26 de febrero 2016
La entrada de este viernes no se trata de un crujiente sándwich de queso, el helado de la fruta de temporada o de la bebida que aplacará los calores de este verano.
Hoy quería contarles a ustedes, mis queridos lectores de Confidencial, que me despido de “Las Verdes y Las Maduras”. Esa fue la marca que distinguió a mi blog todo el año pasado y que escogí con la fe de que se estableciera por mucho tiempo.
Sin embargo, las sorpresas de Internet me llevaron a darme cuenta de que el público masculino busca MUCHO la palabra “maduras”, en motores y redes sociales, para OTROS fines que no son alimenticios, necesariamente.
Fue un golpe duro para la feminista que llevo dentro. No quería rendirme. Quité mis fotos, hice advertencias, eliminé usuarios. Nada rindió fruto. Las búsquedas seguían reproduciéndose como conejos y mi audiencia no era tal porque encontraba alimentos cuando estaba esperando señoras sensuales de cierta edad y “madurez”.
Pero, como todo emprendedor, entendí que era un momento clásico de“persistir o pivotear”. Yo pivoteé.
Enferma, con una sinusitis espantosa, conjuntivitis y sin poder ver las pantallas de mi celular o computador, se pusieron dos neuronas a trabajar y dieron con el nombre nuevo: Comidología. El “.com” estaba disponible y el resto, espero, sea historia.
A ustedes, porque los quiero mucho, les presento en primicia exclusiva el nuevo logo y les dejo, a su vez, la invitación para que me visiten. Habrá refrescamientos en diseño y contenido, pero mantendré la esencia: comer, cocinar, escribir. Para ustedes y por ustedes.