17 de septiembre 2015
La ciudad de Waspam, punto neurálgico de las comunidades indígenas asentadas en el Caribe Norte de Nicaragua, sobre la brecha del fronterizo Río Coco, se convirtió en un escenario sangriento durante las Fiestas Patrias: La intervención de las fuerzas de choque del FSLN, la Policía Nacional y el Ejército en el conflicto que los comunitarios mantienen con los “colonos” que invaden sus tierras terminó con varios heridos de gravedad, un muerto y la militarización de la localidad, denunciaron líderes del partido YATAMA.
Desde hace más de quince días la exigencia de los indígenas de que sus territorios ancestrales sean “saneados”, es decir la expulsión de los colonos de ellos—como lo establece la quinta etapa de la ley 445 “Régimen de Propiedad Comunal de los Pueblos Indígenas y Comunidades Étnicas de las Regiones Autónomas de la Costa Atlántica y de los Ríos, Bocay, Coco, Indio y Maiz”—alcanzó niveles peligrosos al registrarse enfrentamientos armados.
A inicios de este año los indígenas decidieron crear un frente contra los invasores ante lo que denunciaron como la inacción del gobierno del comandante Daniel Ortega, quien tituló las propiedades, pero no cumple con el siguiente paso del desalojo de los colonos, coincidieron varios líderes de YATAMA. Sin embargo, el conflicto detonó con más potencia en el último mes en varias comunidades. Como forma de protesta, los pobladores se negaron a celebrar las Fiestas Patrias. Su negativa a participar en los actos oficiales el 14 de septiembre degeneró en un enfrentamiento entre los indígenas y fuerzas de choque asociadas al partido de gobierno, afirmó a Confidencial Nancy Elizabeth Enríquez, representante legal de YATAMA.
Miembros del partido indígena se atrincheraron en la sede de YATAMA y la radio comunitaria en Waspam para proteger los inmuebles ante la amenaza de incendio de las fuerzas de choque. “Pero el pueblo no dejó que esto sucediera y ellos (fuerzas de choque), como solo pueden defenderse con armas, dispararon contra nosotros, hiriendo a nueve hermanos”, aseguró Enríquez.
Entre los heridos estaba Mario Leman Müller, excombatiente de la Resistencia Indígena y miembro del Directorio Indígena en Wangki. Leman Müller era muy querido en esa aislada zona de Nicaragua, donde la zozobra indígena por proteger sus territorios no es nueva. Entre diciembre de 1981 y enero de 1982, durante el primer régimen sandinista, miles de miskitos fueron desplazados forzosamente por el Ejército Popular para mellar las bases logísticas de la guerrilla de la Contra. Fue una operación dantesca bautizada como la “Navidad Roja”. Las comunidades fueron bombardeadas, hubo fusilamientos, exterminaron hasta los animales y los indígenas tuvieron que huir al otro lado del Río Coco, a Honduras. Desde ese entonces, la selva ha sido destruida por la ganadería, la pobreza se ha vuelto endémica, las hambrunas y las plagas son una constante; el olvido del Estado y la proliferación del narcotráfico son sus características.
Otro fenómeno es la invasión de los territorios ancestrales por parte de colonos que se dedican a explotar la madera y la ganadería extensiva, sostuvo Reynaldo Francis, alcalde de Puerto Cabezas, vía telefónica. La ley 445 contemplaba que tras la demarcación y titulación de los territorios, el Estado tendría que ejecutar el saneamiento de las tierras, pero ahora el gobierno de Ortega les ha propuesto que cohabiten con los colonos en las tierras comunales, una proposición a la que se oponen tajantemente. De acuerdo al edil, la forma de vida del colono y el indígena son totalmente diferentes.
“Al gobierno no le interesa el saneamiento y proponen reformar esa parte de la ley, o andan con el cuento que como somos nicaragüenses aceptemos la convivencia pacífica”, afirmó por su parte la representante legal de YATAMA.
