6 de agosto 2024
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La Policía Nacional confirmó la destitución y baja deshonrosa del jefe de escolta presidencial de Daniel Ortega, comisionado general Marcos Alberto Acuña Avilés, horas después que CONFIDENCIAL informara que la medida fue ordenada por la vicepresidenta y esposa de Ortega, Rosario Murillo, el 24 de julio de 2024.
Acuña, después estar al servicio de la seguridad personal de Ortega durante más de 25 años, es señalado de desobedecer "flagrantemente órdenes superiores, poniendo en riesgo la seguridad ciudadana", según la nota de prensa policial.
"En consecuencia y de conformidad a lo establecido en la Ley 872 (Ley de la Policía Nacional) y sus reformas se le impuso baja deshonrosa y será juzgado por el delito de incumplimiento de deberes, desobediencia e insubordinación", indica la institución.
Acuña era parte del equipo policial de seguridad de Ortega desde los años 90, y desde el 10 enero de 2007 se convirtió en el jefe de la escolta presidencial. En 2014, fue ascendido al grado de comisionado general a través de un Acuerdo Presidencial que también ascendió en grado a Justo Pastor Urbina, Juan Ramón Gámez Morales, José Esteban Guido Espinoza, y Julio Cesar Paladino Roiz.
Fuentes vinculadas a la Policía Nacional confirmaron a CONFIDENCIAL que la caída de Acuña, ordenada por Murillo, se produjo después “que tuvo una discusión con la vicepresidenta” el 24 de julio, en torno a una situación y un tema que no pudieron identificar.
Un exfuncionario del Gobierno de Ortega describió al comisionado general Acuña como “un oficial muy profesional, de trato educado y respetuoso, con dedicación total a él, no a ella”.
Entre 2007 y 2010, Acuña logró ser ascendido a subcomisionado, comisionado y posteriormente a comisionado mayor. De acuerdo, al diario La Prensa esos tres ascensos debieron costarle al menos 15 años de servicio en la institución, pero fue premiado por su lealtad a Ortega.
Tensión entre Rosario Murillo y Alberto Acuña
Fuentes vinculadas a la Policía Nacional revelaron que en los últimos meses eran visibles las “relaciones de tensión” entre Murillo y el comisionado general Acuña.
La misma noche de su destitución, Acuña fue internado en el Hospital Carlos Roberto Huembes, que atiende a la Policía Nacional, “para que lo estabilizaran, porque se le había subido la presión”. Desde entonces permanece incomunicado en el hospital, custodiado por oficiales de la Policía Nacional.
Mientras en la Secretaría del Frente Sandinista en El Carmen ya ha sido seleccionado el nombre de su sustituto en el cargo, en una institución policial que está intervenida por el partido de Gobierno.
En la nota de prensa sobre la destitución de Acuña se insiste que la Policía Nacional "es un cuerpo armado, que se rige bajo la más estricta disciplina de sus miembros, sometidos al cumplimiento de la ley, fundada en la jerarquía única y en la disciplina de sus mandos y personal".
La exorbitante seguridad de Ortega y Murillo
Un reportaje de CONFIDENCIAL, publicado en febrero de 2018, reveló cómo ha aumentado el aparato de seguridad destinado para Ortega y Murillo, que se triplica para sus salidas durante fechas especiales, como el aniversario de la Revolución cada 19 de julio.
El texto describió que para una salida que Ortega y Murillo realizaron desde El Carmen hacia la iglesia Hossana, a una distancia de unos 8.5 kilómetros, hubo una media de tres agentes cada 200 metros para resguardar el paso de la caravana presidencial.
Es decir, que en ese operativo dedicaron unos 40 puestos de vigilancia, equivalentes a un aproximado de 120 agentes en total. Además, a la cifra se debía sumar el total de agentes de tránsito apostados en cada semáforo de ese trayecto para detener el tráfico al momento del paso presidencial.
Una fuente policial relató a CONFIDENCIAL que en esos recorridos hay agentes de policía encubiertos, vestidos de civil, y los llamados “Camisas Azules”, un grupo paraestatal y con reconocimiento de la Policía Nacional, que ha estado también a cargo de la seguridad de Ortega y Murillo.
Ese año, antes de las protestas de 2018, la Policía tenía previsto ejecutar “802 planes de aseguramiento y protección al presidente y vicepresidente de la República” y el Presupuesto General de la República de ese año detallaba que para “Protección de Personalidades” fueron destinados 211 322 888 córdobas.
“Protección a Personalidades” está dentro del presupuesto de la institución policial y su función es, según el documento oficial, “determinar cronogramas de eventos y actividades del presidente, vicepresidente, y miembros de Poderes del Estado”.
Sin embargo, no detalla el dato específico destinado para la seguridad de Ortega y Murillo en particular. El presupuesto para "Protección de Personalidades" para este 2024 es de 231 393 062 córdobas, según el Presupuesto General de la República.
