17 de agosto 2023
La confiscación de la Universidad Centroamericana (UCA) es percibida por el especialista en Educación, Ernesto Medina, como "el golpe final" que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo venía planificando desde 2018. Pues, a su juicio, esta acción "irracional" es una forma de "castigo" a la UCA por haber acuerpado a sus estudiantes cuando protestaron en contra del régimen.
Para Medina, el cierre masivo de universidades privadas que el régimen ejecutó en el último año y medio "siempre tuvo como objetivo la UCA", que es considerada la mejor universidad del país, con una trayectoria de 63 años.
El régimen esperó cinco años para cerrar la UCA "porque eso significaba muchos problemas", advierte el especialista. En este caso "no podían argumentar cuestiones de tipo académico o de calidad", como lo hicieron con las otras universidades. Pues eso "iba a marcar para siempre" al Consejo Nacional de Universidades (CNU) y el Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación (CNEA), que se han convertido en los verdugos de las universidades.
"Ellos han sopesado esto y al final dieron un paso donde a la UCA no le quedaba más que cerrar. Van a argumentar ahora de que están aplicando lo que una jueza ha dictado, pero que inmediatamente ellos van a poner en marcha sus mecanismos de continuidad de estudios y que nadie debería estar preocupado por la continuidad de sus estudios", dijo Medina durante una entrevista al programa Esta Noche.
De hecho, horas después que la UCA confirmó la confiscación de sus instalaciones, el CNU salió al paso con un comunicado en el que afirma que garantizará "la continuidad educativa de los estudiantes de grado y posgrado" de la que llamó "extinta Universidad Centroamericana".
Universidad no volvería a ser la misma
Sin embargo, el especialista valora que los argumentos utilizados por la justicia orteguista, que entre otras cosas indica que la UCA sirvió como un centro de terrorismo, están dirigidos a acabar con el espíritu de esa universidad. Por lo que difícilmente volverá a ser la misma alma mater.
"La UCA, si acaso funciona, no va a tener nada que ver con la UCA que dio pie a que se tome esta decisión, porque ellos (el régimen) lo que están castigando es el fantasma de una universidad que supuestamente movilizó a sus estudiantes para protestar y que estuvieron a punto de derrocar al Gobierno", comentó.
Por otro lado, el CNU nombrará nuevas autoridades adeptas al régimen y "seguramente van a llegar con una lista para ver si todavía quedan por ahí muchachos que estuvieron activos en las protestas", advirtió Medina. Además, "con el grado de arbitrariedad que hay en Nicaragua, cualquiera puede sentirse amenazado, cualquiera que fue a una marcha o que saludó a uno que estuvo en la marcha se vuelve sospechoso y lo va a pasar difícil", agregó.
Sobre los señalamientos contra la UCA y sus directivos, Medina valora que "nadie cree que eso sea cierto", ya que "si ellos (el régimen) tenían pruebas de que en la UCA se prepararon acciones para desestabilizar al Gobierno inmediatamente la hubieran intervenido" y no hubiesen "tenido que pensar qué hacer con la UCA, porque no pueden utilizar los argumentos falaces que han utilizado con las otras universidades".
"Acusar ahora, después de cinco años, a funcionarios de la Universidad Centroamericana y a la universidad de terrorismo, es una soberana locura que tarde o temprano les va estallar en la cabeza", subrayó.
No les interesa la calidad educativa
Para el especialista, la confiscación de la UCA también puede considerarse "una tragedia" para Nicaragua, puesto que con la universidad desaparecen el Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica (IHNCA), el Instituto de Biología Molecular y otros centros e iniciativas que funcionaban desde esa casa de estudios superiores.
"A ellos no les importa nada de eso y tampoco tienen gente calificada para manejar ninguno de esos centros, que son unos centros de una excelencia académica que no cualquiera lo puede manejar", comentó el especialista.
Además, estos centros servían de modelo para las universidades que querían realmente tomar en serio su trabajo. "Si querían investigar, ahí tenían centros que les podían servir de modelo, si querían formar gente, allí se podían formar", subrayó.