5 de enero 2022
La condición física y psicológica de los presos políticos capturados entre mayo y noviembre de 2021, que permanecen en las celdas del complejo policial Evaristo Vásquez, conocido como el “nuevo Chipote”, continúa agravándose por la falta de alimentación balanceada, restricciones en el acceso regular a luz solar y abrigo, iluminación inadecuada de las celdas, aislamientos prolongados, atención médica ineficiente y constantes interrogatorios. Varios de ellos, sobre todo los de mayor edad, han presentado desmayos y desorientación, alertaron sus familiares.
A través de un comunicado, divulgado este martes cuatro de enero, afirman que tras 45 días desde la última visita lograron constatar que sus vidas siguen en “riesgo permanente”.
"La salud de las personas de la tercera edad está en situación crítica", sostuvieron los familiares, tras visitarlos entre el 30 de diciembre de 2021 y el pasado dos de enero.
Pérdidas de peso y aislamientos prolongados
Los parientes de los reos políticos denunciaron con preocupación las condiciones de salud de sus familiares, señalando que en la mayoría de los casos no se les ha admitido valoraciones médicas externas o de especialistas, ni siquiera a quienes tienen condiciones preexistentes.
También advirtieron que la salud de las personas de la tercera edad es crítica ya que sus padecimientos se han agudizado e incluso han desarrollado nuevas condiciones.
"Nos alarma la pérdida de casi 90 libras de peso de José Pallais y su estado de debilidad física que le ha llevado a sufrir dos desmayos", indicaron.
Otro que ha sufrido desmayos es el exdiplomático, Mauricio Díaz, quien además ha perdido alrededor de 30 libras, tiene manchas en su piel y lagunas mentales, según la denuncia.
Jilma Herdocia, esposa de Pallais, indicó en entrevista con CONFIDENCIAL que su familiar ha desarrollado, además de los problemas preexistentes que padece como la diabetes y glaucoma, dolores permanentes de espalda, mareos y debilidad constante.
Menciona que, aunque está en compañía de otros reos políticos, no recibe horas de sol al aire libre, pues la celda en la que está hay un agujero desde el que se tienen que turnar para recibir algo de sol.
"El estado de su salud es deplorable. Cada vez que salimos de ahí, de las visitas, uno sale sin hablar al ver las condiciones en las que los tienen", lamentó.
La presa política Violeta Granera, indica el comunicado conjunto de familiares, también ha perdido peso y algunas piezas dentales que le dificultan alimentarse. Además, tiene manchas rojas en la cara por falta de sol.
Julio Sandino, hijo de Granera, afirmó a CONFIDENCIAL que su madre pierde peso porque no se le está proporcionando la dieta especial que requiere. También indicó que las condiciones carcelarias en las que se encuentra siguen siendo crueles, pues la obligan a permanecer en una celda con la luz encendida durante 24 horas y es sometida a interrogatorios cuatro veces al día.
"La situación que pasa ahí dentro mi mamá no quisiéramos que fuera esa, pero ella es fuerte y nos mandó a decir que está orando bastante, que por favor le dijéramos a todos que oremos mucho por ellos que están adentro y porque no se acreciente la diferencia de ideas y de odio entre los nicaragüenses", resaltó.
Sometidos a interrogatorios constantes
El preso político Edgar Parrales, que tiene problemas digestivos crónicos, también ha perdido cerca de 12 libras en 40 días de encarcelamiento. El exembajador, de 79 años, según su familia y su defensa legal requiere con urgencia una colonoscopia, procedimiento que estaba programado con su médico de cabecera antes de que fuera encarcelado.
El periodista Miguel Mendoza también ha perdido cerca de 20 libras de peso, continúa en una celda de castigo y es sometido a constantes interrogatorios. La esposa de Mendoza, Margin Pozo, ha denunciado ante los medios de comunicación que su pareja no tiene acceso a frazadas y no le permiten ni ver los dibujos que son enviados por su hija.
Juan Lorenzo Holmann, del diario La Prensa, también ha sufrido desmayos y sus problemas visuales continúan avanzando. Los presos políticos Irving Larios, Álvaro Vargas, Michael Healy y Yader Parajón permanecen de a dos en celdas de castigo desde su captura.
