21 de abril 2019
Pese a la firma de varios acuerdos el pasado viernes 29 de marzo, incluyendo uno llamado a “fortalecer los derechos y garantías ciudadanas”, la captura de ciudadanos de parte del régimen de Daniel Ortega no cesa: al menos una docena han sido secuestrados por la Policía en los últimos días, entre ellos el recién excarcelado preso político de Estelí y atrincherado de la UNAN-Managua, Fredrych Castillo, quien ha sido el primero en salir de las celdas de máxima seguridad conocidas como El Infiernillo, sobre las cuales relató las torturas físicas y sicológicas subidas.
“Ahora que estoy libre -digo yo que estoy libre, pero la verdad no me siento así- estoy a la expectativa de que puedan hacer algo a mi integridad física o simplemente un montaje de un delito común para volverme a encarcelar. Eso es fácil y en la prisión nos dimos cuenta que casos así hay muchos”, dijo entonces a CONFIDENCIAL.
Su triste vaticinio se cumplió en la noche de este 19 de abril, cuando fue detenido en las inmediaciones de la Upoli, junto al ciudadano Joe Aparicio, y trasladado a las celdas de la subestación 7 de la Policía Nacional, situada en Villa Venezuela (también conocida como Américas 4). La Policía no brindó detalles de su captura.
Sin embargo, la tarde de este 21 de abril, tras más de 24 horas en prisión, Fredrych y Joe fueron puestos en libertad. También sin explicaciones oficiales.
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— Vendetta🇳🇮 (@Golden_eye64) 21 de abril de 2019
El "estiliano" estuvo preso ilegalmente desde el 20 de julio 2018, hasta el 5 de abril de 2019: ocho meses y medio de cautiverio, sometido a torturas físicas y sicológicas que no lo acallaron, pese a que sabía que era muy probable que encontraran la forma de volverlo a encarcelar.
La lista elaborada por la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, incluye varias personas (todos hombres), que fueron detenidos en el cruce de Nejapa y en Tipitapa (Managua), en San Carlos (Rio San Juan); San Lucas (Madriz); Corinto (Chinandega), y en las cercanías de la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli), donde capturaron a Fredrych Castillo.
Preso por dibujar una bandera
Pedro Sánchez, amigo de los dos jóvenes detenidos (él identifica a Joe como Solórzano, no Aparicio), narra que habían salido a buscar comida a una fritanga a eso de las 8:30 pm cuando “fuimos interceptados por una patrulla” policial, que comenzó a darles persecución, por lo que “todos nos dispersamos”.
Lo siguiente fue que los persiguieron “tanto la patrulla como los motorizados”, y aunque él pudo resguardarse en casa de una familia que le dio cobijo, (y luego esconderse cuatro horas en una zanja, después que los policías lo asediaran al salir de esa casa), sus compañeros no corrieron con tanta suerte.
“Él se vino de Estelí porque los estaban asediando, y no quería afectar sus amigos, porque ya los estaban persiguiendo, aunque no tengan nada qué ver”, relató el exmilitar Eliseo Castillo Calderón, padre del reo político.
Ofrece como prueba de sus palabras, lo que le sucedió a su sobrino Francisco Javier Bonilla Castillo, un adolescente de 17 años de edad, estudiante de secundaria, a quien se llevaron preso “porque había pintado una bandera azul y blanco en la calle. Sin darle opciones de nada. Los amarran y los secuestran”, lamentó el progenitor.
El exmilitar narra que “ellos andaban comprando alimentos, y como esta gente le cae y requisa a quienquiera que ve sospechoso, a ellos los detuvieron y los echaron presos”.
Al conocer la noticia, lo primero que hizo fue trasladarse a la capital para gestionar su libertad y llevarle alimentos. “Lo tienen en la subestación 7 ‘para investigarlo’, pero ¿qué van a investigar nada?”, cuestionó el padre la noche del 20 de abril, cuando Fredrych permanecía en prisión.
¿Por qué oxigenar al régimen?
Lo segundo fue “informar a la gente de la Alianza, pero no sé qué acciones van a tomar al respecto”, dijo. El padre cuestiona que vayan a sentarse nuevamente con delegados del Gobierno –y no con Daniel Ortega- el próximo martes “para ver si se están cumpliendo los acuerdos, pero nada se cumple. Esto es puro teatro: las negociaciones no han llegado a nada; la población no obtiene ningún beneficio; nuestros hijos no tienen ninguna garantía”, lamentó.
El abogado y exdiputado liberal José Pallais, miembro del equipo negociador de la Alianza, hizo notar que “esta represión no cesa”.
Pallais sabe que la ciudadanía espera mucho más de la Alianza. Por ello indica que “seguiremos exigiendo la implementación de los acuerdos, pedir el apoyo de la comunidad internacional; que los testigos y acompañantes se pronuncien para incidir en detener esto; que velen por el cumplimiento de los acuerdos, donde ellos son parte importante, porque firmaron como testigos. Se requiere que tomen un rol más beligerante para que haya confianza en lo firmado”, aseveró.
El jurista opina que “los testigos y acompañantes están para responder ante eventualidades como la que estamos viviendo”, en la que espera “que responsabilicen a la parte que incumple los acuerdos”.
En referencia a la invitación de los testigos y acompañantes para martes, donde les presentarán una propuesta de implementación, “porque están claros que los acuerdos no se han cumplido”, el político leonés dijo que acudirán a la cita “para ver de qué se trata, y evaluar de previo en qué consiste antes de decidir, porque la situación, en vez de mejorar, empeora”, graficó.
Al compartir la lista de los capturados entre Jueves y Viernes Santo, y Sábado de Gloria, Pallais observa una “revictimización de excarcelados. Esto está llegando a niveles de preocupación, pero también de burla contra el pueblo de Nicaragua, contra la comunidad internacional y los testigos mismos”, señaló.
Más perseguidos
La situación del reo político Fredrych Castillo no es única. También estuvo a punto de ocurrir con otras dos ciudadanas recientemente excarceladas: Solange Centeno y Nelly Roque.
Policías intentan detener a las ex carceladas, Solange Peña y Nelly Roque. 1/2 pic.twitter.com/yhHfeJag1X
— LaOvejaNegra (@AmorXNicaragua) 20 de abril de 2019
Esta última narró en un mensaje publicado en la red social twitter, cómo escapó de ser reaprehendida este Viernes Santo, mientras compraba agua en una tienda de conveniencia, hasta donde la siguieron varios paramilitares que secuestraron por unos minutos a un hombre que también estaba en el interior de la tienda.