Francis sugirió que existe complicidad e intereses de las autoridades, porque no investigan a los colonos que poseen armas de guerra con las que se enfrentan a los indígenas. Sin embargo, no aclaró cuáles podrían ser los intereses en juego. “Eso que lo investigue la Procuraduría General de la República, que verifique quiénes son los involucrados”, recomendó el edil.
El diputado indígena ante el Parlamento Centroamericano (PARLACEN), Loyd Bushey Davis, aseguró que bajo la figura de colonos se esconden grandes traficantes de madera y “militares que están metidos en el negocio de la tierra”.
Leman Müller estaba al frente de la resistencia indígena la noche del 14 de septiembre, pero las balas de las fuerzas de choque orteguista lo alcanzaron, según un comunicado de YATAMA. El líder indígena falleció el 15 de septiembre cuando era trasladado hacia a Managua para recibir atención médica en una avioneta de la línea aérea La Costeña.
Sin embargo, la versión oficial brindada por la oficina de relaciones públicas de la Policía Nacional, desdice lo denunciado por YATAMA. Según la institución, desde el domingo 13 de septiembre los locutores de la emisora Yati Tasba hicieron llamados a no participar en los desfiles patrios en Waspam y Puerto Cabezas.
“El lunes 14 de septiembre a las 10:40 de la mañana, mientras participaban en los desfiles patrios en el municipio de Waspán, los estudiantes, maestros y padres de familias fueron agredidos con armas de fuego, morteros y piedras, por grupos de personas que se identificaron como miembros de YATAMA”, dice el comunicado policial. “Además incendiaron una motocicleta propiedad del INTA, sembrando zozobra y terror en los habitantes, amenazando con quemar viviendas, centros de salud, colegios, comercios y oficinas públicas”.
Por la noche, prosigue la versión oficial, esos mismos grupos “provocaron y agredieron a miembros del partido FSLN”. “Ante estos hechos, el martes 15 de septiembre 2015, con instrucciones del Presidente de la República y Jefe Supremo de la Policía Nacional, Comandante Daniel Ortega Saavedra, se convocó a reunión a todas las autoridades del Gobierno Regional, las Instituciones del Estado y Consejos Pastorales, para la búsqueda de solución por la vía del diálogo y el consenso”, aseguró la Policía.
Policía: “fue retén”; YATAMA: “fue emboscada”
Tanto la Policía Nacional como YATAMA dan versiones opuestas de los hechos sucedidos en Waspam. La tensión se crispó a las once de la noche del 15 de septiembre cuando efectivos de la Policía y el Ejército abrieron fuego contra una camioneta que transportaba víveres para abastecer a los indígenas. El hecho se registró entre Waspam y la comunidad de Francia Sirpi.
“En este ataque resultaron tres personas heridas, entre ellas Rommel Constantino, expresidente y actual vicepresidente del Gobierno Territorial Indígena de Wangki Twi Tasba Raya, quien sufrió perforaciones en sus pulmones producto de las balas y está internado en el Hospital Primario de Waspam”, informó YATAMA.
La Policía asumió la autoría de los disparos en conjunto con el Ejército. Según un comunicado oficial, la camioneta disparó contra el retén y desatendió la señal de alto, para luego darse a la fuga. “Los compañeros en protección de sus vidas realizan disparos preventivos, sin embargo la camioneta aún con las llantas ponchadas se dio a la fuga”, aseguró la institución.
El diputado Brooklyn Rivera, presidente de la Comisión de los Pueblos Originarios y Afrodescendientes de la Asamblea Nacional, calificó el suceso como una emboscada. “No existía un retén y los oficiales y militares dispararon sin previo aviso. Estaban escondidos en la montaña (…) quieren doblegar a las comunidades y a los colonos dejarlos hacer el daño ambiental”, planteó el legislador.
En la unidad de salud de Waspam fueron atendidos Constantino Rommel Washington, con herida de arma de fuego en tórax; Rosman Flores González, con herida de arma de fuego en antebrazo; y Obendio Dawns Peralta, con herida de arma de fuego en pierna derecha, de acuerdo a la Policía.
