26 de febrero 2023
El régimen de Daniel Ortega inauguró este sábado 25 de febrero la Universidad de Ciencias Policiales “Leonel Rugama” en el Centro Tecnológico Camilo Ortega, ubicado en el barrio indígena de Monimbó, uno de las zonas más reprimidas durante la Rebelión de Abril de 2018, tras levantarse contra la dictadura de Daniel Ortega.
Ante un auditorio nutrido de policías de diferentes especialidades, la Comisión Nacional de Educación, integrada por el Ministerio de Educación, el Tecnológico Nacional (Inatec), el Consejo Nacional de Universidades (CNU), y la jefatura policial, representada por el comisionado general en retiro, Horacio Rocha- también asesor en seguridad con rango de ministro de Daniel Ortega- y el comisionado general, Jorge Cairo Guevara, director de la Academia de Policía Walter Mendoza, lanzaron cuatro programas en modalidad virtual, dirigido a efectivos policiales.
El primero es el programa de formación técnica y tecnológica “Angelita Morales Avilés”; el Instituto de secundaria en línea, “Georgino Andrade”; y la Universidad de Ciencias Médicas y Enfermería “Doctor Julio Briceño Dávila”, que tienen como objetivo capacitar a más de 630 oficiales de Policía, según medios afines al Gobierno.
La inauguración de esta oferta académica se realizó en marco del 45 aniversario de la insurrección de Monimbó contra la dictadura somocista, el 26 de febrero de 1978. En ese sentido, la vicepresidenta, Rosario Murillo, señaló el pasado miércoles 22 de febrero de 2023 que la universidad policial lleva el nombre de Leonel Rugama- exguerrillero sandinista-, cuyo grito “resuena todavía en nuestros corazones, y resonará siempre: ¡Que se rinda tu madre! porque aquí no se rinde nadie. Aquí no pudieron. Aquí no podrán. Aquí estamos llenos de patria (...)”, expresó.
Esta universidad brindará la licenciatura en Ciencias Policiales, Licenciatura Policiales con mención criminalística, Licenciatura en Ciencias Policiales con mención en seguridad y accidentología vial, Licenciatura en Ciencias Policiales con mención en prevención, seguridad Ciudadana y humana, enumeró la presidenta del CNU, Ramona Rodríguez.
Estos programas de formación fueron lanzados un poco más después de un mes que el régimen orteguista detuviera al comisionado general Adolfo Marenco Corea, exsubdirector de la Policía Nacional, revelando “fisuras” en el círculo de “confianza y lealtad” de Daniel Ortega y Rosario Murillo, según la socióloga, Elvira Cuadra, experta en temas de seguridad.
El encarcelamiento de Marenco en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como El Chipote, “marca un hito” en la relación de la pareja presidencial y la Policía, ya que les advierte a los demás mandos policiales que, lo ocurrido con el exsubdirector, “le puede suceder a cualquiera”, señaló en enero la especialista.
Fortalecer el adoctrinamiento policial
Desde la perspectiva de la opositora, Ivania Álvarez, estos programas educativos dirigidos a policías plantean un adoctrinamiento ideológico, con el objetivo de formar a “profesionales apegados al régimen, que lo defiendan y estén comprometidos con el modelo de la familia Ortega- Murillo”, consideró.
Las valoraciones de Álvarez coinciden con el discurso de Ramona Rodríguez, quien señaló que la nueva universidad busca "garantizar el profesionalismo de la Policía Nacional formando aspirantes y oficiales de policía integrales con competencias científico-técnicas y tecnológicas, con ética, vocación de servicio a la comunidad, comprometidos política e ideológicamente con el modelo revolucionario".
Por su parte, Álvarez explica que la Policía también enfrenta dificultades en reclutar más agentes por convicción, ya que en la mayoría de casos, especialmente, en el campo, los jóvenes se integran a la institución no por servir a la comunidad, sino por asegurarse un trabajo y un salario. Otro de los problemas que enfrenta la institución, que ha sido señalada de cometer crímenes de lesa humanidad, es la enorme corrupción que ha llegado a sus más altos mandos.
El opositor Juan Diego Barberena, considera que el régimen busca "distorsionar la memoria histórica", suprimiendo los hechos relacionados a la rebelión de Monimbó en 2018, pero destacando la gesta histórica de 1978 contra otra dictadura. "Es la distorsión de las narrativas históricas de la memoria colectiva sobre lo que ha acaecido en la historia reciente del país”, expresó.
Masaya es una de las ciudades del país que vive bajo constante vigilancia policial en sus barrios y a través de patrullas policiales. Para Álvarez, que esta nueva Universidad de la Policía esté en Masaya implica que el régimen reconoce el sitio como un "bastión de lucha" y sabe que para cambiarlo debe iniciar por los jóvenes, garantizando que no exista ningún tipo de rebelión nuevamente.