13 de septiembre 2020
La rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León), Flor de María Valle, se trasladó desde su oficina, ubicada en el centro de León, hasta el Campus Médico, tres kilómetros al sur de la ciudad, para verificar que su orden se cumpliera cabalmente. Entregó personalmente a la directora de recursos humanos 15 cartas de despido y se quedó para ver el instante en que los docentes de la Facultad de Odontología desalojaban el recinto universitario.
Las cartas de despido fueron distribuidas por la directora de recursos humanos, Francis Elena Carrión Moya, y el decano de la Facultad de Odontología, Domingo Pichardo López, en ellas no dice ningún argumento ni artículo de ley que justifique la decisión tomada por la rectora Valle el pasado 11 de septiembre, simplemente se lee: “A partir del día de hoy, se cancela su nombramiento como académico de la facultad de Odontología”.
Los despedidos fueron 13 profesores de odontología y dos trabajadores de administración. Ellos se vieron obligados a desalojar el recinto universitario de forma expedita y aún se encuentran a la espera del pago de sus prestaciones de ley, por lo que accedieron a hablar con este medio de comunicación únicamente bajo anonimato. Aseguran que la causa de los despidos es que recientemente ganaron la elección para representar a los docentes en el Sindicato de Profesionales de Educación Superior (SIPOES), situación que molestó a la rectora Valle.
La Facultad de Odontología es el único lugar “donde se le ha ganado a la plancha del Frente Sandinista en las elecciones del sindicato de profesores; es más, es la única Facultad que presentó una plancha sin color partidario”, dijo uno de los docentes despedidos. Los miembros del sindicato fueron ratificados en una asamblea realizada el pasado 10 de septiembre y “al día siguiente a las 10 de la mañana vinieron los despidos”, continuó lo fuente.
Entre los despedidos se encuentran profesionales de larga trayectoria, la mayoría de ellos cuentas con estudios de maestrías y doctorados, pero eso no le importó a la rectora de la universidad. “Éramos prácticamente de los últimos especialistas que quedaban en la Facultad”, porque despidieron a 13 de los 36 docentes que tenía la facultad, estas plazas ahora van a ser llenada con odontólogos “que se acaban de graduar y sin ninguna experiencia”, apuntó la fuente.
Después de la Rebelión de Abril de 2018, la UNAN-León realizó despidos masivos en diferentes facultades, desde entonces una cantidad indeterminada de docentes “han renunciado por la presión” y otros “se han jubilado a los 55 años”, aunque la ley les permite continuar trabajando.
Recientemente el Consejo Universitario de la UNAN-León le confirió a la rectora Valle la potestad para: “sancionar, suspender o cancelar nombramientos del personal académico, administrativo y de servicios, así como de la expulsión de miembros de la comunidad estudiantil”, que realicen acciones que "atenten contra la paz". Eliminando de esta manera la necesidad la aprobación de una resolución del Consejo como se hacía hasta hace una semana atrás.