2 de mayo 2022
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo autorizó, luego de más de 45 días de incomunicación, la séptima jornada de visitas para los presos políticos encarcelados en la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como El Chipote, detenidos entre junio y noviembre de 2021.
En los nuevos encuentros que se llevaron a cabo entre el 28 y 30 de abril, los familiares de los reos de conciencia constataron que los métodos de tortura y tratos crueles en contra de sus parientes se han agudizado. Los tienen más aislados, son custodiados por un nuevo personal más hostil, se les redujo la cantidad de alimentos y bebidas que reciben, no son llevados a chequeos médicos en la sala de enfermería e incluso tienen menos acceso a medicinas.
Las visitas autorizadas en esta ocasión duraron dos horas y nuevamente fueron vigiladas en todo momento por oficiales de la Policía, que interrumpieron constantemente el encuentro con la toma de fotos y videos. Los familiares de los reos de conciencia denunciaron, en entrevista con CONFIDENCIAL y el programa Esta Semana, que durante las visitas incluso fueron obligados a posar para las fotografías, a quitarse las mascarillas y a dejar de darse muestras de afecto. Además, señalaron que fueron sometidos a requisas todavía más abusivas que las anteriores, ya que los agentes levantaron algunas prendas de vestir y tocaron o palparon zonas genitales durante las revisiones.
Ramón Mendoza , hermano del periodista Miguel Mendoza, afirmó que el ingreso a la visita fue “difícil”, sobre todo para Margin Pozo, esposa del comunicador, debido a que la revisaron “exhaustivamente”.
“Te quitan todo, te meten la mano por todos lados, a más no poder. Es denigrante”, denunció.
Señaló que el estado de Mendoza ha empeorado más que en meses anteriores. “Tiene serios problemas de presión alta y ahora no lo llevan a la enfermería, sino que el médico visita a todos los reos en las celdas, quien desde afuera les pregunta cómo están, y no hay una revisión como antes”, señaló. Además, denunció que su hermano duerme sobre una colchoneta totalmente deteriorada, prácticamente en el concreto de su cama, y le ha ocasionado “serios problemas de espalda y cuello”.
Afirmó que las condiciones carcelarias contra el periodista siguen siendo excesivas e inhumanas, ya que permanece en una celda de castigo, de doble verja, con poca ventilación, con una luz encendida las 24 horas, con poca alimentación y les permiten solo dos horas de patio y sol al mes.
Destacó que a Mendoza, aunque está fortalecido en su fe, le preocupa la desconexión que tiene con su hija, por lo que exigió se autorice una comunicación fluida entre ambos.
El preso político Juan Lorenzo Holmann, gerente general del diario La Prensa, también sufre problemas de presión arterial y tampoco es llevado a consultas médicas a la enfermería, según un reporte publicado por este medio de comunicación.
La familia de Holmann está preocupada por la medicina que él recibe para regular su presión arterial, pues a juicio del cardiólogo de base del preso político, esta podría causarle mayor deshidratación.
La medicina que recibe por prescripción del médico del Chipote es la HCT, de 12.5 miligramos, y la recomendada por su médico de base es la Amlodipina.
Lesther Alemán tiene problemas de presión alta y migraña
Lesbia Alfaro, madre del preso político Lesther Alemán, también denunció que su hijo ha desarrollado problemas de presión arterial, producto de las condiciones carcelarias a las que ha sido sometido en estos casi diez meses de encierro injusto y arbitrario.
“Sigue siempre con su problema de su pierna. Le dijeron que le iban a hacer una placa, una tomografía, pero hasta la fecha siguen con ese problema. Ahora, tiene un problema de presión alta, un muchacho de 23 años, que no es gordo, que incluso está más delgado, resulta con eso, imagínese cómo será ese encierro, para que ahora tenga eso", indicó.
Además, señaló que al líder estudiantil también se ha agravado su problema de migraña, especialmente en las tardes que le dan vómitos y fuertes dolores de cabeza, que solo son atendidos por los médicos del Chipote hasta que el reo de conciencia "grita y dice que ya no soporta".
