7 de octubre 2023
La persecución de la dictadura orteguista contra la Iglesia católica nicaragüense abarca todo el territorio nacional. No obstante, el régimen se ha ensañado con nueve parroquias, a las que ha sometido a robos, profanaciones y mayor vigilancia policial y paramilitar. Esta situación ha provocado, en algunos casos, el exilio de sus párrocos.
CONFIDENCIAL realizó un recuento de los templos más asediados y castigados por el régimen, basándose en la IV entrega del Informe Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?, que sistematiza 667 ataques contra la institución religiosa, desde abril 2018 a agosto 2023.
Cuatro de las Iglesias más atacadas están en la ciudad de Masaya, y las restantes cinco se encuentran en Managua, Jinotepe, Diriomo, Matagalpa y Madriz.
El listado se obtuvo por la sumatoria de ataques registrados en la investigación de la abogada Martha Patricia Molina. Aunque, en algún momento, la mayoría de parroquias nicaragüenses han sido víctimas de actos represivos.
Algunas agresiones han respondido a momentos de la coyuntura social y, en otros casos, el asedio ha sido permanente. Asimismo, con el cierre de las cuentas bancarias por supuesto lavado de dinero contra la Iglesia, todas las parroquias fueron afectadas directamente.
1- Catedral De Managua (20 ataques)
La Catedral Inmaculada Concepción de María, ubicada en el corazón de Managua, es el templo más atacado por policías, paramilitares y fanáticos del Frente Sandinista. La catedral refugió a decenas de estudiantes de turbas orteguistas el 20 de abril de 2018, cuando los universitarios protestaban por una reforma a la Seguridad Social.
Sus paredes fueron pintadas en múltiples ocasiones con mensajes de odio contra los sacerdotes y la Iglesia católica.
El patrullaje es constante en torno al templo, ya que al imponerse el estado policial de facto los nicaragüenses aprovechaban el patio de la catedral para continuar protestando contra el régimen. Por tal razón, la Policía arreció sus acciones intimidatorias, al extremo de prohibir el ingreso al templo, como pasó el 18 de mayo de 2019 —en esa semana ocurrió el asesinato en prisión del preso político Eddy Montes—.
Las turbas orteguistas atacaron a monjas y sacerdotes de la catedral y se tomaron el templo a la fuerza por unas horas. Después se marcharon en un episodio de violencia registrado en noviembre 2019.
El 31 de julio de 2020, un explosivo provocó un incendio que calcinó la imagen de la Sangre de Cristo, en la capilla del mismo nombre. La Iglesia calificó el acto como un “atentado terrorista”, mientras el régimen orteguista minimizó el hecho y la Policía descartó mano criminal, justificando el origen del incendio en una supuesta combinación de vapor de alcohol y temperatura.
2- Parroquia San Miguel Arcángel, Masaya (once ataques)
Las paredes de la iglesia San Miguel Arcángel tienen huecos provocados por impactos de balas, producto de los brutales ataques policiales contra los manifestantes en Masaya. La parroquia protegió a decenas de ciudadanos, víctimas de agresiones policiales y paramilitares. El templo se convirtió en un espacio seguro para orar y pedir por una Nicaragua libre.
En su interior, las madres de presos políticos y los familiares de las víctimas mortales de la masacre orteguista durante la Rebelión Cívica en 2018, recordaban a los suyos en misas presididas por el sacerdote Edwing Román, exiliado en Estados Unidos.
El templo vive bajo constante vigilancia de policías y paramilitares. De todos los ataques, el más feroz fue la incomunicación, aislamiento y amenazas, al que fue sometido el padre Román junto a madres de presos políticos durante una semana, en noviembre de 2019, después que las mujeres iniciaron una huelga de hambre en la parroquia, para demandar la libertad de sus hijos, presos políticos.
El padre Román se exilió en agosto de 2021 a Estados Unidos, tras amenazas de cárcel. Antes fue golpeado físicamente y agredido verbalmente por el comisionado general Ramón Avellán, subdirector de la Policía, quien estuvo a cargo de la represión en Masaya.
