24 de enero 2016
La destitución del comisionado general Róger Ramírez, jefe de la Delegación Policial de Managua, obedece a una intensa crisis interna en las estructuras de la institución policial, coinciden diversas fuentes consultadas por Confidencial.
"Hay contradicciones internas en los altos mandos de la Policía, por distintas razones. Unos por considerase más cercanos a la pareja presidencial, otros porque obedecen más a Daniel Ortega o a Rosario Murillo y en este triste rol ha quedado la comisionada (Aminta) Granera, que prácticamente solo está en la nómina como jefe de la Policía. Pareciera que no está en el ejercicio real del cargo", asegura el general en retiro, Hugo Torres.
Para la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, Cenidh, Vilma Nuñez, "esto es un reflejo de las contradicciones (...) no creo que sea una actitud de rectificación, que haya un comportamiento de conformidad con la Ley y la Constitución, sino que definitivamente es una pasada de cuentas entre ellos", sentencia.
La directora ejecutiva del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas, Ieepp, Elvira Cuadra, considera que esta decisión es resultado de las múltiples y severas críticas a la Policía Nacional, que "ha estado muy cuestionada por sus actuaciones y la verdad es que no han respondido de la mejor manera a todas las situaciones que se han presentado".
En el proceso de apartar a Ramírez de su cargo, explica Hugo Torres, se ha maniobrado "de tal forma que no se cree una imagen cisma en la Policía, una imagen de pugnas fuertes internas" y "tratando de minimizar los efectos de una medida de esa naturaleza".
"Te podrán decir que salió, que está en reunión, que está enfermo, pero la verdad es que está separado por una orden superior”, sostuvo a Confidencial una fuente cercana a la Policía.
Lo que hace falta conocer son las "verdaderas razones" por las que se ordenó la salida de Ramírez, insiste Torres.
Fuentes vinculadas a la institución han dicho a Confidencial que se debe a posibles "problemas en el manejo de fondos", aunque otros aducen motivos “delicados” que aún no han sido confirmados.
Al comisionado general Róger Ramírez, desde la perspectiva del Cenidh, "lo veíamos como la persona que ciegamente obedecía lo que Daniel Ortega y Rosario (Murillo) le decían", afirma su presidenta, Vilma Nuñez.
Francisco Díaz al mando
"Lo único que he escuchado es el supuesto nombramiento del comisionado Francisco Díaz al frente de la Policía de Managua, eso significaría la remoción de Ramírez. No sé si es que lo destituyen y pasa a retiro o es si pasa a lo que se le conoce popularmente como la casual, que es sin cargo", explica Torres.
El comisionado general Francisco Díaz, jefe de Seguridad Pública y consuegro de la pareja presidencial, es la figura a través de la que hoy se canaliza el poder en la institución policial.
Díaz es para algunos, un personaje con mucha preparación técnica. Es, según Elvira Cuadra, "la persona que yo pensé siempre que iba a sustituirla a ella (Aminta Granera)". Para Cuadra, el jefe de Seguridad Pública, "es un policía de siempre. Es fundador de la Policía, conoce todas las especialidades de la Policía" y "desde el punto de vista técnico y profesional sí es una persona con experiencia y con capacidad".
Para Hugo Torres, Díaz "es uno de los orteguistas más furibundos dentro de las filas policiales. Es de los que no esconde su simpatía abiertamente hacia la pareja presidencial" y "lo que yo conozco de gente allegada ahí en la Policía, es que no es de los comisionados más brillantes, que no se le tiene en alta estima desde el punto de vista profesional", asegura.
Vilma Nuñez, presidenta del Cenidh, en varias ocasiones tuvo acercamientos con el comisionado general Díaz y recuerda que antes que el comandante Daniel Ortega asumiera el poder en 2007, "Francisco Díaz era una persona que tenía una excelente comunicación con nosotros, con el Cenidh, al extremo de discutir en algunas oportunidades problemas de derechos humanos que se daban y había una relación institucional muy abierta".
Nuñez considera que "él además tiene el estigma que nadie cree que pueda estar haciendo una cosa independiente y de acuerdo a la institución porque es el consuegro de ellos (de la pareja presidencial) (...) de Francisco Díaz guardamos buenas impresiones hasta que decidió ser una persona completamente alineada, no solo por el vínculo familiar, sino por su comportamiento".
La presidenta del Cenidh, no cree que al estar el comisionado general Díaz al mando haya un cambio en el rumbo de la dirección o en la imagen que hoy proyecta la Policía.
Por su parte, la directora ejecutiva del Ieepp, Elvira Cuadra, sostiene que "independientemente del caso de las Jagüitas (operativo policial en el que murió una mujer y dos niños) que es grave, a eso se suman otros muchos casos no solo en Managua que pesan mucho sobre la credibilidad, sobre la figura de autoridad de la Policía como una institución del Estado encargada de proteger a la ciudadanía. Quien asuma la jefatura de Managua tendrá que recuperar esa confianza y credibilidad", concluye.