25 de febrero 2021
Tres organizaciones de Nicaragua compuestas por opositores excarcelados y familiares de disidentes presos cuestionaron este jueves al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) porque supuestamente una de sus funcionarias no se reunió con ellos durante una reciente visita al país.
La Unión de Presas y Presos Políticos Nicaragüenses, la Organización de Víctimas de Abril, y la Organización de Expresos Políticos de Nicaragua cuestionaron el trabajo de una asesora de la CICR, cuyo organismo, en su defensa, apeló a su principio de confidencialidad.
Las organizaciones nicaragüenses indicaron que en días recientes la asesora penitenciaria de la delegación regional para México y América Central de la CICR, María Noel Rodríguez Tochetti, se reunió con representantes del Gobierno de Nicaragua, quienes además recibieron capacitaciones de la institución humanitaria, pero “no se reunió con los familiares de presos políticos y defensores de derechos humanos”.
También cuestionaron que Rodríguez supuestamente “no verificó las condiciones carcelarias en las que se encuentran los más de 120 privados de libertad por oponerse a la dictadura, y en particular a los que se encuentran aislados en celdas de máxima seguridad, conocidas como ‘La 300’ o ‘El Infiernillo’”.
La CICR da su versión
En respuesta, el CICR explicó que “no se pronuncia de manera pública sobre los hallazgos de las visitas a las personas privadas de libertad ni en Nicaragua ni en ningún otro de los 80 países donde visita lugares de detención”, debido a que privilegian “el diálogo confidencial con las autoridades para así poder discutir de manera directa los problemas y las necesidades humanitarias con quienes pueden mejorar la situación”.
“Esta labor confidencial no implica, sin embargo, que estemos callados: las observaciones y recomendaciones a las que haya lugar son transmitidas a las autoridades competentes en el marco de nuestro diálogo bilateral”, afirmó.
Los denunciantes se quejaron de que el CICR solamente responda a las mismas autoridades nicaragüenses acusadas de torturas, humillaciones, y malos tratos, y preguntaron si “¿no es del conocimiento del CICR el contexto de la represión, donde parte de la población tiene casa por cárcel?”.
“El CICR es una organización humanitaria neutral, imparcial e independiente con presencia reciente en Nicaragua desde el año 2018. Además de visitar lugares de privación de la libertad en el país, funcionarios de esta institución se reúnen indistintamente con las autoridades y con los familiares de las personas privadas de libertad”, señaló el organismo.
Esta no es la primera vez que los expresos políticos y sus familiares se quejan por la supuesta falta de atención hacia ellos de la CICR en Nicaragua, a la que señalan de limitarse a visitar los centros de detención sin realizar acciones que se traduzcan mejores condiciones para los convictos.
Por su parte, el organismo dijo que “continuará con su labor humanitaria en Nicaragua en diálogo permanente con las autoridades y con los familiares de las personas privadas de libertad”.