21 de marzo 2018
La propuesta oficial de regular las redes sociales, con el argumento de "proteger a la familia", impulsada por la vicepresidenta Rosario Murillo, continúa generando “alarma” entre la población nicaragüense.
“La ciberseguridad es un problema en Centroamérica. Creo que hay una discusión legítima alrededor de cómo las nuevas tecnologías y las redes sociales pueden tener un uso inadecuado. El problema es que en Nicaragua no estamos en un país normal. No estamos en un país donde esta discusión se pueda tener en un clima de tranquilidad y de pericia técnica y además de esto, hay alrededor del tema una contradicción”, advierte el director ejecutivo del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (IEEPP), Félix Maradiaga.
Estas contradicciones radican, según Maradiaga, en anteriores discursos del Gobierno, en los cuales ha afirmado que el país posee un liderazgo centroamericano en temas de ciberseguridad.
Además recalca que “desde el punto de vista técnico, no existe ningún fundamento de que hay vacíos jurídicos”.
“Las redes sociales son solo un medio y el Gobierno tiene enorme permisividad para interpretar esto. Esto no tiene ningún fundamento técnico. Sin duda hay un interés oscuro detrás”, estima.
“No debe ser un mecanismo de control”
Murillo convocó a un "debate nacional", que la Comisión de la Familia dirige a puerta cerrada en la Asamblea Nacional. El objetivo, afirman, es "actualizar" leyes penales para “proteger a la niñez y a la familia”.
Para Álvaro Navarro, periodista y director del medio digital Artículo 66, es el momento indicado para debatir sobre ciberacoso y el daño que esto representa para muchas personas, pero “eso no debe de pasar por un mecanismo de control en las voces de las redes sociales”.
El lunes 19 de marzo la Asamblea Nacional abrió una plataforma web para que la población nicaragüense pudiera dejar comentarios con respecto al debate nacional. Algunos de los usuarios han replicado que se deberían de promover campañas de educación en los colegios y las universidades como medidas ante el ciberacoso, pero que no debe existir una regulación ni nuevas reformas a leyes penales.
Para Guillermo Rothschuh, director del Observatorio de Medios de Comunicación, “hay por primera vez una reacción generalizada por parte de la sociedad nicaragüense en defensa a la libertad de expresión”.
La nota roja también ha generado discusión
Por otra parte, este debate también ha desencadenado la discusión sobre el papel que juega la nota roja y cómo esta revictimiza y banaliza a las víctimas de violencia, según diversos expertos.
“Basta con un pequeño desliz para que vos seas el meme y la noticia viral de una semana en estos medios, y esto quien lo hace son los medios del gobierno”, comentó Álvaro Navarro.
Guillermo Rothschuh agregó: “Si es verdad que hay que proteger a la familia, lo primero que vos esperás es que medios como La Nueva Radio Ya y Canal 8 cambien su política informativa. Mientras no prediquen con el ejemplo, difícilmente la ciudadanía les va a creer”.
“Lo que los nicaragüenses están demostrando con esa protestas es que están conscientes que el último bastión que les queda son las redes sociales y al tipificarse nuevos delitos lo que se pretende es que la gente retroceda”, agregó el académico.
Félix Maradiaga, por su parte, señala que existe una “disociación cognitiva, es decir, lo que me estás diciendo no es congruente con lo que estoy viendo”, en referencia al discurso del gobierno de Daniel Ortega.
“Es un efecto disuasorio, de intimidar y de dar la percepción en amplios números de la población de que está el ojo atento del Gran Hermano vigilando”, agrega el especialista.