11 de abril 2018
El Gobierno perdió 72 horas valiosas para hacer frente al incendio que ya ha devorado 5 200 hectáreas de selva en la Reserva de Biosfera Indio Maíz, lo que equivale a 52.7 kilómetros cuadrados, dijo Víctor Campos, director del Centro Humboldt en el programa Esta Noche. Ese tiempo perdido fue “clave” para poder controlar el incendio, pero la falta de actuación temprana hizo que el siniestro se saliera de control y de las manos de las autoridades, que no han podido sofocarlo. El ambientalista no solo crítica la respuesta tardía del Gobierno, sino la forma poco transparente en la que han manejado la emergencia. En esta entrevista recomienda mayor capacitación, apertura, inversión en prevención y más apoyo a la protección de nuestros bosques porque de continuar el nivel de depredación actual, en 25 años Nicaragua se quedaría sin selvas, advierte. “Nos estamos desangrando como país desde el punto de vista ambiental”, dice Campos.
¿El incendio ha afectado el núcleo de la reserva?
Sí. Comenzó en el Refugio de Vida Silvestre. Ahí existe un menor nivel de restricción de desarrollo de actividades humanas. Ahí es donde vive la población, donde se permiten actividades de pesca.
La Reserva Biológica Indio Maíz, se supone que es una reserva que no debería de ser tocada. Esa es la diferencia fundamental. Comenzó en la parte del refugio, pero está el 50% en el núcleo de la reserva.
Más allá de este incendio y de la alarma e indignación que ha creado a nivel nacional. ¿Cómo catalogan la situación de los recursos naturales en Nicaragua?
Hay alguna cantidad importante, aún, de recursos naturales, pero la velocidad con que se están destruyendo es demasiado rápida. Por ejemplo, se ha hablado del caso de Bosawás y del caso de la Reserva de Biósfera del Sureste, y de acuerdo al último estudio del uso del suelo que realizamos entre 2011 y 2016, fue mayor la cantidad de áreas deforestadas en la Reserva de Biósfera de Río San Juan. Aunque el país y la opinión pública estuvieron preocupados por Bosawás, en el Sureste se avanzaba de manera decidida en la disminución de la cobertura boscosa en esos años.
¿Si continuamos con ese ritmo de depredación, cuánto tiempo durarían nuestros bosques y selvas tropicales?
Ese siempre es un cálculo difícil de hacer, porque normalmente se asigna una interpretación lineal de eso. Quedaría al ritmo de 130 000 hectáreas que se están deforestando al año en el país y a una tasa de deforestación del 5%. El futuro no es muy halagador. Estaríamos hablando –nunca estos cálculos son exactos– de alrededor de 20 y 25 años. Ya la frontera agrícola llegó al Caribe. En Laguna de Perlas uno encuentra actividades típicas de Boaco, Chontales y Matagalpa. O en Siuna, Rosita, son territorios llenos de ganadería y potencial y recursos naturales del país se han visto afectados.
¿Si la sociedad y las autoridades no hacen nada, podríamos quedarnos sin bosques en una generación?
Sin duda. Me parece que esto tiene que ver mucho con el modelo de desarrollo. Se han dado niveles de crecimiento económico, de 4.5 por ciento del PIB, pero este crecimiento económico se ha hecho con un alto costo ambiental. Esto hay que tomarlo en cuenta. Además, está mal distribuido. Quienes han aprovechado la cuota de recursos naturales para el desarrollo de actividades económicas, el resultado de estas, ha ido a parar a pocas bolsas. O sea, nos estamos desangrando como país desde el punto de vista ambiental y los recursos que se generan a partir de estos, realmente no son bien distribuidos y van a parar a pocas manos.
¿Cómo cataloga la respuesta del Gobierno ante este desastre que ha acabado más de 5000 hectáreas en Indio Maíz?
Es insuficiente. Poco transparente. Este no es un problema del Gobierno. Indiscutiblemente tienen la responsabilidad de ponerse al frente de las tareas, pero esta es una responsabilidad de cada uno de los nicaragüenses, particularmente los que viven en esa área. En Nicaragua ocurre una situación bastante particular. El Sistema Nacional de Áreas Protegidas no es nacional. La mayor parte de ese incendio está ocurriendo en territorio Rama y Kriol, que tienen su título de propiedad y son legítimos dueños. Entonces, realmente esto está ocurriendo dentro de un área protegida, pero dentro del patrimonio del pueblo indígena Rama y Kriol, que debería de ser un aliciente para enfrentar esto, en defensa para conservar los valores culturales de la zona.
