25 de octubre 2023
La Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) avaló el proceso de consultas tardías sobre el proyecto de BioClima, que ejecutó el régimen de Ortega en las comunidades indígenas, a pesar de detectar una serie de “anomalías” durante los procesos de consultas y de votación.
En los informes presentados por el régimen a la Secretaría del Fondo Verde del Clima, del cual la UNOPS fue observador, se evidencia que durante las consultas y asambleas con las comunidades indígenas hubo:
- Limitaciones en el lenguaje porque no se garantizó la traducción para la población mayangna.
- Poco tiempo para que los comunitarios entendieran el proyecto y dieran su aprobación.
- Presencia de fuerzas policiales en las sesiones comunitarias y en los procesos de votación.
- Falta de preparación de los facilitadores o expositores del proyecto.
- Manipulación en el proceso de votación.
A pesar de estas y otras anomalías observadas por la UNOPS, los funcionarios que participaron en las consultas validaron que el proceso fue “de buena fe, transparente, hubo consenso y se brindó información exhaustiva”.
Estos parámetros benefician al régimen de Ortega, quien fue obligado hacer estas consultas por la Secretaría del Fondo Verde del Clima (FVC), como requisito para descongelar el millonario proyecto.
“Lamentablemente la UNOPS se presta a ese juego, que ya veníamos denunciando. Pero no solo eso, sino que dice ser garante de un proceso que supuestamente ha cumplido con todo el procedimiento de consulta libre, previa e informada. Y eso es una falacia porque ni siquiera les compartieron los documentos del proyecto, en su idioma y desde ahí ya no es ni informada”, señala el ambientalista Amaru Ruiz.
Según el experto, quien ha dado seguimiento a las quejas interpuestas contra el proyecto BioCLIMA, no tiene efecto que mencionen las anomalías o las quejas y preocupaciones de los comunitarios, si en la ficha de observación aprueban el proceso de consulta.
“De nada sirven las observaciones que hagan después, si primero dicen que han cumplido con todos los requerimientos”, reitera.
#AbroHilo 1/4 sobre actualizacion del proyecto #BioClima:
— Amaru Ruiz 🐦 (@AmaruRuiz) October 25, 2023
El régimen #OrtegaMurillo presentó informe de la Simulación de Consultas que hicieron con sus propios partidarios en territorios indígenas y afrodescendientes. Fue presentado el día 4 de octubre ante el @theGCF. pic.twitter.com/YA3THG29IV
BCIE obligado a transparentar información
La dictadura entregó a la Secretaría del FVC el informe de consultas y consentimiento, el pasado 4 de octubre de 2023. En el resumen del mismo se detalla que en el proceso participaron unas 5550 personas indígenas y no indígenas, quienes dieron el consentimiento para la ejecución del proyecto.
Ruiz advierte que en el proceso solo fue consultado un 3% de la población indígena. “Eso te muestra que no fue amplia ni fue participativa”.
El informe y sus anexos —donde se incluyen las observaciones de la UNOPS— fueron publicados en la página web del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el órgano acreditado para recibir los fondos ante el FVC.
La divulgación de este es otro de los requisitos que impuso el FVC en julio de 2023, cuando su Junta Directiva decidió congelar el proyecto tras concluir que ni el Gobierno de Nicaragua ni el BCIE cumplieron con las políticas y procedimientos establecidos.
La Junta Directiva fijó un plazo de 120 días para que el Gobierno del FSLN ejecutara un tardío proceso de consultas previas, libres e informadas en las comunidades indígenas, quienes darían el consentimiento para ejecutar el proyecto.
Se espera que, a principios de enero de 2024, la Secretaría del FVC tome una decisión sobre este proyecto.
Ruiz explica que las organizaciones pedirán a la Secretaría que reciba información de los territorios indígenas y de organizaciones que no fueron invitadas a participar para que tomen una decisión informada.
Procesos de votación irregulares
En las hojas de observación, los representantes de la UNOPS retrataron una serie de irregularidades en el proceso de consulta. Según describen, hubo casos en que antes de hacer la votación a favor del proyecto, se le leyó el acta y en esta se decía que había sido aprobada por unanimidad.
“Luego de eso, se procedió a que las personas se pusieran de pie y levantaran su mano en señal de aprobación para la toma de una fotografía. Con esto, lo que se indica es que no hubo un momento propiamente de votación, para aprobar, rechazar o abstenerse, tal como se estipuló en el acta”, detallaron los observadores.
Los representantes también presenciaron momentos en que personas indígenas alzaron la mano para hacer comentarios o preguntas y no se les concedió la palabra. “No es posible identificar si esta acción responde a un acto decidido o un hecho involuntario al no verlo”, señalan.
“Sin embargo, por el tamaño de la sala y la ubicación del moderador/asambleísta participante, es visible si cualquier persona levanta la mano y solicita la palabra”, explican.
Los representantes de este organismo enfatizaron en todas las fichas de observación que, para no influir en las votaciones —como habían alertado ambientalistas—, se debió explicar a la población que la UNOPS y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), quien fue invitado como apoyo logístico, “no son los responsables del proyecto”.
La UNOPS sugirió mejoras en la votación, que incluyen hacer un proceso de voto secreto y no a mano alzada (que además se registra por fotografías como votan las personas) y eliminar la práctica de cuestionar a quienes se oponen al proyecto.
Asimismo, expusieron que durante el proceso hubo confusiones con la entrega de viáticos por alimentación y transporte. “En varias ocasiones las personas manifestaron que este era un pago realizado por el GTI (Gobierno Territorial Indígena) por su participación”. Esto “puede debilitar la libertad con la que las personas participan y su derecho a oposición a quién les presentó un proyecto para su consentimiento”.
Facilitadores desconocían el tema
En las hojas de observación también señalaron que los facilitadores no estaban bien preparados sobre el proyecto. Muchas veces repetían lo que acababan de leer, no conocían algunas terminologías.
Incluso, en momentos en que se ocupó al traductor, de español a miskitu, este “profundizaba más en la explicación que el propio expositor (según el criterio de los traductores y relatoría de BICU), demostrando que estaba en capacidad de hacer una exposición apegada a la realidad y lo definido en el texto a consultar”.
Ruiz, presidente de la cancelada Fundación del Río, también señala que los representantes del Gobierno solo hablaron de las bondades del proyecto, y omitieron por completo las problemáticas de esta población. Fueron ellos, quienes en momentos donde se les dio la palabra los mencionaron.
Indígenas preocupados por violencia
En los reportes de la UNOPS quedaron plasmadas las preocupaciones de la comunidad indígena. Hubo comunitarios que señalaron el riesgo que corren las personas que defienden estos territorios y bosques. En la intervención mencionaron al menos a tres indígenas fallecidos “por tensiones relacionadas con protección”.
Asimismo, se mostraron preocupados por el aumento de colonos en la zona debido a la ejecución del proyecto BioCLIMA.
“Existen problemas de invasión de terrenos, vienen a los territorios hacen promesas, pero no se cumplen. A ustedes (en referencia a personas de Gobierno y donantes) les gusta estar en Managua”, dijeron los comunitarios.
Mientras, otro comunitario reprochó que las autoridades del Gobierno “les gusta estar en Managua”, enfatizando en el olvido hacia los territorios indígenas. “Viene a los territorios hacen promesas, pero no se cumplen”, dijo.