Alfaro aseguró que el nivel de tortura dentro del Chipote ha llegado al extremo que los reos políticos ni siquiera pueden orar, pues si los escuchan, los mandan a callar. También denunció que a Alemán lo llevan diariamente a interrogatorios y siguen sin autorizarle material de lectura. "Yo me pregunto por qué siguen esos interrogatorios, si supuestamente ellos ya están condenados. Dice que ahora les preguntan por las municipales, pero no, quién va a andar en esas cosas", apuntó.
Política de desgaste y tortura
Ana Lucía Álvarez, hermana y sobrina de las presas políticas Tamara Dávila y Ana Margarita Vijil respectivamente, también indicó que están sumamente preocupados por la condición en la que encontraron a sus parientes encarceladas, por lo que, consideró que es fundamental, igual que se hizo hace algunos meses, “lanzar un S.O.S. y alzar la voz con fuerza para denunciar lo que está pasando”.
“Tamara, mi hermana, por ejemplo, calculamos que ha perdido cerca de diez libras en 50 días, lo cual hace que Tamara esté rondando las 90 o 95 libras. Cuando ella entró al Chipote, tenía cerca de 145 libras, lo cual nos indica que está en una situación de desnutrición. Ana Margarita también está mucho más flaca. Ninguna tiene acceso a material de lectura, no tienen acceso a conversar con otras personas, no se les garantiza el acceso a patio para tomar sol, ya no las sacan a las sala de atención médica, ahora las revisan en la celda. Eso hace que el nivel de aislamiento sea mayor”, denunció.
Resaltó que lo que ocurre en El Chipote es “una política de Estado intencionada de desgaste y de tortura, focalizada en la falta de atención médica para que sus cuerpos se vayan deteriorando y sean susceptibles a cualquier situación”.
Además, destacó que como familiares de presos políticos están “preocupados porque ya hemos visto el fallecimiento de Hugo Torres y otras situaciones también de presos políticos que han salido en estado vegetal de las cárceles en Nicaragua y la verdad es que esto no puede volver a ocurrir”.
Denunció que Tamara Dávila, igual que otras presas políticas, sigue en una celda de castigo y no le permiten ningún tipo de comunicación con su hija de seis años, señalando que dicha medida es “una manera que este régimen genocida, que busca someter el espíritu de los y las presas políticas, de anular la individualidad de estas personas”.
El régimen de Daniel Ortega mantiene a más de 180 personas encarceladas por motivos políticos en las diferentes cárceles del país. Organizaciones nacionales e internacionales han exigido la inmediata liberación de estos ciudadanos que han sido condenados por participar en las protestas sociales y denunciar las violaciones a derechos humanos que se continúan cometiendo en Nicaragua.
Suyen Barahona urge atención odontológica
César Dubois, esposo de Suyen Barahona, presidenta de la organización política Unamos, antes MRS, denunció que la rea de conciencia sigue perdiendo peso, ya que las autoridades del Chipote le continúan reduciendo la cantidad de alimentos y bebidas.
“Ahora le dan menos y en los fines de semana la cantidad todavía es menor y eso impacta en el estado nutricional que tiene. Sumado a esto, nosotros diariamente le pasamos dos bebidas y tres litros de agua, que es lo único que nos permiten. Supimos que solo tres veces a la semana les están entregando una de las bebidas que les dejamos. Están en una situación muy difícil”, indicó Dubois.
Afirmó que la salud de su esposa también se sigue deteriorando pues, además de perder peso, también padece de dolores de espalda, como consecuencia de dormir directamente sobre el concreto de su cama, porque no tiene una buena colchoneta; y problemas dentales que, pese a haber sido informados, siguen sin ser tratados por un especialista.
Dubois aseguró que Barahona, aún después de ser condenada por el supuesto delito de menoscabo, “sigue siendo interrogada, la mantienen incomunicada, aislada, no le permiten que se comunique con nadie y la castigan si habla solo por hablar”.
Destacó que como familia, en esta nueva visita, volvieron a insistir en que Suyen tenga contacto con su hijo de cinco años, a través de una foto o dibujo, y se le permita material de lectura, al menos una Biblia, pero las autoridades nuevamente lo rechazaron.
