10 de marzo 2023
El papa Francisco calificó como una “dictadura hitleriana” al régimen sandinista en Nicaragua, de cuyo máximo dirigente, Daniel Ortega, opinó —“con mucho respeto”— que padece “un desequilibrio” mental. A la par, elogió al obispo encarcelado Rolando Álvarez, de quien aseguró: “Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio”.
En una extensa entrevista con el medio argentino Infobae, el sumo pontífice se refirió, por primera vez, en fuertes términos sobre la situación en Nicaragua. Postura que muchos sectores nicaragüenses han demandado al santo padre.
El periodista Daniel Hadad, fundador de Infobae, le preguntó al papa qué pensaba sobre los ataques de Ortega a la Iglesia católica, y Francisco contestó: “con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige (Daniel Ortega)”.
Durante la conmemoración del 89 aniversario de la muerte de Augusto C. Sandino, a finales de febrero pasado, el caudillo sandinista calificó a los curas, obispos y papas como “una mafia” que no representan los principios de Dios ni los de Cristo.
“¿Quién elige al papa? ¿Cuántos votos consigue el Papa entre lo que es el pueblo cristiano? Si vamos a hablar de democracia el pueblo debería elegir en primer lugar a los curas del pueblo (...) que sea el pueblo el que decida y no la mafia que está organizada en el Vaticano”, dijo Ortega.
Segunda vez que los comparan con nazis
Además, Ortega ha llamado “terroristas” y “golpistas” a los obispos nicaragüenses, a quienes también ha acusado —sin pruebas— de ser cómplices de fuerzas internas y de grupos internacionales que, a su juicio, “actúan en Nicaragua para derrocarlo”.
La Policía Nacional, cuyo jefe supremo es Ortega, prohibió a la Iglesia católica nicaragüense celebrar las procesiones de viacrusis durante la Cuaresma y la Semana Santa de 2023.
Para Jorge Mario Bergoglio, la situación en Nicaragua “es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera traer la dictadura (rusa) comunista de 1917 o la hitleriana (nazi) del 35, traer aquí las mismas”.
“Son un tipo de dictaduras groseras. O, para usar una distinción linda de Argentina, guarangas”, añadió el papa.
Esta es la segunda ocasión, en dos semanas, que la dictadura de orteguista ha sido comparada con el nacismo alemán. El pasado 2 de marzo, el jurista alemán Jan-Michael Simon, presidente del Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua (GHREN), señaló que las tácticas de Ortega y Murillo, para mantenerse en el poder desde 2018, eran como las que se analizaron durante los juicios de Núremberg —entre 1945 y 1946—, en los que se condenaron a funcionarios y colaboradores del genocida Adolf Hitler.
“El armamentismo del sistema de justicia contra los opositores políticos, como se hace en Nicaragua, es exactamente lo que hizo el régimen nazi”, destacó Simon en una conferencia de prensa, luego de presentar un informe que concluyó que Ortega y Rosario Murillo dirigieron la maquinaria represiva que ha cometido crímenes de lesa humanidad contra los nicaragüenses, desde 2018 hasta la fecha.
Elogios al obispo Rolando Álvarez
“Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio”, subrayó el santo padre en referencia a monseñor Rolando José Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí.
Álvarez fue confinado a una celda de máxima seguridad en el sistema penitenciario de La Modelo, en Managua, e ilegalmente condenado a 26 años y cuatro meses de cárcel por supuestos delitos considerados “traición a la patria”, luego que se negó a ser desterrado.
Monseñor rechazó subirse al avión que lo llevaría, junto con otros 222 excarcelados políticos nicaragüenses, todos opositores, hacia Estados Unidos, lo que provocó la furia de Ortega, que lo tachó de “soberbio”, “desquiciado” y “energúmeno”.
La última vez que Bergoglio se refirió sobre Nicaragua fue para lamentar la condena contra el líder religioso nicaragüense, un reconocido crítico de Ortega y Murillo.
“Las noticias que llegan desde Nicaragua me han dolido no poco, y no puedo no recordar con preocupación al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, a quien quiero mucho, condenado a 26 años de cárcel y también a las personas que han sido deportadas a Estados Unidos”, dijo el papa Francisco tras el Ángelus dominical del 12 de febrero.
Cambio de régimen en Venezuela
Durante la conversación, Francisco también fue consultado sobre la situación política en Venezuela y constató su confianza en que pueda haber un cambio de régimen.
“Pienso que sí. Pienso que sí porque son las circunstancias históricas las que van a obligar a cambiar el modo de diálogo que tienen. Pienso que sí, o sea, nunca cierro la puerta a posibles soluciones. Al contrario, la fomento”, suscribió el sumo pontífice.
El papa Francisco, de 86 años, cumplirá el próximo lunes diez años al frente de la Iglesia católica, un período en el que ha centrado sus esfuerzos en reformar la Santa Sede para hacerla más transparente y efectiva, no sin la oposición de los sectores más conservadores del Vaticano.
*Con información de Efe