3- Parroquia San Juan Bautista, Masaya (siete ataques)
La iglesia a cargo del padre Harving Padilla sufrió uno de los principales ataques en noviembre de 2019, cuando turbas del Frente Sandinista intentaron profanar el templo y agredir a la feligresía que participaba de una misa. Los católicos se refugiaron dentro de la parroquia, mientras los fanáticos en complicidad policial permanecían asediando afuera. La misa fue celebrada a puerta cerrada.
El segundo ataque, en mayo de 2022, fue directamente contra el párroco Padilla, quien estuvo sitiado por diez días en la propia casa cural, con las calles que llevan al templo bloqueadas por la Policía y amenazado de cárcel. En ese entonces, el sacerdote fue trasladado hasta el Seminario La Purísima por una comitiva especial de la Arquidiócesis de Managua.
Padilla se exilió, en septiembre de 2023, tras dieciséis meses y ocho días de permanecer recluido en el seminario.
4- Catedral de San Pedro Apóstol, Matagalpa (siete ataques)
La catedral a cargo del obispo Rolando Álvarez, preso político del régimen y condenado a más de 26 años de cárcel, registró varios momentos de asedio. El 3 de julio de 2019 un grupo de paramilitares invadieron el templo gritando consignas partidarias contra la Iglesia y, más recientemente, vecinos se quejaron del bullicio provocado por las ferias orteguistas en torno al templo.
En 2022 la vigilancia policial en Matagalpa fue una constante a raíz del confinamiento del obispo Álvarez junto a otros seis religiosos y un laico. La intimidación no ha cesado en esa diócesis, que según el estudio es la que registra el mayor número de ataques, después de la Arquidiócesis de Managua, con 144 agresiones.
La Diócesis de Matagalpa está integrada por 28 parroquias y 16 sacerdotes asignados a cubrir esa zona han tenido que salir del país debido a las amenazas en su contra.
5- Parroquia San Jerónimo, Masaya, (seis ataques)
La Policía ha centrado los ataques contra el templo de San Jerónimo en el contexto de las fiestas patronales, que inician con la bajada del santo patrono de los masayas, San Jerónimo. Desde 2022 la imagen no ha realizado su recorrido tradicional por prohibición policial.
Mientras, policías manga celeste y antimotines se encargan de asediar las homilías propias de esa festividad de piedad popular.
Antes que arreciara el asedio policial, el recorrido de la imagen era aprovechado por algunos feligreses para cargar banderas azul y blanco, símbolo de la lucha cívica.
6- Parroquia Santa Catalina de Alejandría, Catarina, Masaya (cinco ataques)
La casa cural de la parroquia Santa Catalina de Alejandría en Catarina, municipio de Masaya, reportó un robo en 2018, y en distintos momentos hubo profanación, asedio y acoso policial.
La última agresión fue el 1 de enero de 2023, cuando San Silvestre, santo patrono del municipio, no pudo realizar su tradicional recorrido.
7- Parroquia Santiago Apóstol, Jinotepe, Carazo (cuatro ataques)
La iglesia refugió a jóvenes que protestaron en Jinotepe en abril de 2018. Turbas del FSLN profanaron y robaron al templo. El sacerdote Juan de Dios García, entonces párroco del templo, sufrió asedio y, en 2022 la Dirección de Migración y Extranjería le impidió ingresar al país.
El 7 de julio de 2023 el tradicional tope de santos en honor a Santiago Apóstol fue en el atrio del templo.
8- Parroquia Cristo Rey, Telpaneca, Madriz (cuatro ataques)
El principal ataque contra esta parroquia ha sido la prohibición de procesiones, según la sistematización de hostilidades contra la Iglesia católica.
9- Santuario Diocesano Nuestra Señora de Candelaria, Diriomo, Granada (tres ataques)
Los ataques contra el Santuario están referidos a la prohibición de la procesión de la Virgen de Candelaria y a la restricción del uso de pólvora. Así como la orden policial de que el templo se cerrara a las 8:00 p. m. durante la celebración religiosa del 13 de enero pasado.