1 de marzo 2020
El periodismo nicaragüense conmemora este primero de marzo el Día Nacional del Periodista en medio de la censura televisiva y más de dos mil agresiones contra la libertad de prensa por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, desde el inicio de las protestas ciudadanas en abril de 2018.
Desde que empezó la rebelión cívica, la dictadura ha intentado por todos los medios “aplastar a la prensa independiente” con diversos ataques como el asesinato del periodista Ángel Gahona, la quema de Radio Darío, el bloqueo aduanero a La Prensa, la confiscación de facto de 100% Noticias y Confidencial, e imponiendo la censura televisiva, denunció Carlos Fernando Chamorro, director de Esta Semana y Confidencial.
En una entrevista en el programa radial Onda Local, Chamorro señaló que persiste “una decisión política de la dictadura que pretende mantener la censura contra Confidencial y 100% Noticias”, debido a que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) tiene un año sin resolver sobre los recursos de amparo interpuestos tras el embargo y confiscación de ambos medios de comunicación.
“Lo que aquí ha ocurrido es una acción de fuerza del Estado que ha impuesto, por la vía de facto, una censura televisiva, lo que afecta a los sus periodistas, pero sobre todo a los ciudadanos porque le están quitando la oportunidad de informarse” por medios masivos, indicó.
A pesar que la dictadura levantó el bloqueo aduanero que mantuvo por más de 500 días al diario La Prensa, Chamorro insistió en que no se ve un cambio real en la situación del periodismo nicaragüense porque persisten los ataques por parte de la dictadura Ortega-Murillo.
“Las dictaduras no dan explicación sobre sus decisiones políticas, a nosotros nos toca seguir ejerciendo el periodismo. No hay ninguna señal de restitución dela libertad de prensa, excepto la recuperación de esos espacios que nosotros estamos haciendo día a día al no aceptar la censura, ni la autocensura y a seguir haciendo periodismo”, dijo.
Siguen amenazas y ataques
La Fundación Violeta Barrios de Chamorro ha contabilizado desde el 18 de abril de 2018 hasta el 25 de febrero de 2020, al menos 2075 violaciones a la libertad de prensa. En lo que va del 2020 registran 72 nuevos ataques a periodistas.
El pasado 25 de febrero, el régimen volvió a mostrar su odio contra la prensa independiente, cuando al menos una docena de comunicadores fueron objeto de agresiones por parte de fuerzas policiales mientras brindaban cobertura a varias manifestaciones. Solo ese día, la Fundación Violeta Barrios contabilizó 16 agresiones contra periodistas independientes.
Para el periodista y docente universitario, Juan Ramón Huerta, la censura que vive en la actualidad la prensa nacional es superior a lo vivido durante la dictadura de los Somoza.
“El somocismo hizo cosas que fueron asombrosas en términos de censura, destruyeron y quemaron La Prensa, cerraban los radioperiódicos, pero actualmente los ataques son más brutales”, expresó durante el programa radial.
Huerta indicó que desde el discurso de toma de posesión de 2007, Ortega “nos advirtió a los periodistas que éramos enemigos y teníamos que hacer un periodismo diferente y detrás de eso vino la censura”.
“El hecho que nosotros en Artículo 66; los periodistas de La Prensa; los colegas que han creado sus medios digitales; o Confidencial y Esta Semana, que siguen haciendo periodismo a pesar de tener confiscado su sala de redacción, son muestras de resistencia”, dijo por su parte Álvaro Navarro, en entrevista con el programa Esta Semana, que se transmite en línea, debido a la prohibición del régimen para hacerlo en televisión abierta.
Hay mucha valentía
La periodista Ángela Saballos, que participó en el programa de Onda Local expresó sentirse “orgullosa” por el periodismo nacional porque ha encontrado nuevas formas de vencer la censura, a través de internet y las redes sociales.
