22 de junio 2019
El líder campesino Pedro Mena fue recibido este sábado como héroe en su comunidad de La Fonseca, Nueva Guinea, luego de permanecer 11 meses en la cárcel como preso político, tras participar en protestas contra el presidente Daniel Ortega, en medio de la crisis sociopolítica que afecta al país.
Decenas de campesinos de La Fonseca y otras comunidades rurales de Nicaragua dieron la bienvenida a Mena, en un ambiente de fiesta que abarcó las principales calles del lugar, que incluyó una misa de acción de gracias y repartición de comida entre los lugareños.
El líder campesino, liberado por el Gobierno el 11 de junio bajo una Ley de Amnistía, había sido condenado en febrero pasado a 210 años de prisión por la justicia nicaragüense, pese a que las leyes locales establecen una pena máxima de 30 años de cárcel.
Mena y los también líderes campesinos Medardo Mairena y Orlando Icabalceta, habían recibido condenas que juntas sumaban 585 años tras las rejas, algo sin precedentes en Nicaragua.
Los líderes rurales habían sido encontrados culpables por el delito de terrorismo, así como por el asesinato de 4 policías, a pesar de que su defensa y decenas de opositores divulgaron pruebas de que ellos estaban a unos 400 kilómetros del lugar del crimen en el momento en que fue ejecutado.
El recibimiento de Mena estuvo adornado con la bandera nacional de Nicaragua, considerada por las autoridades como un símbolo de protesta contra Ortega, lo que ha sido prohibido por la Policía Nacional porque la medida contradice la Constitución según sus críticos.
Aunque el viaje desde Managua hasta la comunidad La Fonseca puede durar casi 10 horas, al líder campesino le tomó 11 días, por razones de seguridad, ya que, según la oposición, la Policía Nacional y paramilitares mantienen asedio sobre los manifestantes recién excarcelados.
Como parte del Movimiento Campesino de Nicaragua, Mena empezó sus protestas contra Ortega en 2013, cuando rechazó el proyecto del canal interoceánico de la empresa china HKND, y en abril de 2018 se unió a las demandas de renuncia del presidente tras la muerte de cientos de manifestantes.
La crisis sociopolítica que vive Nicaragua desde hace 14 meses ha dejado al menos 326 muertos, según datos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Organismos locales elevan la cifra a 594. El Gobierno reconoce 200.