10 de diciembre 2020
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El año 2020 no ha sido complaciente con los pueblos indígenas de Nicaragua. A los efectos de los huracanes Eta y Iota se suman los asesinatos provocados por colonos que buscan apropiarse de las tierras indígenas. El último caso es el de un joven de 18 años llamado Michael López Rivera, que murió a machetazos por un conflicto de propiedad.
Según un comunicado del Centro de Asistencia Legal a los Pueblos Indígenas (Calpi), el asesinato ocurrió el pasado seis de diciembre en la comunidad Nawahwas, territorio Mayangna Sauni Bu, en la Reserva de Biósfera de Bosawás. Con él ya son 13 indígenas asesinados a manos de colones durante todo el año, lamentan.
Una de esas muertes fue la del líder Mayangna Nacilio Macario, quien murió a manos de un grupo de colonos el pasado 14 de noviembre mientras se encontraba cuidando una propiedad para que no fuera ocupada.
El Observatorio para la Protección de los Defensores de los Derechos Humanos, hizo un llamado en ese entonces al Estado de Nicaragua para garantizar la protección de física y psicológica de las personas y comunidades defensoras de los derechos de los Pueblos Indígenas, pero hasta el momento no hay acciones concretas que mejoraran la situación.
"Hay mucho miedo"
Según información de la coordinadora de Calpi, María Luis Acosta, los indígenas están dando muy poca información de los hechos que ocurren en las zonas afectadas por la invasión de colonos que desde el año 2015 han incrementado así como las agresiones a los territorios indígenas.
"Ellos no quieren dar más información porque tienen miedo. Me dijeron que el único nombre que querían poner era el del fallecido porque no querían represalias. Allí no hay Policía, no hay orden y no hay ninguna oportunidad para ellos", explicó Acosta.
A la cifra de hombres asesinados por la invasión de colonos, se suman cinco personas heridas, según los reportes del Centro. Uno de esos cinco quedó parapléjico, mientras que a otro le tuvieron que amputar una pierna. También hay otras dos agresiones y dos secuestros de niñas miskitus, dice el reporte.
"Estos colonos llegan y pretenden apoderarse de tierras y los amenazan y se mantienen en zozobra. No todos los ataques son divulgados porque hay ataques donde no hay ningún muerto y viven ellos en zozobra permanente porque las autoridades no responden", dijo Acosta.
Covid-19 afecta doblemente a indígenas
Los ataques han incrementado todavía más, desde el registro del primer caso de covid-19 en el país, según el comunicado emitido en noviembre pasado por el Observatorio y eso ha provocado el desplazamiento de al menos 30 familias de la comunidad Sagni Laya, en la reserva de Bosawás.
Pero sumado a esto, la situación de inundaciones de muchas comunidades indígenas también provoca incertidumbre entre las poblaciones que temen un brote de covid-19, sumado a las otras enfermedades que se están registrando como el dengue y la malaria.
"Los líderes, autoridades y miembros de las comunidades indígenas Mayangna y miskitu denuncian que, actualmente, además de los cruentos ataques de los colonos de los cuales están siendo víctimas, la destrucción de sus viviendas, la pérdida de las cosechas y del ganado, así como la contaminación del agua para consumo humano dejados por el paso de los huracanes Eta y Iota, se encuentran también amenazados con su exterminio. Esto por la vulnerabilidad en la que se encuentran por la falta de alimentos para los próximos meses, y la propiciación al contagio de la covid-19 por la subida de las aguas de los ríos", continúa el comunicado de Calpi.
Además, el documento refiere que por el momento muchas de estas comunidades no han recibido apoyo estatal para lidiar con todos los males que los aquejan, principalmente aquellos relacionados a la falta de alimentos para su subsistencia y asistencia para la reconstrucción de sus viviendas.
