingüísticas y matemáticas. Al promover la escritura y el cálculo matemático en forma conjunta o simultánea, los usuarios que empiezan desde muy jóvenes con este método, irán incorporando a su práctica educativa las estructuras lógico-matemáticas que le permitirán aprender una nueva competencia.
Esta nueva competencia, aunque persigue un desarrollo equilibrado, no descarta que los usuarios puedan dar más énfasis a los temas de la lengua o las matemáticas. No se trata de disponer de un software que permita insertar funciones matemáticas, sino de desarrollar la fluidez de escribir y calcular, de razonar y representar gráficamente los temas mientras creamos textos argumentativos. Se trata de reunificar lo que los programas de oficina han separado y desarrollarlos como dos procesos simultáneos, que con la práctica se convierten en un solo proceso.
Este método propuesto en mi próximo libro para desarrollar en forma equilibrada nuestra capacidades lingüísticas y matemáticas, tiene como objetivo que los usuarios o estudiantes puedan escribir, plantear problemas, formularlos en términos lógico-matemáticos, resolverlos, representalos gráficamente, y continuar el proceso de razonamiento y escritura en forma fluida y ordenado en el proceso de composición de textos argumentativos.
¿Qué impacto puede tener este método en el desarrollo de nuestras capacidades intelectivas?
¿Qué repercusiones en el desarrollo de la lengua y las matemáticas?
¿Tiene el potencial nuestro cerebro para desarrollar esta competencia?
Si aún en forma aislada, el estudio de la lengua y las matemáticas presentan graves problemas de comprensión, ¿se podría desarrollar una nueva competencia que fusione dos actividades intelectuales en una? Es decir, fusionar los elementos comunes de la lengua y las matemáticas que permitan hacer aplicaciones en las diversas ciencias en la que se requiere desarrollar textos argumentativos.
Jean Piaget, el creador de la psicología genética, decía que el problema central de la enseñanza de las matemáticas consiste en ajustar recíprocamente las estructuras operatorias espontáneas propias de la inteligencia con el programa o los métodos relativos a los campos matemáticos enseñados. Es decir, el reto es cómo enseñar a los estudiantes las formalidades del lenguaje matemático a una mente que por su naturaleza es lógico-matemática, pero no está acostumbrada a un lenguaje formal.
Existe una cierta categoría de alumnos inteligentes, explicaba en su obra Psicología y pedagogía, que pueden dar prueba en otros campos de una inteligencia superior, que fracasan más o menos sistemáticamente en matemáticas. Es difícil concebir que sujetos bien dotados para la elaboración y utilización de las estructuras lógico-matemáticas espontáneas de la inteligencia, se encuentren en desventaja en una enseñanza que se refiere exclusivamente a aquello de lo que se derivan tales estructuras, destaca en otra parte de su obra.
Se ha escrito muchísimo sobre los graves problemas de aprendizaje de las matemáticas y se han desarrollado múltiples métodos unos con más éxitos que otros, pero los problemas de la enseñanza de las matemáticas persisten, y lamentablemente el análisis de su comprensión siempre se centra en las matemáticas, descuidando los temas de la lengua. El método propuesto por mí es sencillo y efectivo: se trata de unir los puntos de intersección entre las dos disciplinas, según el nivel de los usuarios, y desarrollar la nueva competencia de Redactar y calcular en forma simultánea, a través de los procesadores de texto o cualquier otro programa similar de oficina. No se trata, advierto, de disponer de una herramienta que permita sólo insertar ecuaciones o funciones matemáticas, sino de desarrollar la habilidad de utilizar las matemáticas para crear textos argumentativos aplicados a las diversas ciencias, la misma matemática o la lengua.
