20 de noviembre 2020
Tres hermanos de 22, 15 y 9 años fallecieron en un nuevo deslizamiento de tierra ocurrido en las montañas de Matagalpa, exactamente en el Cerro El Puyú, ubicado entre los municipios de Mulukukú y Waslala. El hecho se ocurrió la noche de este miércoles 18 de noviembre, pero fue confirmado hasta este jueves por el Gobierno, que afirma estaban en busca de sobrevivientes. El martes, en el mismo departamento, ocurrió un deslizamiento que soterró a miembros de seis familias, entre quienes se ha confirmado a una decena de fallecidos.
“Un pastor por la noche, muy tarde nos aviso allá en Matagalpa al compañero diputado Pedro Haslam sobre un deslizamiento en el cerro El Puyú, del lado de Mulukukú en el limite entre Waslala y Mulukukú”, confirmó Rosario Murillo, vicepresidenta, vocera del régimen y esposa de Daniel Ortega.
Según Murillo, la familia vivía a orillas del río El Puyú, y permanecieron ahí pese a las lluvias causadas por el huracán Iota, que impactó como huracán mayor la noche del lunes, entrando a suelo nicaragüense en el Caribe Norte, hasta degradarse a tormenta tropical en su trayectoria hacia Honduras.
"La casa fue arrasada por el río, ahí se habían quedado y entonces perdieron la vida", dijo Murillo.
La vocera justificó que en su monólogo del mediodía no informó del incidente "porque estábamos incluso allí en el lugar, nuestro Ejército, Policía, compañeros de la Alcaldía, buscando los cuerpos y sobre todo viendo y atendiendo a los sobrevivientes”.
Los fallecidos son: Pedro José Blandón Reyes, de 22 años; Adonis Blandón Reyes, de 15 años, y Sayda Sugey Blandón Reyes, de 9 años.
Al deslizamiento sobrevivieron el padre Arlen Blandón, la madre Perfecta Reyes y Arelys Blandón Reyes, de 20 años.
El deslizamiento en el Macizo de Peñas Blancas
Según Murillo, en el Macizo de Peñas Blancas, este jueves, también continuaron las labores de rescate, pues aún se encuentras desaparecidas Flor López Aráuz, de 38 años y Heyzell Otero López, 19 años.
En la zona del Macizo de Peñas Blancas, el Gobierno bloqueó el acceso a medios independientes, alegando que era una zona de seguridad. Sin embargo, sí permitió el paso de los medios afines a su propaganda.
Las seis familias que fueron soterradas por un deslave en el Macizo de Peñas Blancas, en Matagalpa, sabían que vivían en una zona con alta tendencia a sufrir un alud en época de lluvia. Sin embargo, en los más de 25 años que tenían vivir en ese lugar, habían salido ilesos, hasta que, el 17 de noviembre, la tragedia llegó producto de las lluvias del huracán Iota.
“La noche del 16, llovió 95 milímetros. Al día siguiente, en la finca (donde trabajan 10 miembros directos de las víctimas) no se trabajó. Solo andaban los muchachos dando vueltas. Entonces, como a la 1:00 p.m, el jefe de finca me llamó y me dijo que desde las seis de la mañana a la una de la tarde habían caído como 100 milímetros de lluvia. Entonces, estás hablando que cayeron 230 pulgadas de agua en menos de 30 horas, eso afectó y (provocó que) la roca enorme se zafara”, relata Henry Hueck, cafetalero de la zona y presidente de Ramacafe, en entrevista durante el programa Esta Noche.
La roca se desprendió desde lo alto de la montaña y arrastró la tierra y vegetación con la que soterró a las familias. El deslizamiento habría alcanzado una longitud de entre 600 a 700 metros y unos 200 metros de ancho, según comentaron a Hueck los lugareños. El alud se extendió por unos tres kilómetros, hasta concluir en el sector Los Roque, ubicado en la comunidad San Martín de Peñas Blancas.
Persisten riesgo y exhortan a acatar evacuaciones
El director de la Cruz Roja Nicaragüense, Auner García, aseguró también en Esta Noche que, la decisión de los ciudadanos que habitan en zonas de peligro, de acatar las orientaciones para su evacuación es determinante para no tener que lamentar un mayor número de muertes.
“Uno de los grandes puntos con el que Cruz Roja valora el proceso de evacuación, es que la gente acató las orientaciones de las autoridades municipales. Eso fue muy importante, y sigue siendo importante que la gente acate las orientaciones y acceda a la evacuación. Es por eso que hasta este momento, no estamos lamentando pérdidas humanas en el Caribe Norte”, aseguró.
Si bien se reportan muertes en Jinotega, Matagalpa, Wiwilí y Bonanza, pero en Bilwi, “donde entró el huracán e impactó fuertemente, no tenemos pérdidas humanas hasta el momento. Esto es un buen indicador que la gente acató las alertas de las autoridades locales, para hacer el proceso de evacuación, articulado con las instituciones de respuesta, en este caso Cruz Roja Nicaragüense”, detalló.
El agrometeorólogo del Centro Humboldt, Agustín Moreira, alertó, por su parte, que Nicaragua todavía tiene riesgo de sufrir más deslaves e inundaciones como consecuencia de las lluvias porque, además de que los suelos se encuentran saturados, la temporada de huracanes todavía no ha terminado y podría extenderse hasta el mes de diciembre.
“Tenemos un frente frío localizado al frente del Golfo de Honduras que disminuirá las temperaturas, tenemos tres ondas tropicales, dos en el Caribe y una en las Antillas Menores, pero este día jueves está ingresando una onda tropical, generando posibles lluvias para el fin de semana y esto nos viene a causar más riesgos. Continuarán los deslaves y los ríos que no han bajado sus caudales (podrían desbordarse). Podrían haber más catástrofes en los próximos días”, advirtió Moreira.
Estos fenómenos naturales también agravan su impacto por el despale indiscriminado que se da en el país, explicó. Ese despale, en conjunto con la saturación de los suelos, provoca deslaves como el del Macizo de Peñas Blancas y el Cerro El Puyú, de Mulukukú, ambos en el departamento de Matagalpa, en el norte del país.