En el caso de las reas de conciencia Tamara Dávila, Ana Margarita Vijil, Suyén Barahona y Dora María Téllez siguen siendo sometidas a aislamiento permanente, confinadas en celdas solitarias, no tienen acceso a material de lectura y son custodiadas permanentemente.
Róger Reyes urge atención psicológica
El grupo de familiares también alertó de manera especial sobre la situación del abogado Róger Reyes, miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), que ha sido sometido a un confinamiento prolongado en celdas de castigo.
Su esposa, Fernanda Guevara, denunció que él presenta graves secuelas físicas y emocionales, producto del trauma de estar incomunicado, aislado, interrogado constantemente y sometido al encierro en una celda de castigo.
Guevara pudo visitar a Reyes el pasado dos de enero y constató que el hombre está “sumido en una profunda depresión producto de llevar más de 45 días en una celda de castigo por segunda ocasión, lo que sumado al aislamiento anterior conlleva más de 100 días de aislamiento injustificado”.
El preso político, denunció Guevara, fue trasladado a una celda de castigo, donde solo hay un agujero en el techo en el que le entra el mínimo de oxígeno, solo por no consumir y tener guardados unos jugos que le habían llevado.
“Róger me dijo que cuando esas puertas se cerraron a su espalda sintió que el mundo se le vino encima otra vez”, relató Guevara.
Además indicó que su pareja está “perdiendo la memoria, empeorando al punto de no recordar el nombre y rostro de sus hijas”. También aseguró que tiene problemas de vista, insomnio y estreñimiento.
“Me dijo que en más de cinco ocasiones ha pedido al médico de base del Chipote ser evaluado por un psiquiatra pero no le dan respuesta”, denunció.
Agregó que, según especialistas que han consultado, Reyes “está entrando en una psicosis transitoria, producto del trauma de estar en aislamiento prolongado”.
Abogada María Oviedo es torturada en interrogatorios
La Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) también denunció los “tratos crueles, inhumanos y degradantes” de los que continúa siendo víctima la abogada María Oviedo, quien permanece detenida desde julio de 2021.
Los defensores indican que los familiares de Oviedo pudieron visitarla el pasado primero de enero y refirieron que sigue sometida a constantes interrogatorios, que son utilizados como métodos de tortura, ya que en estos le amenazan diciéndole que “va a pasar encerrada, que nunca va a ver a sus hijos”.
Oviedo, según la CPDH, “se encuentra irreconocible, ha perdido demasiado peso, tiene manchas en la piel porque solo recibe diez minutos de sol cada ocho días y recibe las medicinas entregadas por sus familiares de manera tardía”.
Un reporte de CONFIDENCIAL, donde se consulta a médicos especialistas, refiere que la abrupta pérdida de peso, vértigos y piel pálida, que experimentan la mayoría de los presos políticos que están en “el nuevo Chipote” “son síntomas de otras enfermedades”, que están desarrollando y que causarán daños irreparables en su salud física y mental.
Advierten que solo hecho de estar privado de libertad “crea un estado de estrés y ansiedad que puede producir insomnio”, con graves consecuencias físicas y mentales. Además indican que la falta de alimentación lleva a las personas a "un estado de inanición en donde el organismo trata de compensar la falta de alimentos y empieza a autodigerirse”.
Lesther Alemán tiene dificultades para caminar
La Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN) emitió un comunicado en el que se refieren a las condiciones de los líderes estudiantiles Max Jerez y Lesther Alemán, confirmadas luego que recibieron una cuarta visita el pasado primero de enero.
En el pronunciamiento alertan sobre la situación de salud de Alemán, afirmando que el joven continúa con constantes dolores en su pierna derecha, que le dificulta caminar y dormir. Indican que aunque el líder estudiantil ha recibido atención médica sus parientes y defensa legal no conocen cuál es el diagnóstico de su padecimiento.
En ese contexto, la agrupación universitaria demandó el acceso de la Cruz Roja Internacional y un médico externo, “para que determinen por qué siguen solicitando analgésicos de amplio espectro”.
