7 de abril 2023
La exrea de conciencia y activista, Tamara Dávila, finalmente pudo encontrarse con su pequeña hija este Jueves Santo de 2023, luego de un año y 8 meses de estar separadas, tras ser secuestrada por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo el 12 de junio de 2021.
En redes sociales circularon imágenes del emotivo encuentro, en las que se mira a Dávila llorando por la felicidad de poder abrazar a su pequeña hija luego del tiempo en que no pudieron estar en contacto personalmente.
Dávila compartió un mensaje de agradecimiento por medio de las redes sociales, principalmente al Gobierno de Estados Unidos, por sus gestiones para propiciar el encuentro.
"El día de hoy jueves, 06 de abril, a las 8pm, finalmente pude rencontrarme con mi hija en libertad, después de un año y 8 meses de estar separadas. Agradezco profundamente al Gobierno y pueblo de Estados Unidos por facilitar este reunificación, que espero pronto llegue para todas las familias de personas excarceladas políticas. Agradezco la compañía, la solidaridad y el cariño de todas las personas que han luchado por nuestra libertad y la reunificación familiar", cita el mensaje de Dávila.
Dávila formó parte del grupo de 222 presos políticos excarcelados y posteriormente desterrados por la dictadura en un vuelo a Estados Unidos. El 29 de marzo de 2023, estuvo presente en la sesión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), para compartir su duro testimonio sobre los 606 días que estuvo encarcelada en la cárcel del Chipote.
“Durante más de 80 días no supe nada de ella (de su hija), ni del resto de mi familia. Ellas tampoco supieron nada de mí… esa fue la peor tortura que sufrimos. ¿Habrán secuestrado a mi hija? ¿La habrán enviado a un orfanato?”, expresó con voz entrecortada Dávila durante su intervención, que se logró gracias a que Chile cedió su espacio en el plenario de la OEA.
“Tengo 48 días en libertad, pero aún no me reencuentro con mi niña, que todas las noches reza junto a su abuela pidiendo que le entreguen el papelito para poder viajar y encontrarse conmigo y para nunca más volverse a separar de mí. La dictadura mantiene rehenes a nuestras familias en Nicaragua. Hijos e hijas los intimida, los vigila, impidiendo ahora hasta la salida de muchos de ellos para nuestras reunificaciones”, detalló durante su intervención.
La pequeña hija de Dávila fue testigo presencial del violento arresto de su madre, que incluso fue golpeada por las agentes policiales que irrumpieron con fuerza en su casa.
"Pese a que me encontraba en algún sentido preparada para ser detenida, pues estuve sometida a vigilancia y asedio por meses, mi detención fue muy violenta para mi hija y para mí. Pese a que abrí la puerta y expresé que me entregaría, los policías rompieron el portón a patadas, asaltaron la casa y desconectaron las cámaras de seguridad. Oficiales mujeres me golpearon hasta sangrar y me subieron a rastras a una patrulla", relató Dávila durante su intervención ante los representantes de la OEA.