6 de marzo 2020
Los miembros de la sociedad civil que, durante el 43 periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, denunciaron las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua --incluyendo a la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez-- fueron fotografiados y asediados por el vicecanciller orteguista Valdrack Jaentschke, que con su actitud violó además “todos los protocolos de seguridad” de las Naciones Unidas, y recibió un llamado de atención.
La defensora de derechos humanos relató que el asedio del vicecanciller comenzó luego que éste presentó su informe sobre Nicaragua. “Ostensiblemente, él sacó su celular y desde donde estaba sentado, en el lugar de Nicaragua… se dedicó a tomarnos fotos”, explicó Núñez. Debido a este incidente los organismos participantes tuvieron que solicitar apoyo a dos embajadas en Nicaragua para que les brindaran acompañamiento para su regreso al país.
A criterio de Núñez, el comportamiento de Jaentschke en la ONU fue similar al de los paramilitares del régimen de Daniel Ortega en las calles de Nicaragua. “Fue verdaderamente lamentable porque se exhibió”, dijo. Pero a la misma vez eso permitió que la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, solicitara al presidente del Consejo hacer un nuevo llamado a los Estados a que “dejen de hostigar” a los testigos que llegan a brindar su testimonio al Consejo.
Pese a que Núñez asegura que ella “no hace caso” a los fanáticos del régimen, sí le preocupa la seguridad de las otras personas que denunciaron ante el Consejo de Derechos Humanos.
Solicitan continuar monitoreo de la crisis
Más allá de la exhibición del vicecanciller frente a los organismos de derechos humanos. La presidenta del Cenidh valoró que la crisis nicaragüense se mantiene en la agenda de la comunidad internacional –en parte– porque la alta comisionada mantuvo un monitoreo permanente en el último. Es por esta razón que la delegación de la sociedad civil nicaragüense solicitó al Consejo que extienda el periodo de la resolución que permite a Bachelet dar seguimiento a la situación de Nicaragua.
Para Núñez, el informe oral de alta comisionada fue “bastante exhaustivo”, abarcó todos los sectores que han sido víctimas de la represión, valoró las pocas posibilidades de salida a la crisis y la necesidad que el Consejo la autorice para seguir monitoreando lo que sucede en Nicaragua.
Por su parte, el vicecanciller Jaentschke aprovechó su intervención para descalificar a las víctimas y recordó que el gobierno de Nicaragua desconoció la resolución del Consejo de Derechos Humanos que autoriza a la alta comisionada para monitorear la crisis. “Hubo un momento que a mí particularmente me parecía que estaba hablando de otro país”, relató la presidenta del Cenidh.
Por otro lado, la delegación de la sociedad civil sostuvo un encuentro bilateral con el representante de la Unión Europea en el Consejo de Derechos Humanos, Eamon Gilmore, quien les manifestó su preocupación por la crisis sociopolítica en Nicaragua y reiteró que están agotando el proceso para aplicar sanciones al régimen de Ortega, tal como ya han hecho Estados Unidos y Canadá.