Esto es crucial más ahora que se habla de muchos artefactos inteligentes como ordenadores o los stmartphone, en donde muchas de las habilidades aparentemente dependen sólo del software. A lo que se debería aspirar es subordinar el software a nuestras necesidades cognitivas y tener una visión de reingeniería cognitiva. Con razón, Jaron Lanier, en su libro No somos computadoras, dice que tratar a los ordenadores como entidades inteligentes y autónomas acaba trastocando el proceso de la ingeniería y que la inteligencia de los ordenadores es función de nuestra creación e interacción con ellos, pero no parece suceder siempre.
Mi propuesta consiste en desarrollar el proceso de escritura y uso de las matemáticas en forma fluida y conjunta con la escritura, de convertir el software con el que trabajamos, en una aplicación que nos permita una práctica permanente de lectura, redacción, cálculo matemático, representación gráfica, diseño y comunicación, es decir, aplicar los saberes necesarios a las tecnologías.
Marco de referencia
Comencemos por explorar algunos conceptos sobre inteligencia y temas relacionados para explorar todo el mundo de posibilidades que existen para el desarrollo de la nueva competencia de Redactar y calcular en forma simultánea.
La American Psychological Association define la inteligencia como la habilidad de comprender las ideas complejas, de adaptarse eficazmente al entorno, de aprender de la experiencia, de encontrar varias formas de razonamiento, de superar obstáculos mediante la reflexión. En su misma definición, establece la posibilidad de que existan diferencias en su ejercicio entre unos individuos y otros, y respecto de las circunstancias donde se produzca esta labor intelectual, que propiciará que unas personas utilicen unos criterios u otros para ejercitar esta capacidad de pensamiento, según cita en Todo sobre el cerebro y la mente, Marta Eugenia Rodríguez.
Esta amplia definición de inteligencia es consistente con la posibilidad real de desarrollar la competencia de Redactar y calcular en forma simultánea, a la que llamaremos, también la Escritura Multiplicada. Este nuevo método, desde luego exige un alto grado disciplina, práctica y creatividad. La inteligencia se puede relacionar con la creatividad, pero mientras que la primera es una habilidad de transformación de una información en conceptualización de una realidad, la creatividad es una operación de nacimiento de realidades no existentes.
Mainstream Science on Intelligence, por su parte, definen la inteligencia como una capacidad mental general, que entre otras cosas, implica habilidad para razonar, planear, resolver problemas, pensar de manera abstracta, comprender ideas complejas, aprender rápidamente y asimilar la experiencia. Mainstream Ciencia de Inteligencia fue es un grupo de investigadores académicos en ámbitos relacionados con las pruebas de inteligencia y su definición en consistente con nuestro planteamiento.
No existe un cerebro predeterminado para el aprendizaje de las ciencias o de las letras, sino una habilidad generada por la estimulación armónica de las inteligencias y por la concurrencia de las emociones que vinculan a un individuo para tener una mayor predisposición para el aprendizaje de las ciencias o de las letras. El sistema cognitivo del cerebro es uno, afirma categóricamente. Además, como hemos visto, el cerebro ni siquiera trabaja con palabras que puedan ser clasificadas de ciencias o letras, sino con imágenes que posteriormente elabora, nos recuerda. Aunque cada materia tenga un patrón de funcionamiento diferente, no existen encéfalos genéticamente predeterminados para un mejor aprendizaje de ciencias o de letras, sino que las funciones específicas del aprendizaje vienen determinadas por un patrón universal de intervención en áreas específicas, enfatiza.
El hecho de que no existe un cerebro predeterminado para las matemáticas o las letras, es también una premisa para concluir que sí es posible desarrollar ambas habilidades –redactar y calcular-- en forma paralela, una meta importante para el desarrollo profesional, especialmente por la razón de que la incomprensión de los temas matemáticos imposibilita a los seres humanos la asimilación de muchos temas de las ciencias naturales y sociales, como Física o Economía, que tienen un alto componente matemático. Promover las ciencias y las letras, las matemáticas y la escritura, desde temprana edad, debe ser indispensable si queremos superar los graves problemas de formación científica y matemática, e incluso de la lengua.
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