10 de mayo 2017
José Alfredo Silva Chamorro, juez Quinto del Distrito Penal de Managua, impuso la pena máxima a Juan Gregorio Rocha Romero, Pedro Rocha Romero, Tomasa Rocha Romero y Franklin Jarquín Hernández, por los delitos de asesinato y secuestro simple, en perjuicio de Vilma Trujillo, una joven originaria de la comunidad El Cortezal, Rosita, Región Autónoma del Caribe Norte, quien murió quemada en una hoguera.
A Esneyda Orozco, la mujer que supuestamente tuvo la revelación de meter a Vilma Trujillo a la hoguera, solo se le dictó una condenad de 30 años por el delito de asesinato. La acusada quedó absuelta del cargo de secuestro simple, por decisión del jurado de conciencia.
La pena máxima por el delito de asesinato es de 30 años. Por el cargo de secuestro simple es de seis y 300 días multas, equivalente a 15 600 córdobas. Sin embargo, el juez Silva Chamorro, reajustó la condena porque la legislación nicaragüense no contempla un tiempo de cárcel mayor de 30 años.
Vilma Trujillo estuvo expuesta al fuego, alrededor de cinco horas, mientras estaba amarrada de pies y manos a un tronco, en contra de su voluntad. La joven falleció en el hospital Lenín Fonseca, de Managua, a causa de quemaduras en el 80 por ciento de su cuerpo, como resultado del ritual religioso practicado la madrugada del 21 de febrero.
Sentencia justa
Previo al anuncio de la sentencia, los acusados permanecieron sentados, resguardados por oficiales de la Policía Nacional. El único que puso atención, sin interrupción, fue Juan Rocha, señalado como el pastor de la agrupación evangélica que había en El Cortezal, ligada a las Asambleas de Dios, una congregación que cuenta con miles de seguidores en Nicaragua.
Después de escuchar la sentencia, Tomasa Rocha y Esneyda Orozco se abrazaron y lloraron desconsoladamente. Los otros tres acusados no se inmutaron y al ser cuestionados por los medios de comunicación para conocer si estaban o no arrepentidos por las acciones en contra de Trujillo, la seguridad policial interfirió y los retiró de la sala.
Esneyda y Tomasa guardaron silencio. Antes de salir de la sala abrazaron a parte de su familia y luego se retiraron, también resguardadas por agentes policiales.
Fabiola Mendoza, fiscal del Ministerio Público, manifestó que estaba satisfecha por la condena impuesta por el juez y agregó que, a pesar de que la legislación nacional no permite una pena mayor de 30 años, había sido un proceso claro en el que se demostró la culpabilidad de todos los detenidos.
Isidro Trujillo, defensa de Esneyda Orozco, aseguró que apelaría la sentencia del juez, con el objetivo de disminuir los años de cárcel que podría pasar su defendida.
“No tiene antecedentes penales, ella no tuvo el mismo grado de culpabilidad que los demás. Y es madre de cuatro hijos y otro que viene en camino”, consideró Trujillo.