La respuesta oficial del Gobierno fue tímida. No hubo mucha información. Se tardaron tres días para informar a la opinión pública de lo que estaba sucediendo. ¿Crees que esos tres días fueron claves para lograr detener este incendio?
Sin duda. Todos saben que la acción temprana puede ayudar a evitar que se alcancen las magnitudes a las que llegó este incendio. Realmente estas 72 horas iniciales fueron claves para poder controlar el incendio, pero se perdió el tiempo y se escaló a niveles en los que se salió de control y de las manos de las autoridades del Gobierno y pobladores.
El Gobierno envió más de 1 000 soldados del Ejército a trabajar para sofocar el incendio. ¿Está el Ejército de Nicaragua preparado para hacer frente a un siniestro de esta magnitud?
No, definitivamente no. No hay preparación, ni los medios porque en esta parte es importante mencionar que faltan medios para combatir. Se suponía que Sinapred debería tener planes contingentes para poder enfrentar este tipo de asuntos. Lo que miramos es que no es así. El ejército va a hacer esfuerzo, pero no están en capacidad de controlar.
Hay dos cosas que quisiera mencionar de acuerdo a las características de la zona. Este tipo de incendio es muy poco frecuente. La cantidad de incendios ocurridos en esta zona, casualmente por los niveles de humedad, es muy poco frecuente que ocurran. Nosotros hicimos comparación del mismo periodo del año pasado con respecto a este, y hubo un incendio un poco más al norte en la parte sur de Bluefields. Nada más en toda la época seca.
Ahora se ha presentado una cantidad innumerable de incendios que hace pensar que si son las condiciones naturales o hay algo que los está provocando.
¿Se puede investigar cuáles son las causad de este siniestro?
Debería y es una de las cosas que estamos pidiendo. Que se averigüe y se castigue a los responsables si los hubiera. Nos parece que no puede ser que ocurra un incendio de esta magnitud y que no pase nada. Si alguien lo está provocando debería ser puesto ante las autoridades, y en eso el Código Penal en Nicaragua establece de cuatro a ocho años para una persona que prenda fuego a un sitio boscoso.
¿Qué podemos aprender de lo que ha sucedido y está ocurriendo con la Reserva Indio Maíz?
En primer lugar la prevención. Está claro que es una cuestión cíclica la de los incendios, se producen todos los años y no vemos que se actúa con celeridad y urgencia. Son planes que debieron estar preparados a finales del año pasado antes que comenzará la época seca o en el inicio.
Otra es que el país no está capacitado, que necesitamos desarrollar como país capacidad para enfrentar este tipo de fenómenos.
Otra cosa, que este es un asunto que debe ser enfrentado por la sociedad en su conjunto y no debe de ser solo verse como acción de Gobierno sino una acción de conjunto de todos los sectores, y que debe hacerse un plan de restauración ambiental en la zona.
Y tener mucho cuidado, porque se especula que hay intereses de desarrollar actividades económicas en esta zona. A nosotros no nos consta, pero ojalá no sea cierto. Si es así, este sería el pretexto perfecto para decir que ya que se arruinó hay que sacar provecho. Ojalá que esto no esté en la mente de quienes están detrás de esto.
Hay una zona muy cercana a esta región donde hay intereses foráneos para la construcción en algún momento de un Canal Interoceánico. Un proyecto que quedó como fantasma, cuya propiedad está en manos de un extranjero.
Esta es una zona de influencia de la ruta del Canal. Y en los estudios de evaluación de impacto ambiental presentado por la empresa que contrató Wang Jing, establecía el desarrollo de acciones de protección en esa zona. Se supondría que el Canal estaría protegiendo esta zona, pero todos sabemos que este ha sido un proyecto muy mal manejado desde todo punto de vista y que no podemos estar confiando de lo que los voceros de esta empresa y del Gobierno dicen del proyecto.
¿Qué se está haciendo de parte de las autoridades nacionales para proteger estas reservas naturales?
Primero, si lo llevas al tema de la reserva, muy poco. La prioridad que establece el Gobierno para los temas ambientales en general es poca, cuando tenemos un Ministerio del Ambiente que tiene menos del uno por ciento del presupuesto general de la república. Esto hacia abajo tiene el mismo comportamiento.
