12 de febrero 2023
Durante una emotiva misa que concelebraron el sábado 11 de febrero en la parroquia San Marcos Evangelista en Maryland, Estados Unidos, sacerdotes que fueron desterrados por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, pidieron continuar orando por el obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, pero también por Nicaragua que “tiene hambre de Dios”.
El padre Ramiro Reynaldo Tijerino Chávez presidió la celebración religiosa en la que pidió oraciones por los 222 presos políticos que fueron desterrados el pasado 9 de febrero. También ofreció la eucaristía por las familias que quedaron en Nicaragua y por el obispo Álvarez, de quien dijo “el Señor le está dando esa fuerza y valentía para seguir proclamando el Evangelio allí, en esas circunstancias”.
El padre Óscar Danilo Benavides Dávila, originario de San Isidro, Matagalpa, y párroco de la parroquia Espíritu Santo en Mulukukú, Diócesis de Siuna, en el Caribe Norte, leyó el Evangelio. Mientras que la homilía la hizo el padre Sadiel Antonio Eugarrios Cano, segundo vicario de la catedral San Pedro Apóstol en la ciudad de Matagalpa.
“No hay que tener miedo. Hay que dar testimonio de nuestro bautismo”, dijo el padre Sadiel en la homilía, recordando la proclamación del salmista: “Tu eres Señor nuestro refugio”.
“Los más de 200 nicaragüenses que hemos venido a este país, venimos con mucha incertidumbre, a buscar refugio en familias, gente buena que nos ha recibido con un corazón tan ensanchado, tan grande, buscando consuelo, porque lastimosamente el mal se ha apoderado de algunos corazones que necesitan conversión y debemos orar por la conversión y la salvación de las almas, no por la condenación”, señaló el padre Sadiel.
Ayuno eucarístico forzado
Mientras tanto, antes de la bendición, al final de la misa, el padre Ramiro contó a los asistentes que fue hasta el viernes 10 de febrero que pudieron ir a la capilla de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos y celebrar una misa y “después de seis meses pudimos cortar ese ayuno forzado… estar con hambre es feo y más cuando el pan que se necesita es el pan de la eucaristía”.
“Fortaleza teníamos, mis hermanos, allá en El Chipote”, relató el religioso, contando que tenían que hacer una comunión espiritual, ante la imposibilidad de hacerlo sacramentalmente y “el Señor nos alimentó”.
El padre Óscar fue apresado el 14 de agosto de 2022 en Mulukukú y llevado directamente a El Chipote.
Mientras que los sacerdotes Tijerino y Eugarrios, así como el padre José Luis Díaz, el diácono Raúl Vega, los seminaristas Darvin Leiva y Melkin Centeno, además del reportero gráfico Sergio Cárdenas, fueron forzados a un encierro en la residencia Episcopal de Matagalpa con monseñor Álvarez desde el 4 de agosto y el 19 de ese mismo mes fueron llevados a El Chipote.
Caer de rodillas
“Nos sacaron a la fuerza a las tres de la mañana”, recordó el padre Ramiro.
“El segundo día iba a interrogatorio y cuando ya me regresan a la celda, son unas literas de cemento, una losa, cuando entré me llamó la atención que había una bolsita de pan y un jugo. Dije yo, quién me habrá traído esto y pensé: ‘no puede ser otra persona más que mi madre (Mayra Chávez)’, y en ese momento me imaginé a mi madre, afuera, así como estaba cuando estaba también preso su nieto (Manuel) en 2018. Y estábamos afuera, precisamente en El Chipote, con mi hermana. Ahí pasamos en el portón… me acompañaron sacerdotes y esa vez también llegó monseñor Rolando Álvarez) a celebrar una misa afuera de El Chipote. Entonces yo me imaginé a mi madre afuera y no pude contener las lágrimas. Caí de rodillas, lloré como lloraron pues mis hermanos…”, relató.
Texto original publicado por Mosaico CSI