9 de septiembre 2023
El sacerdote Osman José Amador Guillén, de 36 años, fue secuestrado la noche de este viernes 8 de septiembre por oficiales de la Policía del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, quienes sin explicar razones lo sacaron de la Catedral Nuestra Señora del Rosario, de Estelí, y se lo llevaron con rumbo desconocido.
Fuentes de la Diócesis de Estelí describieron que el secuestro ocurrió a eso de las diez de la noche, cuando un grupo de oficiales antidisturbios irrumpió en el templo católico, donde se realizaba una reunión entre los miembros del clero.
Otra fuente religiosa dijo a la abogada Martha Patricia Molina, quien ha investigado la persecución a la Iglesia católica en Nicaragua, que el secuestro del sacerdote Osman Amador posiblemente sea una represalia del régimen porque en sus últimas homilías ha estado orando por la libertad de monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí.
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Vinculado con el caso de Cáritas
El padre Amador —quien es originario del municipio de San Fernando, departamento de Nueva Segovia— fue el último director de Cáritas Diocesana de Estelí, cancelada por el régimen en marzo de 2023. Por lo que la investigadora teme que sea vinculado con el caso de los sacerdotes Pastor Eugenio Rodríguez Benavides y Leonardo Guevara Gutiérrez, quienes se encuentran detenidos en “una casa de formación”, en Managua.
Asimismo, la fuente de la Diócesis recordó que cuando ocurrió el secuestro de los sacerdotes Rodríguez y Guevara, en abril pasado, algunas personas reportaron al padre Amador como desaparecido, pero que este se había resguardado por seguridad.
Molina, por su parte, señaló que ya pasaron más de 90 días desde que la Policía secuestró a los sacerdotes Rodríguez y Guevara e inició una investigación contra la Iglesia por supuesto lavado de activos. Sin embargo, el régimen sigue sin decir nada sobre el caso.
"No dicen nada porque no tienen pruebas, no tienen nada", valoró Molina. El secuestro del padre Amador demuestra que "andan desesperados buscando que culpar a alguien", agregó.
La embestida contra la Iglesia
El secuestro del sacerdote Osman Amador es el último de una serie de ataques contra la Iglesia católica en Nicaragua. El régimen también mantiene prisioneros al obispo Rolando Álvarez; el sacerdote Manuel Salvador García, de la parroquia Jesús de Nazareno, en el municipio de Nandaime, Granada; el padre Leonardo Urbina, de la parroquia Perpetuo Socorro, en el departamento de Boaco; y el padre Jaime Iván Montesinos Sauceda, de la parroquia Juan Pablo Segundo, en el municipio de Sébaco, Matagalpa.
El régimen también ha desterrado y forzado al exilio a decenas de sacerdotes y monjas que tenían mucho tiempo trabajando en Nicaragua. El último desterrado fue el rector y director del Colegio Calasanz, de Managua, el sacerdote nicaragüense Mauricio Valdivia Prado, a quien las autoridades del régimen prohibieron la entrada al país cuando volvía de un viaje a República Dominicana.