22 de junio 2016
Son muchos los profesionales, trabajadores y empresarios que no encuentran el camino para salir del estancamiento. Pasan años sin saber qué camino tomar y son muchos los que caen en la superstición o encuentran la salida en una secta religiosa. O simplemente se dispersan en múltiples trabajos y oficios.
“Debemos aprender a desarrollarnos”, y para eso dice Peter F. Drucker, “tendremos que ubicarnos en donde podamos dar nuestra mayor contribución”.
Y esto es lo que no consiguen muchos jóvenes y adultos, el camino para desarrollarse y que su trabajo se traduzca en un mejor nivel de vida y mayor felicidad.
“Una persona sólo puede desempeñarse a partir de su fortaleza. Uno no puede desarrollar su rendimiento basándose en sus puntos débiles, más aún cuando se trata de algo que no sabe hacer”, afirma Drucker, en uno de los puntos preliminares para aplicarse el feedback, como herramienta de crecimiento y desarrollo personal y profesional.
Y agrega: “La única manera de descubrir nuestros puntos fuertes es a través del análisis de nuestras propias experiencias.”
Su equivalencia en español es retroalimentación, pero creo que el significado es más profundo, pues se trata de un método sistemático de autoayuda personal y que desde luego se puede aplicar a las empresas u organizaciones.
Feedback es la unión de dos palabras inglesas: feed, alimentar y back, regresar. Literalmente sería: “Regresar a alimentar.”
Drucker recomienda que cada vez que usted tome una decisión clave o emprenda una acción clave, escriba lo que espera que ocurra.
Es como escribir nuestras metas y anotar los resultados que esperamos.
Y luego de un tiempo, compare los resultados reales con las que fueron sus expectativas.
El autor de Managament y Nuevas Realidades, reconoce que el análisis de feedback no es algo nuevo. Lo inventó un teólogo alemán en algún momento del siglo catorce, y lo retomaron de manera independiente John Calvin e Ignacio de Loyola unos 150 años más tarde.
Y nos recuerda que el constante análisis de rendimiento y resultados que este hábito explica el motivo por el cual las instituciones que estos dos hombres fundaron, el calvinismo y la orden jesuítica, llegaron a dominar Europa en menos de 30 años. ¿Quién puede dudar del poderío de esas organizaciones?
Si se practica con constancia, este sencillo método le demostrará en poco tiempo, quizá dos a tres años, cuáles son sus puntos fuertes: y esto es lo más importante que usted debe conocer.
En este punto debe enfatizarse que si lo aplica no espere resultados inmediatos, es todo un proceso de disciplina, de feedback.
El concepto recomendado por Peter F. Drucker se asemeja a los análisis de la economía internacional, en el cual se recomienda que un país se debe dedicar a producir aquello en lo cual es más competitivo, de lo contrario sus resultados económicos serán precarios.
Así, si usted se aplica el feedback como método de análisis le indicará los temas para los que no es demasiado competente y le demostrará en qué áreas carece de puntos fuertes y, en consecuencia, no puede desempeñarse. Pero en este punto, me pregunto ¿cuán objetivo podría ser usted en su análisis? ¿Y si no es capaz de ver el bosque, ser lo suficientemente sincero y franco?
En este caso le recomendaría que busque un amigo o ayuda profesional, tal vez un psicólogo o un consejero, de lo contrario, el análisis del feedback será un rotundo fracaso.
El feedback puede ser algo personal e íntimo, o compartido con personas de la cual estamos seguros no va a herir nuestros sentimientos.
Asimismo, el feedback puede ser aplicado a varios niveles de nuestras vidas: en lo profesional, en lo personal o familiar, o a nivel de una empresa u organización.
¿Se podría enlazar el feedback al tradicional método denominado FODA? No veo por qué no, pues incluso a nivel personal no solo tenemos fortalezas y debilidades, sino también amenazas y oportunidades. No obstante, el método del feedback tiene un enfoque más psicológico.
Peter F. Drucker nos recomienda varios pasos:
Primero y principal, concéntrese en sus puntos fuertes. Ubíquese donde estos puntos fuertes puedan producir resultados.
Segundo, dedíquese a mejorar sus puntos fuertes. El análisis pronto le mostrará dónde necesita perfeccionar sus técnicas o adquirir otras nuevas. También le mostrará los baches en sus conocimientos nace con vocación por las matemáticas, pero cualquiera puede aprender trigonometría.
En tercer lugar, descubra si su arrogancia intelectual está ocasionando una ignorancia paralizante, y supérelo. Son muchas las personas (especialmente las que son altamente competentes en determinado rubro) que tienen una actitud despectiva hacia otras áreas de conocimiento, o que consideran que la inteligencia puede reemplazar a los conocimientos. Lamentablemente, enorgullecerse de esta ignorancia puede conducir al fracaso.
En este parte Drucker hace una recomendación muy clara: “Trabaje para adquirir las técnicas y los conocimientos necesarios a fin de sacar el mayor provecho posible de sus puntos fuertes.”
Asimismo, recomienda corregir los malos hábitos: todo lo que usted hace o deja de hacer que pueda inhibir su eficacia y rendimiento. Estos hábitos aparecen en seguida con el feedback.
El autor es director de la Revista Cultura & Economía, que ahora puede adquirir en Amazon.