2 de septiembre 2022
Monseñor José Leonardo Urbina Rodríguez, de 51 años y párroco de la iglesia Perpetuo Socorro de Boaco, fue condenado a 30 años de cárcel por los supuestos delitos de abuso sexual y violación contra una menor de 14 años.
La sentencia fue impuesta por el juez orteguista Edén Enrique Aguilar Castro, del Juzgado Tercero Especializado en Violencia contra la Mujer, quien lo declaró culpable, el pasado 26 de agosto, en un juicio secreto que duró dos días.
De acuerdo a la sentencia, el religioso deberá cumplir la pena en el Sistema Penitenciario de Tipitapa, conocido como La Modelo, hasta el 12 de julio de 2052.
En Nicaragua, por ley, la pena máxima es de 30 años, excepto cuando la persona sea condenada por delitos graves y concurran circunstancias de odio, crueles, degradantes, humillantes e inhumanas, que por su impacto causen conmoción, rechazo, indignación o repugnancia en la comunidad nacional, y se les aplica pena de prisión perpetua.
Urbina es el segundo sacerdote condenado por la dictadura desde el primero junio pasado cuando se recrudeció la persecución del Estado contra los religiosos. El primero de ellos fue Manuel Salvador García, párroco de la iglesia Jesús de Nazareno de Nandaime, a quien declararon culpable de agredir a una mujer. Sin embargo, ella se retractó de sus acusaciones en el proceso y terminó siendo objeto de la saña del Estado que la procesó por “falso testimonio”.
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo impidió el derecho a contar con un abogado defensor privado a monseñor Urbina. El juez orteguista designó a la defensora pública Jennifer Elieth Hernández Granera, como su abogada de oficio, pese a que el 22 de julio, tras admitir la renuncia de su primer defensor privado, dejó abierta la posibilidad de nombrar una nueva defensa privada.
El abogado Yader Morazán detalló, a través de sus redes sociales, que la “condena recayó sobre tres hechos”. Dos calificados como abuso sexual, ocurridos en diciembre de 2021 y enero de 2022, que tienen como pena 12 años individualmente; y el último calificado como violación a menor de 14 años, con pena de 25 años.
Según la sentencia, la condena recayó sobre 3 hechos. Los 2 primeros calificados como abuso sexual, ocurridos en diciembre del 2021, y enero del 2022 los que tienen como pena 12 años individualmente, y el último calificado como Violación a menor de 14 años, con la pena de 25 años
— Yader Morazán ⚖️ 🇳🇮 (@YaderMorazan) September 2, 2022
Destacó que, de acuerdo a la sentencia, “al juicio no comparecieron las dos pruebas más importantes después de la declaración de la víctima, como son la médico legal Carolina Aguinaga, ni la psicóloga forense Olga Granados Pravia”.
Madre pide verlo
La madre de monseñor Leonardo Urbina, María Eloísa Rodríguez, pidió le permitan verlo después de más de 50 días de encierro en la celda policial El Chipote, señalada por organismos de derechos humanos como un sitio de tortura en Nicaragua.
“Él es inocente de lo que lo acusan. No conozco a quienes lo señalan, solo los he oído mentar en Boaco. Como madre, yo me encuentro triste. Vivo bien enferma, estoy peor de la tristeza, soy una viejita”, dijo Rodríguez, de 78 años y habitante de la comunidad del Tule, en Boaco, ubicada a 80 kilómetros de Managua.
La señora expresó preocupación por el estado de salud del sacerdote de Boaco, dado que él padece de azúcar y la presión. Aseguró que no le han permitido ni siquiera una llamada para saber sobre su situación actual desde la detención el 13 de julio pasado. Ella explicó que en El Chipote solo aceptan líquidos—aguas, jugos–, pero no hacen lo mismo con otros alimentos ni ropa de dormir para el religioso.
Francisco Omar Gutiérrez, abogado de la familia, comentó a CONFIDENCIAL que la historia de los Urbina Rodríguez refleja su desasosiego familiar y el caso muestra también la falta de garantías mínimas que hay en el proceso, en el cual la negativa a que tuviera un abogado privado fue tan solo una de las irregularidades.
La diócesis nicaragüense de Granada, a la que pertenece el párroco, expresó “su profundo dolor y sufrimiento al conocer la sentencia contra monseñor José Leonardo Urbina”, y pidió a los fieles “seguir orando” por sus sacerdotes encarcelados.
Ataques a Iglesia católica
Ortega ha encarcelado, en menos de tres meses, a diez sacerdotes de la Iglesia católica. Además de García y Urbina, está detenido en El Chipote el cura de Mulukukú, Óscar Benavidez Dávila, actualmente investigado durante noventa días por la Fiscalía debido a un delito “fantasma”, pero del cual el Estado de Nicaragua se reconoce como “víctima y ofendido”.
A ellos se sumaron los sacerdotes José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios, primer y segundo vicario de la catedral San Pedro, respectivamente; Ramiro Tijerino, rector de la Universidad Juan Pablo II y encargado de la parroquia San Juan Bautista; el sacerdote Raúl González y los seminaristas Darvin Leyva y Melkin Sequeira.
Mientras monseñor Rolando Álvarez, también administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, está bajo casa por cárcel, en una medida que el régimen pretende disfrazar como “resguardo domiciliar”, en su vivienda de Managua, según la nota policial publicada el viernes 19 de agosto.