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Policías de civil y paramilitares siguen “infiltrados” en parroquias de Nicaragua

Sacerdotes y feligreses relatan a CONFIDENCIAL cómo resisten bajo vigilancia en las parroquias, y el destierro o exilio de más de 80 religiosos

asedio a iglesias

Ilustración: Confidencial

Redacción Confidencial

2 de agosto 2023

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La persecución de la dictadura orteguista contra la Iglesia católica en Nicaragua ha provocado el “abandono forzado” de decenas de parroquias. Los sacerdotes salen del país para proteger su vida y su libertad. “Pueden anochecer y no amanecer por la persecución política” en sus municipios, asegura el cura Carlos, a quien le negaron el ingreso a su propio país.

Más de ochenta religiosas y religiosos han sido “desterrados” de Nicaragua en los últimos cinco años, la mayoría en el último año y medio. Entre ellos casi cincuenta sacerdotes, de los cuales más de treinta estaban asignados a las Diócesis de Matagalpa y la Arquidiócesis de Managua.

La mayoría de los sacerdotes obligados al exilio o desterrados sufrieron asedio y persecución en sus parroquias. Sin embargo, tras sus salidas muchas veces continúa el mismo asedio contra las parroquias y casas curales, y también persiste la vigilancia en las eucaristías a cargo de policías de civil o paramilitares, según confirmó CONFIDENCIAL a través del testimonio de varios feligreses y religiosos en distintas partes del país.

El sacerdote Carlos asegura que “el asedio siempre está”. Pablo, otro cura exiliado en 2022, agrega que “las amenazas continúan” con el objetivo de que los sacerdotes “estén callados”.

¿Qué ocurre cuando un sacerdote es desterrado o se exilia?


Cuando un sacerdote se ve obligado a exiliarse, o le impiden el reingreso al país, un “consejo parroquial” se reúne y conversa con el obispo de la Diócesis correspondiente, para que la parroquia no quede sin un cura a cargo. El prelado envía a sacerdotes de otras parroquias para organizar que estos celebren las eucaristías más importantes de la semana: el jueves en honor al Santísimo y el domingo. Luego, deben esperar seis meses para que el obispo pueda designar a un nuevo párroco. 

“El obispo coordina con el clero, con los sacerdotes más cercanos, para atender a la parroquia. Las parroquias siempre son atendidas. El problema es que cuando ya se está yendo un sacerdote, otro sacerdote… habrá curas que tendrán una o dos parroquias ahora”, relata el padre Carlos.

Cuando la feligresía del padre Carlos se enteró que no podría regresar, lo llamaron para solidarizarse con la arbitrariedad en su contra. Algunos, le confesaron que solamente comunicarse con él les provocaba miedo. “Es lógico –dice el cura– ya que la dictadura quiere cortar todo tipo de contacto del pueblo con su sacerdote”.

La abogada Martha Patricia Molina, que ha documentado las agresiones contra la Iglesia católica, comenta que la Policía también ha cambiado la forma de asediar las iglesias, lo que no significa que el acoso haya disminuido.

“Los policías no están utilizando su uniforme para asediar, pero el asedio se mantiene permanente. Los laicos y sacerdotes conocen perfectamente a los paramilitares, CPC –Consejos del Poder Ciudadano– y policías que no llegan uniformados para no llamar la atención”, advierte. 

16 sacerdotes han salido de la Diócesis de Matagalpa

En agosto de 2022, la dictadura orteguista inició una escalada represiva contra la Iglesia católica, que empezó con la “curia por cárcel” contra el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, y varios colaboradores.

Desde entonces, unas ocho parroquias de la Diócesis de Matagalpa estuvieron bajo asedio policial. Patrullas de la Policía se estacionaban frente a los templos y fotografiaban a los fieles. También hubo amenazas directas de jefes policiales contra los sacerdotes se referían a los ataques contra la Iglesia en sus eucaristías.

Un monitoreo de CONFIDENCIAL calcula que unos 16 sacerdotes de la Diócesis de Matagalpa han sido expulsados del país o han tenido que exiliarse, la mayoría de ellos en el último año, debido a la persecución política.

Tras la salida de los sacerdotes, algunas parroquias de la Diócesis que estaban bajo asedio, poco a poco regresaron a la calma, mientras la feligresía sigue asistiendo a las misas y mantiene sus grupos de oración. Sin embargo, esa “calma” es “apariencia”, según opinan varios feligreses.

“El asedio es inminente en Matagalpa”, valora Julia, una feligresa de la Catedral San Pedro. Ella asegura que, aunque disminuyeron los policías cerca de los templos, siempre hay vigilancia política, y por eso muchos evitan hablar sobre el encarcelamiento de su obispo, sobre todo en redes sociales.

En febrero de 2023, la dictadura orteguista condenó de forma exprés al obispo Álvarez a más de 26 años de cárcel por delitos fabricados, y uno de los actos más recientes fue el congelamiento de cuentas bancarias y pensiones de los sacerdotes jubilados. Cerca de media docena de sacerdotes también están condenados por delitos comunes o permanecen bajo casa por cárcel de facto, investigados por supuestos delitos de lavado de dinero por los cuales la dictadura señala a la Iglesia y sus sacerdotes.

Fieles tienen temor, pero mantienen solidaridad con sacerdotes

El terror impuesto por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en contra de la Iglesia católica ha alcanzado a algunos fieles. Algunos, como medida extrema, dejaron de congregarse en sus comunidades parroquiales por temor a represalias. Otros, optaron por reunirse en pequeños grupos, siempre en la iglesia, y no en casas particulares.

Carmen, una feligresa del norte de Nicaragua, destaca que –pese a la embestida del régimen orteguista– los fieles “no dejamos solos a los sacerdotes”. 

La iglesia en la que se congrega Carmen –cuyo nombre reservamos por su seguridad– fue una de las afectadas por las medidas restrictivas de la Dirección General de Migración y Extranjería, que hace algunos meses prohibió el ingreso de un fraile. “Fue impactante para todos y algo muy triste, porque él es un sacerdote muy querido”, compartió.

Sea exilio o destierro, dejar el país por la fuerza también tiene un impacto personal en los sacerdotes. “Es un exilio forzado. Yo quiero estar en mi tierra. Todos queremos estar en nuestra tierra, trabajando en nuestra casa, con nuestro pueblo. Nuestra familia”, sostiene el padre Carlos. Pero el sacerdote agrega: “Todo lo que estamos viviendo es parte de una situación política de un régimen que quiere callar a la Iglesia y eso nunca lo van a poder lograr”.

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Redacción Confidencial

Redacción Confidencial

Confidencial es un diario digital nicaragüense, de formato multimedia, fundado por Carlos F. Chamorro en junio de 1996. Inició como un semanario impreso y hoy es un medio de referencia regional con información, análisis, entrevistas, perfiles, reportajes e investigaciones sobre Nicaragua, informando desde el exilio por la persecución política de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

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