1 de febrero 2016
Vivimos en la llamada “Era de la Hiperconexión”, el resultado de la expansión global de las Tecnologías de la Información y el uso desmedido de Internet. Así, hemos incorporado en nuestras tareas cotidianas una nueva dinámica: la de permanecer siempre en estado "conectado".
Partiendo de este irrefutable hecho, los usuarios nos convertimos en los nuevos entes del mercado, la política o las causas sociales, y hemos encontrado en Internet el mejor escaparate para proyectar nuestras ideas sobre cualquiera de estos temas.
Como sociedad, enfrentamos nuevos desafíos: violencia de género, disparidades económicas, brecha digital, y peligros como la inseguridad ciudadana, robos, accidentes, entre otros. ¿Pero qué sucede cuando el peligro está latente en nuestra computadora, tablet o smartphone?
Recientemente conduje un pequeño estudio basado en una encuesta sencilla a diferentes usuarios de edades diversas. Lo que descubrí es que alrededor del 40% de los usuarios de Internet y redes sociales en Nicaragua han sido víctimas de ciberacoso, ciber-bullying, suplantación de identidad o hackeo de cuentas personales.
Por lo anterior, es importante saber cuáles son los principales ataques a los que estamos expuestos y qué medidas de seguridad podemos tomar.
1. Las contraseñas: Hay que cambiarlas cada tres meses.
Deben incluir al menos 1 letra mayúscula, 1 número y 1 carácter especial (por ejemplo @=.!), y deben ser únicas para cada cuenta. Además tenemos que evitar contraseñas predecibles como fechas de cumpleaños, nombres de mascotas, o familiares, entre otros.
2. El contenido: Es importante que nos auto-regulemos con el contenido y la información que compartimos de manera pública en las redes sociales. Por ejemplo: evitar fotos con niños, que comprometan nuestra integridad, videos con contenido no apto, información sobre dónde estamos y con quiénes. Todo esto puede ser empleado para fotomontajes, usurpación de identidad o robos en los domicilios. Incluso puede ser utilizado por pedófilos o por redes de Trata de Personas.
3. Red de contactos seguros: Mantener nuestra red conformada por amigos y familiares es clave. Es necesario que no aceptemos solicitudes de amistad de usuarios que desconocemos. Existe una nueva técnica llamada “ingeniería social”. Consiste en que un experto suplante una identidad utilizando la persuasión y manipulación sobre un usuario, con el objetivo de solicitar contraseñas, números de cuentas o correos electrónicos o hacer algún tipo de fraude.
4. Activar funciones de seguridad: una muy básica es crear alertas de inicio de sesión. El objetivo es seamos notificados en el momento en que alguien más intente acceder a nuestro Facebook. Para activarlas:
a. Hacer clic en la opción configuración de seguridad
b. Aparece una ventana con la opción para activar notificación de inicio de sesión
c. Escogerla y elegir una la alternativa de notificación, ya sea por correo electrónico o con un mensaje de texto al teléfono celular
5. Informarnos: como usuarios, es nuestra responsabilidad conocer los riesgos y amenazas en las redes sociales. Estas plataformas hacen con frecuencia actualizaciones en sus funciones de seguridad. Debemos mantenernos al día con esta información y aplicar medidas que permitan tener una experiencia positiva en el mundo digital.
Otras acciones importantes son:
a. Activar cuentas de respaldo
b. Generar códigos para iniciar cada sesión
c. Tener contactos de confianza
d. Verificar el historial de inicios de sesión
Todo lo anterior se encuentra en la sección configuración de seguridad de Facebook.
Estar en Facebook no es una amenaza en sí, siempre que se empleen las medidas requeridas. Como usuarios tenemos la capacidad de hacer nuestras propias reglas y de crear nuestra identidad en la red. Apostemos por una cultura de seguridad en el mundo digital.