13 de agosto 2020
La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), prevé que, si no se toman medidas serias de prevención, llegarán a contagiarse de covid 15 000 personas más de lo previsto, y que se sumen 525 fallecimientos por sobre la tendencia actual, por lo que recomendó el cierre de bares y discotecas; abstenerse de incentivar la llegada de nuevos turistas, y regresar a los alumnos a sus casas. A todos.
El anuncio del primer afectado por covid-19 en Nicaragua, en marzo de 2020, impulsó a muchos ciudadanos y empresas a tomar medidas de precaución, lo que fue insuficiente para impedir la ola de contagios y fallecimientos que alcanzó su punto álgido entre mayo y junio.
Ahora, instituciones, entidades y especialistas, están explicando que el aplanamiento de la curva de contagios y muertes, no significa que haya pasado el peligro, y advierten de la inminencia de una segunda ola, que en algunos países se ha mostrado más virulenta que la primera, por lo que la Fundación insiste en su llamado a no priorizar la economía sobre la salud.
“Debería haber un cierre obligatorio de comercios no esenciales, en esos en los que puede haber aglomeraciones”, dijeron los economistas del centro de pensamiento, al presentar su Informe de Coyuntura a agosto de 2020, centrado en los efectos de la pandemia.
Las medidas de precaución también deberían limitar la afluencia de visitas a restaurantes, usando los servicios de entrega a domicilio y el distanciamiento físico dentro de los locales, explicando que esa flexibilidad en la diferencia a favor de los restaurantes, versus los bares y las discotecas, se explica por la naturaleza de las aglomeraciones en cada tipo de establecimiento.
Las medidas de prevención deberían incluir la suspensión de clases presenciales a todos los niveles; la cancelación de eventos deportivos y culturales, y que los ciudadanos limiten sus visitas a hospitales, excepto para casos de emergencia, o cuando necesiten atenderse una enfermedad crónica.
“El aplanamiento de la curva no implica que estamos cerca del fin de la pandemia”, dijeron los economistas, por lo que “no es el momento de comenzar a llamar al turismo de regreso, pues eso implica aglomeración. Hacerlo sería irresponsable, más allá de la discusión entre economía versus salud, porque siempre debe prevalecer la salud”, acotaron.
Proyección muestra más muerte y contagios
Las recomendaciones de Funides son el resultado de un ejercicio estadístico en el que simulan dos escenarios. Uno, en el que no se hace cambio alguno al estatus quo actual, y el número de nuevos casos diarios se sigue reduciendo, como aseguran los datos oficiales del Minsa, mientras la sociedad mantiene medidas de protección similares a las implementadas entre finales de mayo e inicios de junio.
El otro escenario grafica lo que sucedería en un rebrote que tenga su punto mínimo en la segunda semana de agosto, luego que las personas relajaran las medidas de protección, y las vuelven a retomar cuando comienzan a recibir noticias del aumento de la mortandad.
Este ejercicio parte del registro de 9436 casos detectados y 2591 fallecidos que reportan las redes del Observatorio Ciudadano al 5 de agosto, en el supuesto que la tasa de letalidad real es de 3.4%.
En el primer escenario se registra un acumulado de 81 223 contagios, y 2760 fallecidos entre el día 1 (el 18 de marzo) y el día 200, que sería el 3 de octubre, mientras en el escenario 2, se alcanza un total de 96 677 contagios (15 454 casos más), y 3285 muertes.
Eso representa no solo dolor, y en muchos casos, pérdida del sustento del hogar, y aumento de personas con secuelas de la enfermedad. También conlleva un elemento envenenado, porque eleva la base de cálculo para las nuevas proyecciones, alrededor de ese día 200.
“Si descartamos o flexibilizamos las medidas de protección, habrá casi 15 500 contagios más, lo que afecta la situación de salud en general, además que veremos un aumento en el número de muertos, que pasarían 2760 en el escenario 1, a 3285 muertes en el escenario 2. Estamos a tiempo de frenar el segundo rebrote”, advirtió la Fundación.
Los economistas advirtieron que “la incertidumbre y la falta de información oficial precisa”, tampoco ayudan, ni a que los ciudadanos puedan tomar las decisiones adecuadas para preservar su vida y su salud, ni para que las empresas puedan operar en un entorno para el que nadie estaba preparado.
Nada nos salva de la caída económica
En el terreno estrictamente económico, Funides mantuvo su previsión de que el producto interno bruto se contraerá drásticamente, con una caída del PIB que oscilará entre -6.5% a -13.7%.
La caída de 10.1% en la variación interanual del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), al mes de abril de 2020, IMAE abril contrae 10.1% (BCN), es uno de los indicadores que les permite mantener esa previsión, destacando entre ellos, el descenso de -56.0% en la actividad de hoteles y restaurantes, y de -25.0% de la industria manufacturera.
En un contexto en el que la inflación se queda en terreno moderado (marcaba 3.6% al mes de junio), y los ingresos totales del Estado caían 14.6% en el segundo trimestre, Funides observa un crecimiento de 30.5% en las exportaciones de oro en bruto, que se explica por un aumento espectacular de precios, mientras crecían también los ingresos por venta de carne, frijoles y café oro, entre otros, para un crecimiento esperado de 5.7% en 2020.
Ese desempeño se verá anulado por la caída de 664.7 millones de dólares (30% del total colocado en 2019), en las exportaciones de empresas adscritas al régimen de zona franca, en donde destacan las caídas en las ventas de textiles y arneses, “lo que es natural, por la contracción en la demanda de Estados Unidos, nuestro cliente principal, lo que contrarresta las ganancias en las otras exportaciones, así como en las de servicios”, en referencia al turismo, dijo Funides.