18 de junio 2016
Después de ser deportado de Nicaragua, el estudiante Jobany Torres Becerra pudo ver a sus familiares y amigos la madrugada del viernes 17 de junio al llegar a Zacatecas, México.
Torres estuvo detenido durante doce días en la Dirección de Auxilio Judicial de la Policía Nacional, y luego fue juzgado y declarado culpable por haber aparentado su desaparición, para dañar la imagen del gobierno del comandante Ortega.
El caso de Torres ha generado más preguntas que respuestas y en México dudan sobre la versión oficial nicaragüense. Al llegar a su destino, el joven mexicano fue presentado ante los medios de comunicación locales en Zacatecas y se retiró, nuevamente, sin decir una palabra sobre lo que en realidad sucedió durante esos días de angustia.
Rubén del Pozo, director de la Unidad Académica de la Tierra de la Universidad Autónoma de Zacatecas, dijo al diario La Jornada, de México, que Jobany sufrió una injusticia, que no cometió un delito y jamás fingió su desaparición. “Debemos entender que él seguramente estaba sometido a una presión interna definida por la lejanía de su familia. La circunstancias truenan en un determinado momento y él opta por venirse a su casa y no mide consecuencias”, declaró el académico.
Del Pozo agregó que, sin bien es cierto la empresa donde realizaba pasantías Torres Becerra cumplió un protocolo de seguridad al reportarlo a las autoridades como desaparecido, no existe justificación para que lo hayan tratado con fuerza.
“Cuando lo encuentran, interceptan su celular donde aparecen llamadas y mensajes que son de alarma. Mensajes que dicen que lo quieren matar, que lo vienen persiguiendo, y cuándo le preguntan quiénes son, él se niega y tratan de sacarle la verdad y cómo, pues no nos extraña, la tortura, no los convence, lo golpean demasiado, lo incomunican y lo presentan días después, cuando no resisten la presión de la prensa local e internacional”, continúa Del Pozo.
Luis Ángel González Rivas, compañero de Torres Becerra, explicó que el trabajo que debían realizar en Nicaragua era elaborar un proyecto y desarrollarlo, sin embargo, aseguró que existe cierta presión en la carga de trabajo y a eso se suma la sensación de estar fuera del país.
“Imagino que fue un bloqueo emocional porque él quería regresar a México, estar con su familia. Mientras realizábamos el trabajo decía que se le complicaba un poco, se le notaba que estaba desesperado, fuera de lugar”, mencionó González Rivas.
Silencio total
“Él viene un tanto nervioso, un poco enfermo, pero va a pasar a una sala donde le harán un reconocimiento médico, para certificar su estado y ver si requiere una atención especial”, aclaró Jaime Santoyo, Secretario General de Gobierno.
El estudiante mexicano solo estuvo unos momentos frente a los medios de comunicación, pero no ofreció ninguna entrevista.
El gobernador Miguel Alonso Reyes, mencionó que el juicio que se le realizó a Torres Becerra fue injusto, y tuvo que someterse a lo que le indicaron las autoridades judiciales de Nicaragua, las cuales dijo, se extralimitaron.
“Jobany actuó con entereza y valentía, y esperemos que ahora que regrese nos pueda dar más detalles. Será un tema que corroboraremos, pero nos sentimos orgullosos de este joven estudiante zacatecano”, apuntó Alonso Reyes al diario La Jornada.