1 de julio 2016
David Páramo, escuchó la acusación en su contra, en silencio y moviendo los pies bajo la mesa. En la audiencia preliminar celebrada este primero de julio en los Juzgados de Managua, el médico y su abogado, oyeron al juez Donaldo Alfaro, del juzgado Séptimo Local Penal, dictar prisión preventiva para Páramo y aceptar el documento presentado por el Ministerio Público, en el que al se le imputa al doctor el delito de “homicidio imprudente (negligencia médica) en perjurio de la víctima Lizandra Norisel Jarquín González”.
Lizandra Jarquín no consintió una mega liposución, declara fiscal del caso @confidencial_ni pic.twitter.com/BGCvYOfULu
— Anagilmara Vílchez (@AnagilmaraV) July 1, 2016
El judicial arrancó su intervención informando que tiene "un grado de afinidad" con el acusado —fue paciente de Páramo, son miembros del mismo ministerio cristiano y pertenecen a la misma asociación de caballistas— por lo que será inhibido para llevar la causa.
Alfaro, antes de deslindarse del caso, orientó que Medicina Legal examine a Páramo, pues, Luis Aguilar, abogado defensor del cirujano, alegó que a su cliente le aquejaban distintas enfermedades.
Al ser cuestionado sobre la ausencia de documentos que prueben dichos padecimientos, Aguilar aseguró que estos le fueron comunicados por Páramo, hasta este viernes.
El texto leído por la Fiscal Auxiliar Kenia Jirón, desmenuza las faltas en las que el doctor presuntamente incurrió antes y durante la cirugía practicada a la joven, que falleció este 17 de junio.
Sandra González y Léster Rodríguez, esposo y mamá de Lizandra, escucharon por primera vez detalles de lo sucedido. Una experiencia que González catalogó como "horrible". "Lloré desde lo más profundo de mi corazón, era mi niña, se murió la mitad de mi vida", lamentó.
La acusación
Cuando David Páramo llamó a Léster Rodríguez, para informarle que Lizandra Jarquín había fallecido, Lizandra, tenía media hora de haber muerto.
Lizandra sufrió un paro respiratorio —el primero de tres—, al ser trasladada al área de recuperación, una vez concluida la cirugía estética a la que se sometió el 17 de junio, bajo el bisturí de Páramo.
De la mesa operatoria a la camilla móvil, su corazón se detuvo. Cuando el personal médico del Hospital Salud Integral intentó auxiliarla padeció otros dos paros respiratorios, a consecuencia de la supuesta negligencia del doctor David Páramo.
En la acusación del Ministerio Público se concluye que “conforme a los resultados del Instituto de Medicina Legal se establece que producto de la inobservancia de las normas del deber de cuidado quirúrgico del acusado Paramo Sandoval, produjo que la víctima presentara una Embolia de Grasa Masiva y Microscópica a nivel Pulmonar ocasionándole un Edema Cerebral y Pulmonar”.
Lizandra fue declarada muerta a las 02: 10 p.m. por el doctor Maxwell Hooker, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Salud Integral, reza el escrito.
Lizandra, afirma el texto, no estaba apta para realizarse tal operación y los “procedimientos y riesgos de ésta cirugía” no le fueron informados a ella, “ya que en el expediente clínico número 35332 no consta el consentimiento informado de ambos procedimientos”, explica la acusación.
Clínica no estaba inscrita
De acuerdo a una carta emitida por el departamento de Regulación Sanitaria del Ministerio de Salud (Minsa), y presentada como prueba por la Fiscalía, la Clínica Laserterapia y Estética —donde atendía el doctor Páramo y donde Lizandra llegó a consulta antes de la cirugía—, no se encuentra inscrita “en los registros de actualización que lleva este departamento” y “la regulación General de Regulación Sanitaria NO ha emitido Licencia de funcionamiento para este establecimiento de salud”.
"(Las clínicas) uno las inscribe cada año y esta vez no habían llegado a revisar, pero uno pide la revisión", afirmó el cirujano, durante la audiencia preliminar, realizada este primero de julio.
La misiva además revela que David Páramo se inscribió como “Especialista en Cirugía Plástica y Reconstructiva el 14 de junio de 2005”.
En otro documento que Confidencial revisó, la Dirección General de Regulación de Establecimientos y Profesionales de la Salud, Medicinas y Alimentos del Minsa, aseveró que Páramo, para abirl de 2005, no estaba registrado como cirujano plástico. Sí como médico y cirujano, pero no con la especialidad que estaba ejerciendo. Con la que estaba operando.
Ricardo Flores, a quien estaba dirigida la carta, en ese momento era el representante legal de una mujer de 34 años que acusaba a este doctor por mala praxis. Esta nicaragüense, de profesión artista, se sometió a un aumento de glúteos que terminó en infecciones y múltiples daños psicológicos. La denuncia se engavetó y Páramo continuó realizando procedimientos estéticos.
Sacó más grasa de la debida
En la acusación del Ministerio Público, se afirma que este doctor le dijo a Lizandra que ella tenía “lipodistrofia del cuerpo generalizada (sobrepeso) e hipotrofia de los glúteos (pocos glúteos), por lo que era necesario se practicara Cirugía plástica”. Pesaba 71 kilogramos.
En el procedimiento que inició a las 09: 05 a.m. —una hora antes Páramo debía estar en Fiscalía en una citatoria a la que no acudió—, el cirujano extrajo grasa de los brazos, abdomen y piernas de Lizandra.
En total fueron 8.2 litros de grasa, “cuando lo que debía extraerse no podría exceder de 3.5 litros”, reza el texto de la Fiscalía.
El médico utilizó la “solución de Klein” (una técnica anestésica que permite hacer “procedimientos más extensos que aquellos que pudieran ser realizados con anestesia local convencional”)
Le aplicó a Lizandra “siete litros”. Más de lo necesario de acuerdo a su masa corporal, subraya el documento.
La cantidad que debía suministrarle era de 2.5 a 3.5 litros. Además, la solución usada “no era recomendada medicamente para una Mega liposucción, procedimiento que no era recomendado realizársele a la víctima”, sentencia el Ministerio Público.
Audiencia inicial hasta 15 de julio
El viernes 15 de julio a las 11 de la mañana se llevará a cabo la audiencia incial contra Páramo, indicó el juez Donaldo Alfaro, del juzgado Séptimo Local Penal. Queda pendiente conocer al nuevo judicial que conducirá el caso.
[destacado titulo="Los detalles"]
La cirugía de Lizandra Jarquín costó 2,950 dólares. Previo al procedimiento, el médico, le orientó realizarse exámenes de sangre, orina y heces. Los resultados revelaron que “todo (estaba) dentro de la normalidad”. Lizandra llegó a las seis de la mañana a una operación que empezó hasta las nueve. El documento en el que la Fiscalía acusa al doctor David Páramo está basado entre otras pruebas, en la carta emitida por el departamento de Regulación Sanitaria del Ministerio de Salud (Minsa), el expediente clínico de Lizandra y el dictamen del Instituto de Medicina Legal. Además de los testimonios del personal médico del Hospital Integral y de familiares de la joven.[/destacado]