6 de octubre 2022
Un grupo de 24 presos políticos del Sistema Penitenciario Jorge Navarro, conocido como La Modelo, y de la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como El Chipote, continúan en huelga de hambre y sus condiciones de salud son inciertas para sus familiares, que denuncian que en El Chipote no les dan ninguna información y en el penal, protesten o no, todos sufren represalias de los funcionarios.
Los presos políticos Miguel Mendoza, Róger Reyes, Irving Larios y Dora María Téllez hace más de diez días informaron que empezaban una huelga de hambre, exigiendo visitas con sus hijos menores de edad y el cese del aislamiento prolongado y en solitario al que son sometidos en El Chipote. Posteriormente, entre el 26 y el 28 de septiembre pasado, un grupo de 20 presos políticos de La Modelo también informó el inicio de una huelga de hambre indefinida, demandando “libertad inmediata y sin condiciones” y, mientras eso ocurre, mejores condiciones carcelarias.
Margin Pozo, esposa del preso político Miguel Mendoza, afirmó en entrevista con CONFIDENCIAL, que “lamentablemente” no conocen cuál es la condición de salud de su pareja, ya que desde hace más de un mes no tienen una visita con él y, pese a que todos los días cuando van a dejar agua solicitan información en recepción de El Chipote, “los oficiales expresan que no están autorizados” para informarlos de nada.
El cronista deportivo inició una huelga de hambre desde hace 18 días, demandando que el régimen orteguista permita la visita de su hija de nueve años, a quien no ve desde la noche del 21 de junio de 2021, cuando fue detenido en su casa y llevado a El Chipote.
El 21 de septiembre, familiares del reo político advirtieron que “es un paciente crónico y ha perdido más de 30 libras, por lo que esta medida pone en riesgo su salud y vida”. Aunque, aclararon que Mendoza es “consciente de los riesgos”, él “considera que es la única salida que le han dejado en sus intentos por volver a ver a su hija, después de estos 475 días que equivalen más de 10 900 horas sin abrazar a su pequeña”.
“Estoy angustiada, esperando que pronto den visita. Desde septiembre no nos permiten ver a nuestros familiares. Alejandra llora todos los días por él. Me pregunta sobre cuándo dejarán que vea a su papá. Expresa que su corazón sufre mucho y que no estará bien hasta que le dé un abrazo a su papá”, afirmó Pozo.
Explicó que como familia han consultado con un diabetólogo sobre las repercusiones que podría tener Miguel por la huelga de hambre que sostiene, como protesta por la separación forzada con su hija, y este les advirtió que por ser un “paciente diabético los bajones de azúcar, por no ingerir alimentos, podría ocasionarle desmayos”.
Hijas de Róger Reyes lloran por no ver a su padre
Fernanda Guevara, esposa de Róger Reyes, lamentó que por el “régimen de incomunicación” al que son sometidos los reos de conciencia en El Chipote, que ni siquiera tienen un calendario establecido de visitas, “no sabemos nada sobre la condición de salud de mi esposo”.
“En recepción nunca se nos da información, entonces, hasta que vea a mi esposo voy a saber de su salud, mientras tanto aquí estamos preocupados, porque no sabemos si ha estado enfermo por esta huelga”, denunció.
Explicó que su pareja le indicó que si para antes del 20 de septiembre no le autorizaban una visita con sus hijas iniciaría una huelga de hambre, demandando el derecho de ver y tener comunicación con sus pequeñas de tres y cinco años de edad, a quienes no ve desde hace más de un año.
Las hijas de Reyes no saben que su padre está encarcelado por el régimen desde el 20 de agosto de 2021. Guevara aseguró que únicamente conocen, porque los fines de semana la acompañan a dejar agua, que su papá está en ese edificio, en El Chipote, “pero no saben que ahí lo tienen secuestrado”.
“Mis hijas no saben que está preso en ese lugar, solo saben que está ahí dentro, eso es todo lo que ellas manejan, y siempre hay llanto porque no pueden entrar a verlo”, lamentó.
Sobre la situación de salud de la presa política Dora María Téllez, exguerrillera sandinista y parte de la Unión Democrática Renovadora (Unamos), quien está en huelga de hambre desde el 23 de septiembre, miembros de la agrupación política a la que pertenece dijeron no tienen mayor información. Además, se llamó y envió mensajes a familiares del preso político Irving Larios, que cumplió doce días en huelga de hambre, pero hasta la publicación de este reporte no respondieron.
Represalias en La Modelo
Familiares de presos políticos de La Modelo también denunciaron en entrevista con CONFIDENCIAL que, luego del anuncio de la huelga de hambre que hicieron algunos reos de conciencia, todos los privados de libertad por motivos políticos han sufrido represalias de las autoridades del penal.
Algunas de las acciones represivas ejecutadas por los funcionarios de La Modelo incluyeron requisas abusivas en las celdas de los presos políticos y amenazas de traslados a celdas de castigo.
“Desde el martes tenemos conocimiento que han estado haciendo requisas en las celdas de nuestros presos políticos. Entran a la hora que quieren, algunas veces en la madrugada, les tiran todo al piso, le meten la mano a todos sus alimentos y los amenazan, les dicen que los van a llevar a las celdas de castigo si están en la huelga de hambre”, denunció un familiar de un preso político de La Modelo.
Otro familiar de un reo de conciencia explicó que la semana pasada su familiar le confirmó que la huelga “continúa” pese a las represalias de las que han estado siendo víctimas. Explicó que el preso político fue víctima de una requisa abusiva en su celda, funcionarios le tiraron todas sus provisiones y le advirtieron que si seguía en la huelga sería llevado a las celdas de castigo conocidas como “la 300”.
Familiares de los presos políticos de La Modelo que no participan de la huelga de hambre también se mostraron preocupados por las medidas ejecutadas por los funcionarios del penal, pues, apuntan, “están yendo contra todos, estén o no en huelga, incluso obligándolos a tomar la chupeta, tomando fotos en el almuerzo, para intentar desmentir a los que dicen que sí están en huelga”.
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo mantiene a más de 200 personas encarceladas por motivos políticos en Nicaragua. Familiares han denunciado que dentro de las diferentes celdas del país los reos de conciencia sufren torturas y malos tratos, y son sometidos a condiciones carcelarias inhumanas y contrarias a los estándares internacionales, ya que, se les niega visitas con sus familiares menores de edad, se les niega acceso a atención médica especializada, a material de lectura y escritura, y se les restringe visitas y acceso a patio sol como método de tortura.