11 de enero 2023
La imagen de San Sebastián, patrono del barrio indígena de Monimbó en Masaya, se quedó en la entrada de la parroquia Santa María Magdalena, después que el comisionado general Juan Valle Valle, jefe policial de este departamento, le cerró las puertas a los devotos —apoyado en la presencia de decenas de antimotines— cuando intentaban sacar el santo a la calle.
La agresión estatal ocurrió a las 4:40 de la tarde de este martes 10 de enero, después de la bajada de la imagen, una actividad religiosa que concita la alegría y la fe de los masayas en este barrio, pero que se vio empañada por la imposición del jefe policial y la presencia de las fuerzas policiales que cortó cualquier posibilidad de acceso al sitio desde horas antes.
La tradición religiosa de esta comunidad alcanza su clímax con la celebración oficial de San Sebastián el veinte de enero, pero diez días antes se da la bajada, la actividad en la calle y se reza la novena. Este año los ciudadanos fueron víctimas de la prohibición del régimen de las procesiones religiosas, consideradas como un tema de seguridad pública por las autoridades. La dictadura ha intensificado su persecución a la Iglesia católica, encarcelando sacerdotes, expulsando a religiosas y religiosas, y cerrando emisoras que transmitían mensajes cristianos.
CONFIDENCIAL intentó comunicarse con el sacerdote Pedro Méndez, de la parroquia Santa María de Magdalena, pero fue imposible localizarlo a su celular para hablar sobre el tema. El momento más difícil ocurrió cuando Valle Valle —un conocido represor del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, sancionado por Estados Unidos— impidió la salida del santo con brusquedad.
El jefe policial aceptó abrir momentáneamente las puertas con una mirada complaciente hasta que una pobladora le dijo que eran “obedientes”. La imagen se quedó en la entrada, como puede apreciarse en el minuto 14:58 del video publicado en la página de Patronos de Masaya en Facebook. Posteriormente volvieron a cerrar el portón.
Los moradores vieron de frente a la puerta de la parroquia a una hilera de al menos 17 antimotines, según pudo verificar CONFIDENCIAL en la misma grabación.
En una desproporcionada demostración de fuerza, la dictadura envió para poner fin a la procesión a oficiales preparados para combatir a terroristas y narcotraficantes. También había oficiales de línea que esperaban en las camionetas y otros que se encontraron distribuidos en los alrededores. Todo esto causó incomodidad en el barrio.
El coordinador de la cofradía, Santos Mercado, expresó públicamente en el minuto 6:35 al mismo medio de comunicación, en otro vídeo publicado en la misma página, que rechazaba la presencia de oficiales. Se quejó que envió una solicitud para realizar la procesión al delegado de cultura del Estado, el periodista Wilmor López. No solo no recibieron respuesta, sino que Valle Valle llegó a imponerse.
“Esperamos que de hoy al 20 (de enero) haya una respuesta positiva, porque estoy seguro que lo sacamos. Porque la voluntad de Dios no es la voluntad del comisionado Valle Valle”, dijo Mercado.
Frenan la tercera procesión en Masaya
Es la tercera ocasión en que la Policía atenta contra las creencias religiosas de la población en Masaya. El 20 de septiembre de 2022, también las autoridades sitiaron la iglesia San Jerónimo para impedir las festividades del patrón de la ciudad. Dos meses después, hicieron lo mismo en otra actividad en honor a la cruz e hicieron que la población se regresara a la parroquia El Calvario.
En 2018, los masayas fueron víctimas de la represión de la dictadura. Miles salieron a las calles para demandar pacíficamente la renuncia de Ortega. Igual que en todo el país. Se contabilizaron 355 asesinados en el contexto de aquellas manifestaciones en Nicaragua, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
La Iglesia denunció las violaciones de derechos humanos y recibió a las víctimas de la opresión en los templos. La dictadura acusó sin evidencia a los religiosos de “golpistas” y realizó una campaña de odio y represión.
Las tensiones este martes 10 de enero en Masaya coincidieron con la decisión judicial de enviar a juicio al obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, procesado por los supuestos delitos de “propagación de noticias falsas” y “conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional” en un juicio carente de garantías.
Más de 15 oficiales antimotines frente a la entrada de la parroquia Santa María Magdalena en el barrio Monimbó de Masaya para impedir la procesión de San Sebastián. Foto/Captura tomada de video de la página Patronos Masaya en Facebook
El párroco de la iglesia Santa María de Magdalena, Pedro Méndez, fue víctima de la agresión de encapuchados durante la represión del Estado en agosto de 2018. Una fuente cercana a la parroquia informó que la población se encontraba asustada porque pensaban que en este nuevo despliegue de policías sería arrestado, pero finalmente buscaron impedir la procesión.
“Le comunicaron que si quería un permiso debía presentarse a una cita en la Policía este miércoles 11 de enero”, agregaron.