24 de enero 2022
La familia de la presa política Tamara Dávila describe como “devastador” escucharla decir: “No puedo seguir viviendo sin mi hija”, ya que —al igual que ella— su hija de cinco años está sufriendo por su ausencia.
“Tamara sigue en una celda en solitario, en una celda empernada, en donde su único contacto es cuando de repente le pasan la comida y levantan la rejilla y ve el pedacito de cielo sin techo”, puntualizó su hermana Ana Lucía Álvarez. Quien agregó que, después de 224 días de encierro, finalmente la Policía permitió que le dejaran “una colcha para el frío”.
Familiares de los presos políticos encerrados en El Chipote, señalan que por primera vez desde que sus parientes fueron capturados —entre junio y noviembre de 2021— se les permitió visitarlos en un periodo menor a treinta días. Visitas que se realizaron por grupos, este fin de semana, y en donde constataron que persisten las malas condiciones carcelarias. Algunos reos, como Tamara, se encuentran muy afectados física y emocionalmente.
Victoria Cárdenas, esposa del preso político Juan Sebastián Chamorro, señaló que él se encuentra “fuerte espiritualmente, ganó un par de libras (desde la última visita) y está un poco menos pálido”; sin embargo, advirtió persiste el aislamiento, los interrogatorios diarios, las luces encendidas 24 horas al día, la falta de exposición solar, ausencia de materiales de lectura y falta de acceso a ropa de cama.
“Sigo sumamente preocupada por su salud no solo física sino emocional, porque ya son más de siete meses de estar detenido arbitrariamente en las condiciones tan deplorables en que se encuentra, él y el resto de presos políticos injustamente encarcelados”, expresó Cárdenas.
El mensaje desde la cárcel
Mientras tanto, Bertha Valle, esposa del preso político Félix Maradiaga, relató que las condiciones en la prisión siguen siendo las mismas a excepción de que la cantidad y calidad de la comida ha mejorado "un poquito".
Asimismo transmitió un mensaje que su esposo envió desde la cárcel. "Mis principios y pensamientos siguen firmes, todas las pruebas por muy duras que sean son para bien y tienen un propósito. Por eso desde mi condición de prisionero de conciencia anhelo que ningún nicaragüense sea privado de su libertad por pensar diferente", habría dicho Maradiaga a la persona que lo visitó en El Chipote.
Al igual que Maradiaga, la presa política Ana Margarita Vijil, quien se encuentra aislada desde hace siete meses, aprovechó la visita de su madre, María Josefina Gurdián, para enviar el siguiente mensaje: "Hoy es 22 de enero, día en que conmemoramos una masacre en tiempos de la dictadura de los Somoza. Todas las dictaduras son iguales en todos los países y en todos los tiempos. Con la dictadura actual hemos sufrido también masacres, cárceles, persecución y destierro. Por ese motivo no puede haber en Nicaragua ‘borrón y cuenta nueva’. Nunca olvidaremos a los asesinados, y cuenta nueva habrá hasta que haya justicia sin impunidad".
A Cesar Dubois, esposo de Suyén Barahona, se le quiebra la voz al relatar que “a pesar de las terribles condiciones” en que se encuentra su esposa, ella siempre repite que “esta injusticia, los abusos que ha sufrido, fortalecen su espíritu y pide la libertad para todos los presos políticos y la libertada para toda Nicaragua”. En la cárcel “ellos (los presos políticos) están todos unidos, ellos son de mucha solidaridad, aún en esas condiciones difíciles están tratando de superar las dificultades”, agregó.
Fernanda Guevara, esposa del preso político Róger Reyes, valoró que durante la visita —que duró dos horas— su esposo intentaba “mostrarse fuerte”. Sin embargo, ella estima que “no está bien” puesto que, al igual que en la visita anterior, no quería conversar sobre su hija “porque era como tocarle la herida”.
También la familia del preso político, Medardo Mairena, expresó —a través de las redes sociales— que “a pesar que los interrogatorios continúan, a pesar que se mantiene físicamente muy delgado y sigue desconectado por completo de lo que ocurre afuera, se sostiene con el espíritu en alto”.
Juicios siguen suspendidos
Además de las pésimas condiciones carcelarias en que se encuentran los reos de conciencia, los juicios en su contra están suspendidos indefinidamente, solo han visto a sus abogados durante la audiencia inicial y están detenidos indefinidamente. En los interrogatorios diarios “nunca han estado presentes sus abogados, lo cual es totalmente ilegal, viola el debido proceso y crea incertidumbre por no saber cuánto tiempo más estarán encerrados”, señaló Victoria Cárdenas.
En este momento “nuestros familiares presos políticos están en un estado de indefensión”, enfatizó Ana Lucía Álvarez. Los juicios “llevan más de tres meses detenidos con una excusa absurda de que (los jueces) tienen demasiado trabajo, pues si tienen demasiado trabajo el Estado tiene que garantizar la cantidad necesaria de funcionarios públicos para que atiendan los casos”, agregó.
Por su parte, Bertha Valle, enfatizó que los familiares de los reos de conciencia continuarán con su demanda de “liberación inmediata, incondicional y con garantías”. Sin embargo, "vemos que el sistema de justicia (nicaragüense) está siendo utilizado para torturar a las personas, al negarles su libertad bajo una interpretación de las leyes a su conveniencia", agregó.
Además, valoró Cárdenas, “las vidas de estas personas están en riesgo cada minuto que pasan en esas celdas, en las condiciones tan horrorosas en que se encuentran. Yo no sé cómo lo hacen, de dónde sacan la fuerza, la fortaleza para levantarse y mantenerse resistiendo día a día”.
Nicaragua cerró el 2021 con 170 presos políticos, según informó el Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas, cuyos datos son avalados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). De esta cifra 46 personas fueron arrestadas entre el 28 de mayo y el 22 de noviembre.
En la lista de presos políticos hay siete que eran aspirantes a la presidencia, dos exvicecancilleres, dos históricos exguerrilleros sandinistas disidentes, un dirigente empresarial, un banquero, una ex primera dama, cinco dirigentes opositores, un periodista, y dos líderes estudiantiles.
Un total de 30 presos políticos están más expuestos a “malos tratos o torturas”, denunció esa organización. Estos ciudadanos “se encuentran en condiciones de reclusiones distintas o discriminatorias, bajo las cuales suelen ser sometidos a un mayor número de incidentes de malos tratos o torturas”, indicó el Mecanismo, en su último informe.