15 de febrero 2020
La recién organizada Asociación de Víctimas de Abril (AVA), que aglutina a personas afectadas de forma directa por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, anunció que se preparan para iniciar nuevas formas de presión por la liberación de los presos políticos, y no descartaron una nueva huelga de hambre.
Cerca de un centenar de víctimas, entre opositores excarcelados, familiares de presos políticos y sobrevivientes de ataques armados de la dictadura, se encontraron en Managua para definir la estrategia a seguir hasta lograr la libertad de al menos 61 encarcelados.
“Próximamente vamos a salir a las calles, estamos por eso organizándonos (…) creo que va a haber una próxima huelga de hambre, nos estamos preparando antes de tiempo”, dijo a Efe la integrante de AVA, Diana Lacayo.
La liberación de los presos políticos está entre las demandas principales de la oposición nicaragüense ante el dictador Daniel Ortega, al que responsabilizan por la muerte, arresto o desaparición de cientos de personas, desde el estallido sociopolítico en su contra, en abril de 2018.
Aunque el régimen Ortega-Murillo ha excarcelado a cientos de opositores en los últimos 12 meses, el arresto, juicios amañados y asedio policial contra disidentes permanecen, y no todos pueden exponer o reclamar sus casos porque no están organizados, según AVA.
Luchar por las víctimas olvidadas
La presidenta de AVA, Grethel Gómez, afirmó que la organización incluye a exiliados, opositores heridos, lesionados o convictos, así como sus familiares, que no pertenecen a los grandes movimientos opositores, como la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia o la Unidad Nacional Azul y Blanco.
“Somos una organización más integral, estamos trabajando por todas las víctimas (…) han sido víctimas del olvido de muchas organizaciones, como los heridos, los lesionados, que muchos están en una cama y no pueden ni integrarse porque no se pueden mover”, explicó Gómez.
La excarcelada María Guadalupe Ruiz, quien pasó cinco meses como la única “presa política” mujer del régimen en 2019, mostró interés en adherirse a AVA.
“A mi mamá le dieron acompañamiento cuando estuve presa, ahora abarcan más (víctimas), tanto a los presos como los excarcelados, están atendiendo todo el proceso integral de las víctimas de abril, estoy pensando en integrarme a AVA porque los presos políticos la están pasando muy mal”, comentó Ruiz.
Un grupo de mujeres dirigentes de AVA realizaron una huelga de hambre en noviembre pasado, que se suspendió tras nueve días debido al deterioro físico del sacerdote Edwin Román que las acompañaba, dentro de la parroquia San Miguel en Masaya a la que el régimen ordenó cortar los servicios de agua y luz, y que fue cercada por policías armados para impedir la ayuda humanitaria.