Visitas a presos políticos capturados en noviembre
Los presos políticos encarcelados durante la ola de secuestros ordenada por el régimen Ortega-Murillo en noviembre pasado también comenzaron a recibir visitas a finales de diciembre de 2021 e inicios de enero de 2022.
La defensora de derechos de la niñez Evelyn Pinto, de 62 años, recibió su primera visita el pasado 21 de diciembre, luego de mes y medio de estar encarcelada, acusada de infringir la Ley de Ciberdelitos.
Silvia Nadine, hija de Pinto, indicó a CONFIDENCIAL que, en medio de todo el encarcelamiento injusto, su madre “está bien” y lograron constatar, por lo que les indicó durante la visita, que fue llevada a un chequeo al Instituto de Medicina Legal antes de ser ingresada al Sistema Penitenciario de Mujeres, conocido como La Esperanza, el primero de diciembre del año pasado. Sin embargo, resaltó que su pariente aún requiere un “mejor control de sus medicinas, ya que los tiempos los llevan poco ordenados”.
Pinto es una sobreviviente de cáncer. No tiene tiroides, es paciente con insuficiencia renal crónica y padece de hipertensión, por lo que debe llevar un riguroso cumplimiento de sus medicinas, según han referido sus familiares.
La presa política Nidia Lorena Barbosa, 66 años, también recibió la visita de sus familiares el tres de enero pasado en el Sistema Penitenciario de Mujeres de Granada. El encuentro duró cerca de cuatro horas y sus parientes lograron constatar que está recibiendo sus medicinas, aunque ha perdido cerca de diez libras de peso.
Uno de sus familiares, que pidió no ser nombrado por temor a represalias, explicó que esta es la segunda visita que sostienen con Barbosa, la primera fue el 17 de diciembre, dos días después de que ella fue trasladada al Penal.
Barbosa fue detenida el 6 de noviembre de 2021. Es acusada de infringir la Ley de Ciberdelitos y de Soberanía. La ciudadana padece de bradicardia sinusal asintomática y tiene artritis reumatoidea deformante. Durante estos más de 50 días de encarcelamiento ha sufrido al menos tres crisis producto de sus enfermedades. Cuando estuvo en las celdas de Masaya incluso perdió el conocimiento y fue internada en el Hospital Humberto Alvarado, según refirieron sus parientes.
Los familiares indican que aunque no es maltratada físicamente, en los primeros días de encarcelamiento en Masaya sufrió varios interrogatorios y se les negó la visita especial del 24 de diciembre de 2021.
Exigen libertad inmediata
El grupo de familiares de los presos políticos que se encuentran en las celdas del “nuevo Chipote” expresaron que continúan demandando al Estado de Nicaragua, al Poder Judicial y a la Dirección de Auxilio Judicial la “liberación inmediata y sin restricciones para nuestros familiares, así como para las más de 160 personas presas políticas, quienes sufren igualmente violaciones a sus derechos humanos”.
“Todos son inocentes de los cargos imputados por la Fiscalía y su libertad es lo que legalmente corresponde”, destacaron.
Exigieron que mientras sus parientes estén ilegalmente retenidos al menos se les permita visitas familiares regulares, cesen los interrogatorios y tratos inhumanos, seguimiento médico especializado, cese inmediato de la reclusión en celdas de castigo y aislamiento prolongado, un acompañamiento pastoral, acceso a material de lectura de su preferencia, horas comunes de patio y sol.
También demandan el ingreso de una delegación del Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) para que verifique las condiciones de salud física y mental de cada persona presa política.
Solicitan el cambio inmediato de la medida cautelar de prisión por arresto domiciliario para todas las personas de la tercera edad y para las que se encuentran en situación crítica de salud.
Denunciaron que en esta cuarta ocasión de visitas se enfrentaron a procesos amañados de las autoridades policiales, que cambiaban los horarios de las visitas y les informaban minutos antes de que estas iniciaran con el fin de que disminuyera el tiempo del encuentro.
Además, señalaron que -como pasó en las tres visitas pasadas- fueron sometidos a revisiones abusivas que incluyen tocamientos y retiro de vestimenta y ropa interior. Asimismo fueron obligados a retirar las mascarillas que portaban como protección contra el contagio de la covid-19 para ser fotografiados y vigilados excesivamente durante la visita.