22 de abril 2021
En Tipitapa, "Ramón" gastó 14 000 córdobas para comprar un tanque y una bomba que le permitan tener agua potable durante las más de 18 horas al día en que no hay agua en su barrio, incluso el servicio no llega del todo a su casa, a pesar de que siguen pagando un recibo de agua potable a Enacal.
"Fue un gasto considerable, que no estaba programado, pero tuvimos que hacerlo y al menos tenemos la posibilidad de pagarlo, pero uno no deja de pensar ¿cómo estarán haciendo las personas que no tienen para costear algo así? Nosotros le hemos dicho a algunos vecinos que si algún día necesitan agua y nosotros podemos darles un poco, pueden pedirla", relata Ramón.
En la ciudad de Managua, la familia de "Carmen", no tiene capacidad de comprar un tanque, ellos se apoyan de varios barriles que deben llenar para poder tener agua durante el día para limpiar la casa, lavar los trastes, bañarse y lavar ropa. Ellos viven en el Reparto Schick, y el agua llega a las tres de la mañana durante unas tres o cuatro horas.
"Carmen" dice que en ese barrio la situación hace 10 años era peor porque tenían agua potable cada dos días, pero el hecho de que el agua llegue en las madrugadas altera el sueño de la familia que debe pasar al menos durante una o dos horas llenando todos los recipientes para poder volver a dormir.
"Imaginate ahí en la casa hay que levantarse temprano, estar despierto desde la madrugada para poder recoger agua y en caso que no puedan (recoger), ya sea porque se duerman y no logren levantarse temprano, se quedan sin agua . No pueden lavar los trastes, la ropa y hasta para cocinar y tomar . Así que es bien complicado hay que desvelarse para poder recoger agua", se queja "Carmen".
La situación se extiende a todo el territorio nacional. La expresidenta de Enacal, Ruth Selma Herrera, afirma que el tema de la distribución de agua es muy complicado en el país, principalmente porque hay una "falta de mantenimiento preventivo y correctivo a los sistemas de agua". Esto significa que la empresa distribuidora atiende las averías solo cuando se presentan, y no mediante un plan que les permita prever incidentes. De hecho, hay averías que simplemente atienden hasta varios días después de haber sido reportadas.
Ese sería el problema clave, pero Herrera agrega que en el territorio nacional hay pozos que tienen hasta 20 o 30 años de estar funcionando y algunos le quitan presión al agua para poder ser distribuida a la población o se derrumban y agregan sedimentos.
"El sistema de Masaya es uno de los más nuevos, sin embargo, la gente se queja de que no hay agua, llega sucia o llega con arenilla. ¿Esto qué significa? Que en alguna parte de la tubería se dañó, y esto no se reparó rápido, no se limpió. O puede ser que estén captando agua de pozos que tienen un nivel de sedimentación que se está trasladando al agua", ejemplifica Herrera.
Población crece y rezaga inversión
El crecimiento poblacional es otro de los problemas que existe, explica la especialista. La población está creciendo a un ritmo que deja rezagada la inversión que hace Enacal y para distribuir agua en los barrios nuevos, la empresa debe quitarle el servicio a otros barrios. Así, pues, para lograr que en algunos barrios como el de "Carmen", el agua llegue en la madrugada, hay otros sectores que se quedan sin servicio durante esas mismas horas.
"Cuando el Gobierno construyó Villa Dignidad y Belén, agarraron dos pozos del campo de Las Mercedes que abastece la zona noreste de Managua y le metieron agua a esas dos vías y le restaron capacidad de abastecimiento a Managua", relata la expresidenta de Enacal.
Herrera calcula que una familia pequeña puede llegar a consumir unos 15 metros cúbicos de agua por minuto. Eso significa que un pozo de unos 800 galones por minuto permitiría darle agua por 24 horas a unas 180 familias, pero en la medida que esa población se expande, el pozo pierde capacidad.
En el caso de las urbanizadoras, Herrera explica que deben hacer un pozo por cada 400 casas que construyan, sin embargo, algunas duplican la cantidad de casas por cada pozo, lo que dificulta que haya un abastecimiento adecuado.
