7 de diciembre 2020
Excarcelados políticos, familiares de víctimas de la represión, líderes opositores de la Coalición Nacional, médicos que atendieron a manifestantes, denunciaron este fin de semana una nueva ola represiva de la Policía, que continúa ejecutando actos de intimidación y asedio en reuniones políticas y en los domicilios privados, imponiendo un régimen de “casa por cárcel”.
La excarcelada política Neyma Hernández y Carlos Pavón, padre de Richard Pavón, uno de los primeros adolescentes asesinados en el contexto de las protestas sociales contra el régimen de Ortega en abril de 2018, recibieron este viernes en horas de la noche un citatorio, entregado por oficiales de la Policía, donde se les solicita presentarse a “entrevista” en la estación policial de Tipitapa.
Hernández explicó a CONFIDENCIAL que decidió “no presentarse” al citatorio policial, ya que su abogada le indicó que en la cédula de notificación ni siquiera se estableció bien el nombre completo y dirección. Además, señaló que la vivienda de sus padres en Tipitapa permaneció asediada y estos no pudieron salir para entregarle el documento en físico.
“Se tomaron la entrada de la casa de mis padres en Tipitapa y, en Managua, se vinieron a tomar la entrada del residencial donde me vine a vivir porque en Tipitapa no me dejan vivir en paz”, denunció.
La entrada de la propiedad de Carlos Pavón también fue cercada por unos nueve oficiales de la Policía. El opositor denuncia que los agentes, desde la mañana del sábado, han requisado a todo el que sale o entra en su vivienda. Además, indicó que por el cerco policial tampoco pudo presentarse al citatorio policial.
“Los enfrenté para que me dijeran la razón, pero ninguno habló. Entonces, considero que el objetivo de ellos es callarnos, pero como padres no nos callarán, siempre seguiremos firmes exigiendo justicia y libertad”, advirtió.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) también denunció, a través de sus redes sociales, el citatorio recibido por la opositora Anielka García.
Los defensores de derechos humanos “condenaron” y calificaron como “arbitrarios” este tipo de citatorios y hostigamiento en contra de las víctimas de la represión gubernamental. Por lo cual, exigieron para los opositores “respeto a la integridad y libertad personal, y cese de la represión”.
Policía impide reunión de la Coalición
Por su lado, la opositora Coalición Nacional (CN) denunció que decenas de agentes antidisturbios impidieron la realización de una reunión de en El Viejo, Chinandega.
Ivania Álvarez, miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) e integrante de la Coalición Nacional, explicó que en El Viejo “pretendían este domingo instalar la Comisión Municipal”, sin embargo, “las personas que tenían que llegar a la reunión fueron asediadas y no se le permitió la entrada al local”.
Álvarez asegura que como agrupación tenían una segunda opción, previendo precisamente el obstáculo policial, pero este sitio indica también “fue asediado” y las personas que lograron ingresar “fueron encerrados por dos horas en esa casa”, hasta que “se les permitió la salida uno a uno”, pero “no pudieron realizar la reunión”.
La opositora afirmó que esperan poder “avanzar” en la conformación de las estructuras municipales a través de las nuevas tecnologías, “ya que definitivamente no se va a poder dar de forma presencial”.
Asedian a Maradiaga y Miguel Mora
Horas antes el opositor Félix Maradiaga, también integrante de la Coalición, denunció lo que calificó como “invasión a la propiedad privada” ejecutada por la Policía, ya que oficiales de la patrulla 1042 ingresaron al reparto donde se dirigía sin mostrarle una orden judicial.
“¡Esto es el colmo! No solo les ha bastado con perseguir permanentemente a los opositores nicaragüenses sino que ingresando a una propiedad privada”, denunció Maradiaga a través de un video que publicó en sus redes sociales.
En tanto, Miguel Mora, asesor del PRD en la Coalición, denunció el bloqueo impuesto por la Policía en las afueras del estacionamiento de su casa.
Los oficiales de la Policía —al ser increpados por Mora— dijeron que “estaban haciendo su trabajo” y que el opositor no estaba autorizado para salir.
En ese contexto, Mora asegura que el régimen de Ortega “ha incrementado la represión y el control policial” contra quienes “consideran líderes opositores”, para “obstaculizar y bloquear el plan de organización territorial”.
Marcan casa de “La Loba”
En Masaya, el asedio en contra de los familiares del preso político Edward Lacayo, conocido como La Loba, inició desde el pasado jueves, cuando una patrulla policial con nueve agentes antidisturbios empezó a apostarse alrededor de todo el muro perimetral de la vivienda.
Karen Lacayo, hermana del preso político, explicó que el asedio en contra de su familia “se ha recrudecido”, indicando que posterior a la presencia de los oficiales su vivienda fue marcada con la palabra “Plomo”.
“Hemos estado y seguimos rodeados desde el jueves… Un grupo de policías y paramilitares están cercando nuestra casa y, aunque no nos impiden la salida, nos toman fotografías y nos persiguen a los lugares donde vamos”, denunció Lacayo en entrevista con CONFIDENCIAL.
La mujer lamenta que desde que su hermano fue detenido "arbitrariamente", desde hace 21 meses, “ningún miembro de la familia ha tenido paz”.
“Uno de estos cuatro días a mi mamá me la bajaron de un taxi, le decían a los taxistas que no la llevaran, cuando ella es una mujer diabética e hipertensa”, mencionó.
Edward Lacayo fue condenado a 15 años de prisión por el delito de tráfico de drogas. En los últimos nueve meses, denuncia su hermana, “le han quitado visita conyugal como castigo porque desde la cárcel sigue protestando por su libertad.
La familia del reo político demanda que “cese ese asedio, persecución y amenazas”, pues afirman los “tienen enfermos, nerviosos y no tienen paz ni a la hora de comer”.
“Nosotros solo andamos pidiendo la libertad de mi hermano. Tenemos tres años sin una navidad con mi hermano; uno porque tuvo que huir por la persecución, y dos por el encarcelamiento ilegal, y desde entonces no nos dejan vivir en paz”, denuncia.
El doctor José Luis Borge, líder de la Unidad Médica Nicaragüense, también denuncia cada fin de semana el “asedio” que persiste en su contra desde hace un año y quince días.
En las afueras de la propiedad del médico se apostan diferentes patrullas policiales y camionetas Hilux, donde se transportan entre tres y seis oficiales de la Policía.
El médico empezó a ser asediado y perseguido, luego de atender a los manifestantes que han protestado contra el régimen de Ortega, además pertenece al grupo de docenas de galenos despedidos como “represalia política”.