Violeta Granera es diagnosticada con vitíligo
La familia de Violeta Granera, activista política y miembro de la Coalición Nacional, a través de un comunicado, dijo estar preocupada por la situación de su pariente, ya que se encuentra “débil físicamente, ha tenido crisis de presión alta y tiene problemas cardíacos que pueden agravarse con su hipertensión si no es atendida a tiempo”.
“Estamos también preocupados pues tiene en todo su cuerpo manchas blancas. Le diagnosticaron que era vitíligo. Igual tiene por todo su cuerpo manchas rojas que se ven como lunares. Esto adicional a sus problemas dentales que no han sido atendidos”, denunciaron.
Los familiares solicitan que Granera sea enviada a “arresto domiciliario, el cual está estipulado por ley, debido a su condición de persona valetudinaria”.
“Tememos que pueda agravarse su salud y que no sea atendida como es debido”, expresaron.
Medardo Mairena tiene alergias y problemas de circulación
Parientes del preso político Medardo Mairena, del Movimiento Campesino denunciaron, en entrevista con CONFIDENCIAL, que el líder campesino continúa siendo víctima de torturas en El Chipote, pues permanece en una celda de castigo, con poca circulación de aire y con una luz encendida las 24 horas del día.
Mairena, según sus parientes, también tiene poco acceso a horas de patio para tomar el sol, sigue perdiendo peso y ha desarrollado alergias y problemas de circulación de la sangre por las deplorables condiciones carcelarias en las que se encuentra.
“Pese a todo lo que está pasando, el mensaje que envía a los nicaragüenses es que: ´No se desanimen. Sigan orando por esa Nicaragua democrática que todos anhelamos. El Señor escuchará a su pueblo´”, indicaron.
Régimen restringe acceso a medicinas como método de tortura
Cristian Tinoco, hija de Víctor Hugo Tinoco, también afirmó que están sumamente preocupados porque encontraron a su padre "pálido, por el poco acceso a patio sol, delgado y con signos de pérdida de memoria".
“Fue impresionante para mí cuando le pregunté por una pastilla que él toma desde hace años y me preguntó cuál era esa, me dijo que no se acordaba. Ahí me preocupó porque él es una persona organizada y no se acordaba de una pastilla que ha tomado por años, que la sigue usando y que se supone que se la están dando”, indicó.
Asimismo, denunció que Tinoco fue privado durante tres semanas, de manera injustificada y con aparente intención de tortura, de la medicina que le fue prescrita por un psiquiatra para controlar sus crisis de depresión.
“Cayó en depresión, en tristeza, en llanto, pensando en mi condición de salud, porque en la visita anterior mi mamá le dijo que me habían cambiado la quimioterapia por otra porque la que me habían puesto desde el principio no estaba funcionando, y eso le quedó dando vuelta en la cabeza a mi padre y fue peor porque no le dieron el medicamento que le trata la ansiedad”, señaló.
Explicó que como familia cumplen en tiempo y forma con la entrega de las medicinas que requiere Tinoco. Sin embargo, al reo político los funcionarios le adujeron que no le entregaban dicho medicamento antidepresivo porque “no lo tenían, porque sus parientes no la habían llevado y porque no estaba en inventario”.
Cristian apunta que constataron que hubo un cambio de personal en El Chipote, que tienen una actitud más hostil y restrictiva, y que su padre incluso les comentó que varios reos políticos fueron cambiados de compañeros, pues en su caso, que estaba con Pedro Joaquín Chamorro, lo ubicaron con Luis Rivas Anduray.
También, denunció que para ingresar a la visita con Tinoco fue requisada de forma abusiva, pues la policía que la revisó incluso le dio una palmada en sus genitales. “Le dije que me sentía violada y ella me dijo que era parte de su trabajo”, comentó.
Tinoco afirma que el reo político envió tres peticiones a nombre de los presos políticos, entre estás: visitas periódicas de al menos dos veces al mes, incluida entre esas una visita conyugal; autorización de comunicación o visitas con menores de edad, y acceso material de lectura.