8 de marzo 2017
El Centro Humboldt y Fundación del Río presentaron los resultados de la evaluación de daños socioambientales ocasionados por el huracán Otto. El ciclón afectó principalmente la zona sureste de Nicaragua en noviembre del año pasado. La trayectoria del huracán Otto causó mayor daño en el Refugio de Vida Silvestre Río San Juan y la Reserva Biológica Indio Maíz. En el primer sitio, el total del hectáreas afectadas fue de 23 986 y en el otro punto, fue de 166 792.
“Es importante señalar que las afectaciones fueron con distintos grados de impacto. En porcentaje, la Reserva Biológica Indio Maíz, fue afectada en un 60 por ciento”, mencionó Amaru Ruiz, coordinador de Fundación del Río.
Los daños con mayor intensidad se manifestaron a partir del punto de entrada del huracán al territorio nicaragüense. En Indio Maíz el impacto fue mayor en intensidad y extensión. También se vio afectado el Refugio de Vida Silvestre Los Guatuzos con 38 420 hectáreas y el Monumento Nacional Archipiélago de Solentiname con 5 433.
Otto dejó a su paso 827 viviendas afectadas en el municipio de Bluefields y San Juan de Nicaragua. De estas 707 tuvieron daños parciales y diez quedaron totalmente destruidas. También afectó ocho centros educativos en El Castillo y San Juan de Nicaragua, y dos centros de salud, en estos mismos municipios.
“Las zonas rurales quedaron desprotegidas, creemos que existe un déficit de atención a estas poblaciones de parte del gobierno. Respecto al tema ambiental supimos que el Estados hizo un reconocimiento en la zona que arrojó un informe escueto, que no estuvo a tono con lo que ocurrió”, afirmó Campos.
Gobierno ausente
Respecto al tema de la deforestación en la zona y la extracción de madera de la Reserva Indio Maíz, el director del Centro Humboldt, explicó que pudieron observar buena cantidad de terreno donde se ha despalado el bosque. También aseguró que no tienen información acerca de si el gobierno está tomando acciones para evitar el deterioro ambiental que ocurre cuando esta madera es removida.
“Estamos hablando de bosque que se regenera con el paso del tiempo, que no hay necesidad de retirar”, destacó Campos.
Para Ruiz es complicado saber en cuánto tiempo podría desaparecer la reserva, de seguir con la extracción de madera, las invasiones o la ganadería extensiva. El coordinador de Fundación del Río, explicó que con las valoraciones realizadas en el informe, se muestran muchos más riesgos para procesos de intervención de colonos y el aumento de incendios forestales.
El último incendio en la zona se registró hace cinco días entre Hallover y Corn River. En un momento las llamas se controlaron de forma natural, sin embargo, comunitarios aseguraron a Confidencial que este se reactivó, avanzando tres kilómetros y quemando alrededor de cien hectáreas de bosque.
Los comunitarios de la zona se están organizando por su cuenta para intentar contener el incendio, no obstante, necesitan apoyo de las autoridades para ir a la zona.
“El sistema de prevención no reporta nada sobre los incendios forestales, y es preocupante porque podría acelerar los procesos de deforestación. Tenemos que actuar en función de prevenir los procesos de invasión y el aumento de deterioro de esas áreas”, reafirmó Ruiz.
Para la realización del informe, el Centro Humboldt y Fundación del Río, realizaron en siete parcelas un muestreo en el que registraron 231 árboles, de ellos el 35.5 por ciento estaban vivos y el 64.5 por ciento muertos.
Como recomendación, el informe indica que no se debe autorizar el aprovechamiento de madera afectada por el huracán para uso comercial en las áreas afectadas, principalmente en zonas protegidas. También se debe mejorar los niveles de preparación ante este tipo de fenómenos, por partes de las autoridades nacionales, municipales y poblaciones locales.
“Hay denuncias de extracción forestal de empresarios con la vista de varias instituciones, esa es una información que se maneja en las comunidades”, confesó Ruiz.