“Sabiendo que tenés enfrente al que te va a matar, con su fusil desenfundado, con la cólera que ves en sus ojos, porque les han dicho que somos sus enemigos, y les podemos escuchar todo el tiempo cómo ellos consideran que el enemigo es aquel que habla y dice la verdad (…) aún así tenemos a jóvenes periodistas que siguen luchando por informar”, expresó.
Saballos insistió en que el poder “siempre le teme a la libertad de expresión” porque “las dictaduras no resisten escuchar la verdad”.
Carlos Fernando Chamorro afirmó que este es el gran triunfo de los reporteros que desde el 18 de abril han cubierto la rebelión cívica, la represión y la resistencia ciudadana.
“Hay que festejar la presión de los reporteros que provocaron grandes cambios a medios de comunicación, que antes estaban viendo a otro lado, y tuvieron que defender el periodismo independiente en medio de la masacre de la dictadura”, manifestó.
Compromiso intacto
La redacción de Confidencial, Esta Semana, Esta Noche y Niú, siguen ilegalmente secuestradas por la policía del régimen, mientras Wilfredo Miranda, redactor de CONFIDENCIAL, destacó cómo se mantiene intacto el compromiso de informar, pese a las agresiones policiales en contra de los periodistas.
A propósito del Día Nacional del Periodista, Miranda dijo que “celebramos el compromiso del periodismo independiente, de seguir contando lo que pasa, pero también el desafío de construir memoria histórica a partir de lo que sucedió en abril 2018”.
Al recordar que este martes dos de marzo, el Diario La Prensa arriba a sus 94 años de existencia, Eduardo Enríquez, jefe de prensa de ese rotativo, celebró que “los reporteros jóvenes han respondido de una manera tremenda, no solo con investigaciones y trabajos de fondo, sino con una gran valentía para mantener la cobertura en el día a día, sin bajar la guardia”.
Medios y ciudadanía
Los periodistas enfatizaron la importancia de contar con ciudadanos que informen lo que ellos mismos están atestiguando, pero también, de periodistas que cumplan la labor profesional de informar.
En ese tándem, Navarro prefiere abordar lo que denomina “la solidaridad de la gente, que también perdió el miedo”.
“Los ciudadanos, desde sus casas, a través de sus teléfonos celulares, conscientes de las limitaciones que los periodistas y los medios de comunicación hemos tenido en estas circunstancias, han jugado un papel muy importante para ayudarnos a romper el cerco”, relató.
“La gente en los barrios y municipios también quiere que se sepan las cosas, y nos han visto como un medio que puede hacer llegar esos contenidos de forma más amplia –además de difundirlo a través espacios en las redes sociales- y ese ha sido el gran triunfo que han tenido la libertad de expresión y el periodismo”, reiteró.
Al referirse a la diferencia que hay entre el ciudadano que envía la información que captó a través de su celular, con el rol del periodista, Miranda admitió que los medios se nutren de la alerta ciudadana que permite enterarse de lo que está pasando en muchos lugares a la vez.
El comunicador recordó cómo las personas que estaban en Metrocentro en el momento en que comenzó un piquete de protesta sacaron sus celulares, se pusieron a grabar, y comenzaron a enviarlo a sus redes de contacto, de donde llegó después a las salas de redacción.
“El trabajo del periodista es retomar eso y corroborarlo. Cruzar la información y comprobarla. Eso fue clave para Confidencial durante la crisis, cuando recibíamos cientos de audios y videos, y nuestra obligación era corroborarlo antes de usarlo”, rememoró.
“El ciudadano empoderado con su celular, en conjunto con el periodismo independiente, han derrotado la ilusión que tenía el régimen, de tener control. Ellos se fueron encima de la televisión abierta, por considerar que es la que llega al gran público”, pero “la idea del régimen, de que tenía copados todos los canales de información, y que sería el único que iba a tener un discurso, ha fracasado estrepitosamente”, sentenció Enríquez.