3 de agosto 2023
AA
Share
El periodista Armando Amaya se calló por seis meses el destierro que sufrió a manos del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
“No tenía la fuerza para contar lo sucedido, pero en este momento estoy listo para denunciar las arbitrariedades que la dictadura ha cometido en mi contra por informar la verdad”, expresó el comunicador en entrevista con el programa Esta Noche.
Amaya, director de la plataforma “La Cutacha Noticiosa”, viajó a Guatemala el 26 de enero de 2023 para culminar un diplomado en comunicación, derechos humanos y diversidad, del que era becario. Dos días después, el 28 de enero, cuando se disponía a tomar su vuelo de regreso a Managua, la aerolínea le informó que no podía abordar, porque “el Gobierno nicaragüense le había negado el ingreso al país” y sin mayores explicaciones le orientaron abocarse a la Embajada de Nicaragua en Guatemala.
“El régimen no tenía ningún motivo para no dejarme entrar, porque yo no represento una amenaza para el país. Informar la verdad no es un crimen”, aseveró.
Más de una década como periodista
En 2010, inició a trabajar en Canal 23 coordinando el área de prensa y presentando el noticiero diario. Ocho años después, en 2018, se incorporó al equipo de Canal 12, donde cubrió la represión policial en contra de las manifestaciones cívicas. En múltiples ocasiones fue víctima de asedio y amenazas por parte de funcionarios y simpatizantes del gobernante Frente Sandinista.
En 2019, mientras cubría una protesta cívica por la liberación de los presos políticos en el centro comercial Managua, fue agredido por un policía que le hizo resbalar cuando huía de los ataques policiales y su brazo izquierdo resultó fracturado.
A mediados de 2020, salió de Canal 12 y fundó “La Cutacha Noticias”. Se exilió en Costa Rica un año después, debido al recrudecimiento de la persecución en contra del periodismo independiente, pero regresó a Nicaragua a finales de ese mismo año, para atender asuntos familiares.
“Volví con mucho miedo e incertidumbre, pero al mismo tiempo pensaba que no había hecho nada malo”, relató Amaya, quien antes de su destierro se encontraba cursando una segunda carrera en Derecho.
“Hace 15 días me avisaron que andan con una foto mía preguntándoles a mis exvecinos dónde me encuentro, qué hagó. Pero si ellos mismos no me dejan entrar al país, no sé con qué objetivo andan diciendo que tengo una orden de captura”, denunció.
“Lo perdí todo”
En Guatemala se encuentra solo. No tiene familiares ni amigos. Tampoco cuenta con un empleo fijo que le permita sobrevivir en el país centroamericano, aunque de vez en cuando trabaja lavando carros y vende comida típica nicaragüense para solventar los gastos de renta y alimentación.
“Quedé en la calle cuando me desterraron. Solo tengo tres mudadas y un par de zapatos. Lo perdí todo. Todo por culpa de la dictadura”, manifestó durante la entrevista.
A pesar de la adversidad y el duro comienzo, Amaya asegura que continuará ejerciendo periodismo independiente desde Guatemala.
Si usted desea apoyar al periodista puede contactarlo al +502 4137 8936.