YATAMA vinculó los hechos violentos del 14 y 15 de septiembre “a las acciones criminales de parte de los invasores (colonos) de los territorios indígenas de Wangki Twi-Tasba Raya y Wangki Lih Aubra de los días recientes, lo que manifiesta el abierto respaldo de los sandinistas y de los militares a aquellos destructores y asesinos de los pueblos indígenas y de su patrimonio”.
Militarización de Waspam
De acuerdo a varios pobladores de Waspam consultados por Confidencial, la ciudad está militarizada con fuerzas especiales de la Policía y efectivos del Ejército.
La tensión que se vivía en Waspam aminoró el jueves en la madrugada, cuando el cadáver de Leman Müller fue llevado para rendirle honras fúnebres. “Aquí está lleno de fuerzas especiales, pero hay mucho respaldo de las comunidades”, afirmó el parlamentario Rivera.
El sentimiento fúnebre distendió el conflicto, porque, según el diputado Bushey Davis, la figura de Leman Müller era muy respetada. Aunque se mantienen cautelosos, previno. “Esta muerte no hubiera sucedido si se implementara la ley 445, en especial la quinta etapa de saneamiento. Revisar caso por caso para expulsar a los colonos de los territorios comunales”, recriminó.
El diputado Rivera aseguró que la Policía y el Ejército protegen a los asesinos de Leman Müller, “los acuerpan”, dijo.
El legislador señaló directamente como responsables de dirigir el ataque de las fuerzas de choque a Carlos Dixon Galeano, Secretario Político Municipal; Wendell Chow Tucker, ex concejal regional; Otis Plazaola Cunningham, primo de Carlos Alemán Cunningham, Coordinador de Gobierno, y Bitcar Osorno, hijo del ex alcalde Sandinista.
Confidencial intentó comunicarse con los señalados, pero no respondieron a nuestras llamadas.
“Nosotros seguimos poniendo los muertos y parece que los líderes somos el blanco… la muerte de Mario nos duele en lo más hondo del alma, pero tenemos que revisar la estrategia para seguir en la lucha”, dijo Rivera, quien antes de denunciar fraude electoral en los comicios regionales del Caribe votaba en conjunto con la bancada sandinista en el hemiciclo.
En su comunicado, YATAMA condenó “estos cobardes ataques y asesinatos a los dirigentes de los pueblos indígenas y de sus territorios”. Responsabilizaron directamente al Gobierno de Ortega por la criminalización de la lucha de las comunidades indígenas “en la defensa de sus vidas y de sus territorios”.
“Nuestra Organización demanda al estado nicaragüense el cese inmediato de los ataques paramilitares y militares en contra de los líderes de la Organización y de los Territorios Indígenas y clama por la solidaridad activa de los pueblos hermanos, sus organizaciones y de los grupos populares, sociales y políticos del país y del mundo”, propusieron.
Cornelio Tebas, presidente del territorio de Wanky Twi, en Tasba Ray, informó que una comisión pastoral llegó a Waspam para mediar en el conflicto. Sin embargo, Confidencial no pudo constatar el hecho, pues los reverendos a cargo no contestaron sus celulares.
La tarde de este viernes fue sepultado Leman Müller, quien es el indígena número 15 muerto en este 2015 a causa del conflicto. Centenares. Centenares asistieron al sepelio que se convirtió en un llamado a las autoridades: “Que castiguen a los responsables del asesinato, o el pueblo hará justicia con sus propias manos”, dijeron.
Los asistentes describieron escenas de rabia y dolor durante el entierro. La comunidad se volcó a “darle el último adiós” a Leman Müller sin importar la militarización. Este sábado un juez comunitario advirtió a los colonos que tienen un mes para desalojar sus tierras, de lo contrario los enfrentamientos se multiplicarán.
La representante legal de YATAMA aseguró que pese al peligro de la muerte, seguirán “luchando” por sus tierras. “Para nadie es un secreto que los indígenas se armaron en los ochenta para defender sus derechos, y a esta altura no vamos a aceptar entregar las tierras a los colonos. El partido Frente Sandinista aquí manipula todo, pero los indígenas no somos tontos ni babosos”, fustigó la mujer.