Más pozos no significa más agua
Pero ¿construir más pozos solucionaría el problema? El director del Centro Humboldt, Victor Campos cree que no. Por ejemplo, Campos dice que Ticuantepe abastece "una parte importante de Managua y Ticuantepe mismo a veces no tiene agua".
"Abrir mayor cantidad de pozos lo que hace es agudizar el problema porque se extrae más sin que haya suficiente recarga. Y hay que tomar en cuenta que la zona de recarga de Managua es donde están creciendo las nuevas zonas residenciales; el área de Sábana Grande hacia el sur. Entonces toda esta parte con urbanización se ha hecho sobre una cuenca que debería estar protegida", explica Campos.
Campos asegura que hay suficiente para abastecer a la población, porque nominalmente hay agua para todos los nicaragüenses, pero asegura que de las aguas superficiales que hay en el país, el 90% va para el Caribe, mientras que solo el 10% va para el Pacífico.
"Esto con las malas prácticas y los efectos del cambio climático está tendiendo a deteriorarse muy rápidamente. El otro tema es la calidad, porque hay bastante volumen, pero de mala calidad y este es un proceso que se profundiza cada día por la aplicación de agroquímicos, la actividad minera grande y pequeña también están deteriorando la calidad del agua. Y eso hace que su distribución en el territorio nacional no sea la más homogénea", explica Campos.
En 2020, Hora Cero, un grupo de investigación e incidencia, publicó un informe titulado Un país desigual: el agua y covid-19 en Nicaragua. Según datos arrojados por ese trabajo, el 80% del agua que se produce en el país es utilizada para riego en agricultura, el 14% tiene uso industrial, y un 6% es destinada para consumo humano.
"De acuerdo al informe publicado en el 2017 por Global Water Partnership, la distribución del agua en el año 2011 fue la siguiente: se extrajo un total de 1545 km³de agua, de los cuales el sector agrícola usó 1185 km³, es decir, un 76% del total de las extracciones; de estos 1185 km³ utilizados por el sector agrícola, 1 110 km³ se usaron para riego y 0.075 km³ se destinaron al sector ganadero", cita el informe.
Pero incluso ese 6% de agua que llega a la población no está distribuido de forma equitativa, porque fuera de la temporada de verano, la cobertura del agua en zonas urbanas es del 70%, mientras que en las zonas rurales es del 30%.
Prueba de ello es la situación de "Carmen", que a pesar que vive con su familia en una zona urbana en la ciudad de Managua no logra tener agua potable de forma continua durante el día y a pesar de eso, debe pagar entre 200 y 300 córdobas mensuales por el servicio a Enacal.
Los pobladores aprovechan para quejarse del mal servicio que se extiende a todas las zonas del país. En redes sociales, algunos mostraron su malestar en sus localidades con la publicación que hizo CONFIDENCIAL titulada: “¡Es una exageración!”: El reclamo de usuarios por el alza injustificada en sus facturas de agua.
Un usuario desde Matagalpa dijo que en el municipio de Terrabona, desde que inició la reapertura de un centro recreativo que hizo la Alcaldía no amanece agua potable por las mañanas, "ya que tienen prioridad para poner a llenar la piscina con la única bomba de agua potable que abastece al pueblo, que es para el consumo humano y hasta que terminan ponen la bomba para abastecer al pueblo".
Otro poblador de Managua dijo que "en Carretera Sur, (pasan) días enteros sin agua y ¡el recibo llega doble! Cada mes consumo más agua según Enacal pero cada mes pasó al menos 15 días sin agua. ¿Cómo es eso?", se pregunta.
"Recuerdo aquellos tiempos cuando el recibo salía a 80 córdobas. Ahora con el buen gobierno pago 500 y pésimo servicio todo el día sin agua", rememora otro poblador, mientras que al Sur del país "en el (barrio) Pedro Joaquin, Rivas nunca hay agua es una barbaridad".