16 de julio 2016
Allison Molina y David Páramo guardaron silencio. Ni el médico, ni la joven que lo denunció por mala praxis, intervinieron en la audiencia preliminar celebrada este 15 de julio y en la que se admitió la acusación en contra de Páramo por los delitos de lesiones imprudentes y lesiones psicológicas graves en perjuicio de Molina.
Esta es la segunda causa que Páramo enfrenta en un mes.
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Este viernes, la Fiscalía detalló que en la operación de aumento de senos que el doctor le practicó a Molina en julio de 2014, hizo una incisión de cuatro milímetros que ocasionó un hemotórax, es decir “una acumulación de sangre en el espacio existente entre la pared torácica y el pulmón”.
Un error quirúrgico que casi la mata, afirmó el Ministerio Público.
“Al levantar el músculo pectoral, rompió una membrana”, desgranó la Fiscal en su acusación. De acuerdo a ella, Páramo fue “imprudente” y solo le informó a Molina de una “pequeña complicación en la mama izquierda, pero que todo estaba bajo control”.
Pese a que la joven no podía respirar, le dio de alta y la envió a su casa. En el expediente clínico el cirujano presuntamente apuntó que la “paciente no sufrió ningún cambio” en el procedimiento.
“Desde ese momento, el 18 de julio de 2014, el acusado ha querido evadir su responsabilidad en relación a los hechos”, aseveró Elías Soto, abogado de Allison Molina.
Además, de acuerdo a la Fiscal, el médico supuestamente pidió a Molina que firmara una hoja de consentimiento informado bajo anestesia y no le explicó sobre los riesgos de la cirugía, ni le ordenó un ultrasonido de mamas, que indicaría si su cuerpo era apto o no para recibir los implantes.
Acusación es “oscura”
La defensa de David Páramo apuntó que la acusación del Ministerio Público era “oscura” y que no llenaba “ninguno de los requisitos necesarios” para ser aceptada.
Según la abogada Karina Duarte, Páramo no posee récord criminal, no es un peligro para la sociedad, ni ha tenido “ningún juicio previamente”. Pese a que el cirujano en 2005, enfrentó una causa por exposición de personas al peligro y lesiones culposas.
Los doctores, resaltó Duarte, no son “dioses”, por lo tanto en su humanidad caben los errores. Errores que no deberían manchar toda la larga trayectoria de un doctor, destacó.
Pese a su alegato, la juez Ivette Pineda, titular del Juzgado Sexto Local Penal de Managua,—quien también es la autoridad que ve el presunto homicidio imprudente de Lizandra Jarquín—, admitió lo presentado por la Fiscalía y programó el inicio del juicio oral y público para el 23 de agosto de 2016.