22 de marzo 2024
La feligresa Eva ha vivido sus peores viernes de Cuaresma en 2024: vigilada por los ojos inquisidores de policías uniformados o de civil. “Esa gente le quita la paz a uno”, afirma la nicaragüense, de 55 años, parroquiana de una iglesia de Managua.
La devota católica se ha sentido “incómoda” con la presencia de los policías, que durante los pasados cuatro viernes de Cuaresma se han apostado en los portones principales del templo, para vigilar la entrada y la salida de los feligreses, y teme que el quinto viernes de Cuaresma, este 22 de marzo, no será diferente.
Eva asegura que la presencia policial aumentó desde el Miércoles de Ceniza, conmemorado el 14 de febrero. “Están viniendo más seguido, no sé qué buscan, sólo venimos a participar de la misa y rezar nuestros rosarios como cualquier creyente”, cuestiona.
El acoso policial durante los viacrucis de los viernes de Cuaresma se vive en casi todas las iglesias de Nicaragua. Varios feligreses confirmaron a CONFIDENCIAL la presencia de policías uniformados y otros de civil, que se pasean en los alrededores y, en ocasiones, a lo interno de los templos para verificar —según les dicen—que todo esté en “orden”.
La vigilancia policial es una más de las arbitrariedades de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la Iglesia católica nicaragüense. Después de las protestas ciudadanas de abril de 2018, el régimen ha insultado, encarcelado y desterrado a los obispos y sacerdotes, ha confiscado sus propiedades y congelado sus cuentas bancarias.
“Cada vez que vengo al viacrucis, los policías están en la entrada vigilando. Y cuando estamos rezando o en misa, llegan personas de civil a grabarnos y tomarnos fotos”, relata Eva.
Viernes de Cuaresma y Semana Santa sin procesiones
En total, la dictadura ha prohibido 4800 procesiones durante la Cuaresma y la Semana Santa, incluyendo "procesiones que se realizaron o realizarán en los cuatro viernes de cuaresma, Domingo Ramos y las que se efectuarán directamente en la propia Semana Mayor", asegura la abogada Martha Patricia Molina, quien ha investigado y sistematizado las agresiones contra la Iglesia en Nicaragua.
“Muchas parroquias no realizan todas las procesiones de la Semana Mayor a como habitualmente la hacían (ni afuera ni adentro de los templos), optan por ejecutar otras actividades religiosas como rezo del Rosario o vela de una imagen”, según la autora del estudio Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?
Explicó que a algunas iglesias se les ha permitido realizar procesiones fuera de los templos, pero en otras, a “última hora”, se presenta un agente policial “con una contraorden para que no salgan, bajo amenaza de ser encarcelados”.
Un colaborador de una iglesia en Managua dijo a CONFIDENCIAL que agentes de la Policía llegaron a las oficinas parroquiales para pedir los programas de los viernes de Cuaresma y Semana Santa.
“Desde que empezó el año (2024) piden que se les dé los programas; bien detallados, con fecha, hora y actividad. Se les entrega y se van”, agregó.
Laicos no llegan al santuario de Popoyuapa
Los ataques orteguistas no se han limitado a las iglesias. Un grupo de laicos, originarios de León, fue impedido de llegar hasta el Santuario Nacional de Jesús del Rescate, en Popoyuapa, Rivas, el sábado 16 de marzo.
Los leoneses se organizaron para viajar en tres microbuses —con capacidad para 18 personas cada uno—, que fueron detenidos en más de seis retenes policiales, donde se les amenazó con cárcel “si llegaban a su destino”.
“Todos los años vamos al Santuario. Ese sábado, en el camino, nos detuvieron en varios retenes, donde le preguntaron al conductor para dónde íbamos y al decirles que a Popoyuapa le decían que allá no había nada, pero nos dejaban avanzar”, relató una de las promesantes del grupo.
Al llegar a Rivas, en un último retén se les advirtió que era mejor regresar. “No solo nuestro grupo iba, eran caravanas de buses de todos lados, que van con promesantes. En el último retén nos dijeron que no podíamos avanzar y que si seguíamos podríamos meternos a problemas, para no arriesgarnos nos fuimos a otro lado”, detalló la nicaragüense.