Además hay leyes específicas que no se están cumpliendo. Hay una ley para las reservas, casualmente se ajustó una vez que la Unesco la decretó como Reserva de Biósfera. Hay una legislación para esto donde se establece una comisión especial y se establece la participación de las municipalidades y los pueblos indígenas para un manejo colaborativo de los distintos sectores.
Hay una comisión nacional donde se establecen los niveles de coordinación, pero no se reúne desde el 2007. Tiene once años. Lo que tiene el presidente Ortega, desde que inició su mandato, no se ha realizado ni una sola reunión. Mientras no se activen las municipalidades, que son las que están más cerca del problema y son las que pueden actuar con mayor rapidez y facilidad, va a ser difícil encontrar espacios de colaboración que permitan manejar de manera racional estas áreas protegidas del país que son tan importantes.
Denuncia ante relator de la ONU
Presentan carta ante autoridades de ONU y UNESCO por desastre que afecta a Indio Maíz
Organizaciones de la sociedad civil y movimientos ambientalistas de Nicaragua, presentaron una carta que enviarán a John Knox, relator especial sobre la cuestión de las obligaciones de derechos humanos relacionadas con el disfrute de un medio ambiente sin riesgo; Victoria Lucía Tauli, relatora especial sobre los derechos de los pueblos indígenas, y Michael Worbs, presidente del consejo ejecutivo de la Unesco, respecto a la grave situación ambiental que vive actualmente la Reserva Biológica Indio Maíz.
“A pesar de los esfuerzos que se están realizando, consideramos que la respuesta brindada (por el Gobierno) ha sido insuficiente, tardía, sin celeridad debida y un silencio por parte de las instituciones de Estado. A pesar de los ofrecimientos de países vecinos como Costa Ruca, el Gobierno de Nicaragua no acepta los mismos, aun cuando es evidente que no hay capacidad nacional para detener el incendio”, dice parte de la carta que firmaron las diez organizaciones y alianzas.
En la carta las organizaciones solicitaron hacer un llamado al Estado de Nicaragua para que actúe consecuentemente y haga uso de todos los medios posibles para detener de inmediato la catástrofe, además solicitaron que el Gobierno mantenga informada a la población nicaragüense sobre lo que sucede en la zona del incendio, por la vía de todos los medios de comunicación.
“Hacer un costeo del daño causado, elaborar un plan de restauración y resarcir los derechos a las comunidades nativas de dicha reserva… que esto siente un precedente tanto en la reserva Indio Maíz, como en otras partes del país donde hay incidencia de estos delitos”, reza el documento.
El científico Jaime Íncer Barquero, exministro de Marena, lamentó lo que está sucediendo con Indio Maíz y manifestó que, de continuar las invasiones e incendios en las áreas protegidas, lo que heredarán las nuevas generaciones será una Nicaragua devastada.
“Por todos lados hay incendios. Ya basta de echarle la culpa al cambio climático. Sí es cierto que hay un componente humano para penetrar y saquear los últimos recursos forestales que nos quedan en Nicaragua”, expresó Íncer Barquero.
Ejército detiene a ambientalistas
*Les prohiben realizar excursión para determinar el daño en Indio Maíz
La mañana del martes representantes de varios grupos ambientalistas tenían la intención de partir desde El Castillo hasta San Juan de Nicaragua, para realizar una visita a la zona del incendio en Indio Maíz. Se trasladarían en una embarcación de Fundación del Río y con antelación habían solicitado el zarpe de las autoridades navales.
Sin embargo, antes de salir hacia su destino, las autoridades les informaron que no podían realizar el viaje porque el Ejército de Nicaragua había establecido una zona de seguridad, por lo que no se podía avanzar hasta la zona afectada.
En un comunicado el Ejército de Nicaragua estableció una zona de seguridad en coordinación con la Policía Nacional, en la zona de Indio Maíz. La información indica la delimitación que tiene como objetivo garantizar la protección de las personas y las familias, además de facilitar a las fuerzas y medios, la transportación y movilización en el Río San Juan y el litoral Caribe.
“Por lo antes expuesto, se le avisa a la población nicaragüense y en especial a los que habitan en los sectores aledaños atender las señales preventivas de, seguridad, y recomendaciones que se den a conocer”, dice parte del informe.
A pesar de que se les negó el ingreso a los medios de comunicación independientes y a los miembros de los movimientos ambientalistas, bajo el argumento de este comunicado, los canales de televisión afines al Gobierno, si están dentro de la zona, transmitiendo lo que sucede en aquel lugar.