25 de julio 2020
Un grupo de 28 organizaciones de la sociedad civil de Nicaragua lanzó este viernes un S.O.S. a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que active la responsabilidad de proteger, evitar genocidios, limpiezas étnicas, crímenes de lesa humanidad o de guerra en el país centroamericano.
Las organizaciones, lideradas por movimientos que aglutinan a familiares y víctimas de la crisis sociopolítica de Nicaragua, emitieron el llamado urgente en medio de dos semanas en las que han sido asesinados opositores, indígenas y campesinos, tres de los grupos con más víctimas mortales desde el estallido social contra el presidente Daniel Ortega, en abril de 2018, que el Gobierno contuvo con ataques armados.
"Lanzamos al mundo un S.O.S. para activar la responsabilidad para proteger que tiene las Naciones Unidas, y que la OEA (Organización de los Estados Americanos), en su Asamblea General del mes de octubre, desconozca a este régimen por su uso ilegítimo del poder", indicaron las organizaciones.
La sociedad civil solicitó a los países del mundo continuar con la aplicación de sanciones individuales a funcionarios que han cometido violaciones de Derechos Humanos en Nicaragua, tal como ya lo han hecho Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Suiza y la Unión Europea.
Sanciones de este tipo están entre las acciones a las que pueden recurrir los países cuando activan la responsabilidad para proteger.
Estados Unidos ha aplicado sanciones específicas a más de 20 funcionarios, empresarios, negocios y familiares de Ortega, por "graves" o "serias" violaciones a los derechos humanos, entre quienes se incluye su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, tres de sus hijos, y su consuegro, el director de la Policía, Francisco Díaz.
Canadá y los países europeos se han sumado parcialmente a esas sanciones.
"Llamamos al regreso de los organismos internacionales de derechos humanos al país, a la presencia de la OMS/OPS, y a la libertad inmediata de los más de 93 presas y presos políticos", destacaron las organizaciones.
La petición de la presencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se debe a que las organizaciones de la sociedad civil, médicos, científicos y opositores consideran que el Gobierno de Nicaragua no está manejando bien la pandemia de COVID-19 y que oculta las cifras reales.
Aunque la esperanza de dichos sectores sociales es sacar del poder a Ortega a través de elecciones, las organizaciones firmantes advirtieron que el presidente posiblemente está interesado en evitar que estas, programadas para el 7 de noviembre de 2021, finalmente ocurran.
La crisis de Nicaragua ha dejado cientos de muertos, presos o desaparecidos, y decenas de miles en el exilio.
Nicaragua no vivía una crisis similar desde la década de 1980, también con Ortega como presidente