19 de diciembre 2022
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El papa Francisco atribuyó la prudencia de El Vaticano en el caso de Venezuela y Nicaragua a que “la Santa Sede siempre trata de salvar los pueblos. Y su arma es diálogo y diplomacia”.
Así lo dijo en una extensa entrevista ofrecida el pasado 17 de diciembre a los periodistas Julián Quirós y Javier Martínez-Brocal, el primero director del diario español ABC y el segundo su corresponsal en El Vaticano, la que realizaron justo cuando el primer pontífice latinoamericano cumplió 86 años.
En septiembre pasado, mientras Francisco regresaba desde Kazajistán, afirmó que existía un diálogo con el gobierno nicaragüense, sin que eso significara que se "aprobaba o no "lo que hacen las autoridades, las mismas que expulsaron del país en marzo pasado al nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag.
Papa Francisco insiste en la "paciencia y el diálogo"
En la entrevista con ABC, Francisco dijo: “La Santa Sede nunca se va. La echan. Siempre trata de salvar las relaciones diplomáticas y salvar lo que se pueda salvar con la paciencia y el diálogo”.
En agosto pasado, la Policía inició un asedio policial tenaz contra monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, cuando visitaba Managua. Álvarez es considerado el personaje del año por el Consejo Editorial de CONFIDENCIAL, un “reconocimiento a su coherencia, su labor pastoral, y su ejemplo de su dignidad y resistencia ante la persecución y el acoso”.
Su caso ha despertado el interés de la comunidad internacional, que ha denunciado a los Ortega como perseguidor de la Iglesia católica. La dictadura acusó el 13 de diciembre pasado al obispo por los supuestos “delitos de conspiración para el menoscabo de la integridad nacional” y “propagación de noticias falsas”, de manera similar como ha hecho con opositores políticos.
En el caso del obispo se trata de una represalia por su voz profética en medio de la represión. Con la judicialización de Álvarez, Ortega llega a un clímax su persecución religiosa en 2022.
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En 2019, monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de Managua y otra voz crítica del régimen Ortega-Murillo, debió salir el país por recomendación del Papa ante amenazas de fanáticos sandinistas. El 19 de diciembre pasado, la defensora de derechos humanos, Bianca Jagger, cuestionó el silencio del Vaticano y la Conferencia Episcopal de Nicaragua, mientras pidió a los nicaragüenses “no dejarse amedrentar por lo que está haciendo esta pareja criminal”, en una entrevista con el programa televisivo Esta Semana.
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Ortega ha promovido el odio contra la Iglesia católica en sus discursos, acusándolos sin pruebas de ser golpistas e incluso de instigar su asesinato en 2018, cuando miles de ciudadanos salieron a las calles a pedir su renuncia. El régimen respondió con una brutal represión, dejando centenares de muertos, pero señaló a los ciudadanos de intentar derrocarlo, mientras los líderes católicos abrieron las puertas de sus templos para recibir a las víctimas del Estado.
Álvarez fue uno de quienes acompañó a los nicaragüenses perseguidos. También, desde el púlpito de la Catedral de Matagalpa, narró la enorme migración causada por el empeoramiento de la situación en Nicaragua.
El obispo de Matagalpa se encuentra bajo la figura de arresto domiciliario desde el cuatro de agosto pasado. Estuvo en la Curia Episcopal hasta que ordenaron su traslado a Managua el 19 de ese mes, luego de un asalto policial. El obispo Báez ha condenado desde el exilio la actuación contra Álvarez.
Otros sacerdotes se encuentran también en el exilio, o han informado que la dictadura les negó la entrada a Nicaragua.
Báez rezará por liberación de presos políticos
El obispo auxiliar de Managua convocó a rezar el próximo 20 de diciembre de 2022 un rosario por Nicaragua, por el país y la Iglesia, en el cual pedirán por la liberación de todos los presos políticos, según publicó en su cuenta de Twitter.
Los invito a rezar juntos el rosario por Nicaragua este 20 de diciembre: por el país y por la Iglesia, por la liberación de Mons. R. Álvarez, los sacerdotes detenidos y todos los presos políticos. Santa Agatha, Miami. FacebookLive.
⏰ 8 p.m. (Miami)
7 p.m. (Nicaragua) pic.twitter.com/BIEygtWwEc— Silvio José Báez (@silviojbaez) December 18, 2022
En Nicaragua otros 12 religiosos fueron encarcelados, entre ellos tres sacerdotes, dos seminaristas, y un laico que se mantuvieron en oración con Álvarez, acompañándolo, mientras las tropas especiales los rodeaban en la Curia en agosto.
También: Bianca Jagger cuestiona el silencio de la Iglesia ante el caso del Obispo Álvarez
En junio, las autoridades encarcelaron al sacerdote Manuel García, de Nandaime, acusado de agredir a una mujer; al mes siguiente a monseñor Leonardo Urbina, a quien condenaron por abuso sexual; y a Oscar Benavidez, párroco radicado en Mulukukú, a quien secuestraron en agosto.
El ejecutivo ha cerrado emisoras católicas, profanado iglesias y expulsó en julio pasado a 18 monjas de la orden Misioneras de la Caridad en su cruzada contra la Iglesia, mientras en la propaganda oficial vende a su gobierno como “cristiano, socialista y solidario”.
El papa reveló también en su entrevista con ABC que firmó su renuncia, en caso de impedimento médico y se la entregó a Tarcisio Bertone, cuando aquel se desempeñaba como secretario de Estado. El cardenal argentino Mario Bergoglio fue elegido pontífice el 13 de marzo de 2013 y asumió el nombre de Francisco.
Más condenas a persecución religiosa
El pasado 16 de diciembre, el obispo David J. Malloy, de Rockford, presidente de los Obispos de Estados Unidos para la justicia y paz internacional, llamó a la restauración de la libertad religiosa y los derechos humanos en Nicaragua, luego de la acusación formal del Estado contra monseñor Álvarez.
"Hago un llamado al gobierno de los Estados Unidos y a la comunidad internacional para que busquen la liberación inmediata del obispo Álvarez, la restauración de la libertad religiosa y las garantías de los derechos humanos, e inicien un proceso de restauración del orden democrático y el estado de derecho en Nicaragua", afirmó Malloy en un comunicado.
El religioso estadounidense recordó que su predecesor, el arzobispo Timothy P. Broglio, viajó a Nicaragua en 2018 para expresar su solidaridad a los obispos desde "la sangrienta represión de manifestantes pacíficos".
