29 de abril 2020
Los datos del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo sobre la pandemia del coronavirus en Nicaragua contrastan amplíamente con un incremento de las denuncias de casos no admitidos, el secretismo que se mantiene sobre las pruebas realizadas, y el tratamiento de los "casos sospechosos", de quienes el Gobierno no detalla su estado y seguimiento. A casi mes y medio desde la confirmación del primer caso positivo de coronavirus en el país, el Gobierno ha confirmado 13 casos positivos y unos 70 "sospechosos". En contraste, organizaciones independientes como el Observatorio Ciudadano COVID-19 reportan más de 300 casos y las denuncias siguen en aumento.
Hasta la mañana de este 29 de abril, el Gobierno mantiene los 13 casos positivos, con tres fallecidos y siete recuperados, aunque uno de quienes el Minsa había dado por "recuperado" fue luego uno de los tres fallecidos días después, sumando dudas sobre el rigor de los datos sobre covid-19. En paralelo, el Minsa maneja un conteo de suma y resta de "casos sospechosos", que día a día mantiene en menos o más de una decena, pero que a la fecha son casi 70 personas.
El Comité Científico Multidisciplinario de Nicaragua alertó este martes de la necesidad de contar con información “real” sobre la covid-19, como requisito “imprescindible” para proteger a los médicos y demás personal sanitario, así como transparentar el impacto de la pandemia ante la población.
Datos oficiales sobre covid-19 cuestionables y escasos
El Ministerio de Salud (Minsa) únicamente informa el “seguimiento cuidadoso y responsable” de estos casos sospechosos. Médicos y especialistas en temas de salud afirman que el término no forma parte de la literatura médica universal.
A su vez, los comunicados del Minsa con los datos sobre covid-19 en Nicaragua son cada día más escuetos y ambiguos, hasta el punto que reconocidos infectólogos y epidemiólogos no saben si estas personas estarían en un hospital o en sus viviendas con medidas de distanciamiento social.
El Minsa ha omitido la información sobre el estado de salud de estas personas en “seguimiento cuidadoso y responsable” que comenzó a mencionar el 22 de marzo, cuando reportó los primeros cinco casos. Nueve días más tarde, el 31 de ese mes, el Minsa agregó a sus comunicados el término “recuperado y en resguardo domiciliar”, por lo cual se deduce que cada uno de los "casos sospechosos" habrían estado hospitalizadas en algún momento.
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Términos no existen en literatura médica
Los términos "seguimiento cuidadoso y responsable” o “recuperado y en resguardo domiciliar” son leídos en cortos comunicados oficiales del Minsa, y repetidos en el monólogo diario de la vicepresidenta Rosario Murillo, vocera y esposa de Daniel Ortega. A golpe de teléfono, Murillo controla la información oficial y ejerce la administración pública y la respuesta oficial sobre la pandemia.
"Todo esto, gracias a Dios, gracias a la voluntad, el compromiso, la dedicación, en amor cristiano, de los trabajadores de la Salud y las redes comunitarias de salud de todo el país. Nosotros agradecemos a Dios por tener el Ministerio de Salud que tenemos y el modelo de salud familiar, comunitario, de presencia directa, con el que todos los días tratamos de cumplir a nuestro pueblo, haciendo lo mejor posible, con sentido de misión cristiana", dijo Murillo este martes para reiterar que el Gobierno no confirmó ningún nuevo caso en la jornada.
El infectólogo Carlos Quant sostiene que el lenguaje utilizado en los comunicados del Minsa “es bastante confuso” y “cuesta interpretar lo que quiere decir” además de ser “muy escuetos”.
Tal situación, hace que “mi interpretación puede ser distinta a la interpretación de otros colegas” porque “ese no es el lenguaje que utilizamos universalmente los médicos”, subraya el especialista.
También el epidemiólogo Leonel Argüello comenta: "Yo no los interpreto porque todo lo que pueda interpretar va ser producto de mi imaginación, simplemente no les entiendo".
57 sospechosos de covid-19 habrían sido dados de alta
A pesar de la falta de claridad en los comunicados del Minsa, con su serie de sumas y restas, CONFIDENCIAL contabilizó que desde el 31 de marzo hasta el 26 de abril, un total de 57 personas "sospechosas" de covid-19, pasaron de “seguimiento cuidadoso y responsable” a “recuperados y en resguardo domiciliar”, según los datos de covid-19 que da el régimen.
El epidemiólogo Leonel Argüello define los contactos como las personas que estuvieron a menos de un metro de distancia del portador del virus, durante al menos 15 minutos, y que pudieron haberse contagiado a través de las secreciones respiratorias o bien tocado superficies contaminadas con el coronavirus, por lo que insiste en la necesidad del distanciamiento social.
Este 26 de abril, el Minsa reportó que 15 personas están en “seguimiento cuidadoso y responsable”. La información –sin embargo– fue descontinuada el lunes 27 de abril, cuando las autoridades sanitarias se limitaron a afirmar que se dará seguimiento “a toda personas que lo amerite”.
Urgen datos reales sobre covid-19 en Nicaragua
La información confusa del Minsa llevó al Comité Científico Multidisciplinario de Nicaragua a alertar de la necesidad de contar con información “real” sobre el covid-19, como requisito “imprescindible” para proteger a los médicos y demás personal sanitario, que están en “primera línea” para enfrentar la pandemia.
“Es imprescindible que el personal de salud conozca la situación real a la que se enfrenta. Debe analizarse diariamente la información epidemiológica y de servicios, tanto la que se registra en la propia unidad de salud como la que se produce en otras unidades del territorio y a nivel nacional”, indicó el Comité, compuesto por científicos médicos y de otras especialidades.
Los datos oficiales contrastan con los del Observatorio Ciudadano, que monitorea todas las denuncias de la población, que reporta al menos 316 casos sospechosos en su último informe.
La importancia del seguimiento
El doctor Carlos Quant recordó que el seguimiento a los contactos “es una recomendación universal” que se aplica cuando se tiene una infección. Estas personas deben permanecer en vigilancia durante 14 días “porque ese es el periodo de incubación de la enfermedad”, en ese periodo buena parte de los contactos podría enfermarse y contagiar a más personas.
En otros países “les toman muestras a los contactos para ver si están infectados con covid-19 o no”, explicó. Sin embargo, las autoridades de salud de Nicaragua ocultan la cantidad de pruebas de covid-19 que han realizado y se han limitado a decir en sus comunicados que han aplicado las pruebas “a las personas que lo ameritan”.
El Minsa ha dicho también que está monitoreando por teléfono a los contactos que no han requerido hospitalización. “Les hacen recomendaciones sobre el lavado de manos, les hacen una llamada telefónica, les preguntan si han tenido algún síntoma, hasta ahí no más”, criticó el doctor Quant. Mientras que en el resto de Centroamérica a los contactos de las personas infectadas “se les recomienda estar en su casa, evitar el contacto con otras personas, mantener el distanciamiento social, el lavado de manos y se realiza muestreo a estas personas”, comparó el médico.
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