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Operativo policial decomisa donaciones contra el hambre

Productores de Nueva Guinea denuncian detención arbitraria de cuatro camiones con alimentos para los pobladores del Corredor Seco

Una patrulla de la Policía Nacional resguarda los camiones con alimentos decomisados por el Gobierno. Cortesía | Confidencial.

Cinthia Membreño

20 de octubre 2015

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Centenares de campesinos de Nueva Segovia regresaron a sus casas con las manos vacías la tarde del lunes, después que la Policía Nacional detuviera cuatro camiones que transportaban alimentos donados desde Nueva Guinea, denunciaron agricultores de la zona. Un destacamento policial decomisó los vehículos con 800 quintales de productos, sin dar mayor explicación sobre el lugar donde los llevarían.

Francisca Ramírez, vice-coordinadora del Consejo Nacional por la Defensa de la Tierra, el Lago y la Soberanía Nacional, explicó que un grupo de las comunidades de Punta Gorda, El Tule y la Fonseca, decidió donar maíz, frijoles, quequisque, yuca, plátano, banano, queso y cuajada para ayudar a mitigar el hambre en el Corredor Seco. Las familias que se beneficiarían por la donación residen en municipios del departamento de Nueva Segovia, entre ellos Santa María, Macuelizo, Mozonte y Ciudad Antigua.

De acuerdo a Ramírez, esta no era la primera vez que hacían este acto de solidaridad. Para el paso del Huracán Mitch, en Octubre de 1998, trasladaron camiones con alimentos desde Nueva Guinea hacia el Norte, para ayudar a los damnificados. Sólo que aquella vez, contaron con el apoyo del gobierno de turno, explicó.

Sorpresivo decomiso


La líder comunitaria relató que a eso de las siete de la mañana del lunes, un grupo de 42 campesinos de Nueva Guinea se encontraban en las inmediaciones del Hotel Frontera, ubicado en la ciudad de Ocotal, discutiendo cómo se repartirían el traslado de los víveres, cuando fueron rodeados por seis vehículos de la Policía, que les impidieron movilizarse.

“Un comisionado nos pidió presentar permisos del MAGFOR y del MINSA para trasladar víveres. Nos dijeron que no teníamos derecho de donar alimentos a nadie. Pero nosotros somos comerciantes, trasladamos este mismo producto (por el país) y nunca nos habían puesto este tipo de trabas para hacerlo”, expresó.

Según Ramírez, unos cincuenta policías se presentaron en el lugar, seguidos por un grupo de antimotines y miembros de Ejército quienes cerraron el acceso a las comunidades donde los campesinos del sur tenían previsto entregar los alimentos. La líder comunitaria indicó que mientras esto sucedía, campesinos de los alrededores de Ocotal se acercaron para rogar que les entregaran las donaciones, pero la Policía se los impidió.

Francisca Ramírez indicó que hubo un forcejeo para conseguir comida. “No tuvimos acceso de preguntar nada porque lo que nos volaban eran culatazos. No teníamos acceso a nada y tampoco pudimos preguntar qué pasaría con los camiones de alimentos".

Un poblador del Norte agregó que, entre los afectados hay sandinistas, liberales, católicos y evangélicos por igual. “La sequía afectó parejo, el hambre está pareja para todos”, aseveró.

“Lloré al ver la necesidad de la gente. Llegaron personas que nos pedían que bajáramos algunas bolsitas (de los camiones), nosotros les pedíamos permiso a los policías. Les arrojamos bolsas con aceite, azúcar y arroz a algunos, pero fueron agredidos por los policías. La gente lloraba porque querían que les diéramos algo, pero fue imposible (…) Hay gente en esas comunidades que no prende ni el fuego porque no tiene cómo comer, porque perdieron su producción y no tienen nada”, lamentó la líder del Consejo Nacional por la Defensa de la Tierra.

De acuerdo a Ramírez, la Policía Nacional se llevó los vehículos a un destino desconocido por los campesinos, no sin antes bajar a los ayudantes y exigir a los conductores que manejaran para la institución. “Los camiones van custodiados por los policías. Son tres camiones cargadísimos de comida. No sabemos para dónde van porque no dejan que los choferes atiendan sus celulares. Va un policía en la cabina, vigilando a los conductores, además de una camioneta de la policía atrás y otra adelante”, dijo.

Gobierno centraliza en Sinapred

En un escueto comunicado que la Primera Dama hizo circular entre las entidades del gobierno el lunes por la tarde, el codiretor del Sistema Nacional para Prevención, Atención y Mitigación de Desastre, Guillermo González, se arrogó la facultad de centralizar las donaciones de alimentos hacia la población.

El comunicado indica que “toda ayuda que se quiera hacer llegar a las personas y familias afectadas por alguna situación, debe ser canalizada por el SINAPRED, en especial cuando se trata de alimentos”. Según el Estado, esto permitiría “reducir los riesgos” de cualquier afectación secundaria del consumo de los mismos.

Sin embargo, hasta ahora el gobierno se ha negado a declarar una situación de desastre o emergencia, y Sinapred no presentó ningún sustento legal para justificar su intervención en el control de las donaciones y acciones de solidaridad. El gobierno no brindó mayores detalles sobre la detención y decomisación de la donación.

Indignación en Ciudad Antigua

Un poblador de la comunidad El Carrizal aseguró vía telefónica que unas 300 familias de 18 comarcas viajaron hasta el casco urbano, en Ciudad Antigua, para esperar el camión que les llevaría comida. Los campesinos del sur del país habían acordado entregar los víveres frente a la Iglesia Católica, pero el vehículo nunca arribó. En la zona las cosechas de maíz y frijoles se perdieron por falta de lluvia, y la de café fue escasa.

¨La gente no tiene trabajo ni qué comer en sus casas. Aquí andan ancianos, niños, jóvenes. Todos querían llevar su paquetito de comida, pero ya no hay esperanza”, lamentó el poblador, quien no quiso ser identificado. Lo que sí explicó es que la donación estaba programada para cubrir las necesidades alimenticias de sus coterráneos hasta, por lo menos, la segunda semana de Noviembre, un período que los agricultores llaman “salida de la postrera”.

La policía de los municipios de Ciudad Antigua y San Fernando colocaron “tranques” en el empalque que conecta ambos municipios con la ciudad de Ocotal. “La policía la mandó a decir al alcalde que no estuviera bajando gente de las comunidades, porque las iba a exponer a los golpes de los antimotines”, recordó.

De acuerdo al poblador, las comunidades del municipio se ven afectadas por tratos preferenciales por parte del gobierno de Daniel Ortega. “El problema es que la alcaldía está en manos del PLI. El Estado no envía ningún tipo de alimentos aquí, este es un municipio muy pobre, y la alcaldía no tiene condiciones para cubrir el paquete alimenticio a todas estas familias”, denunció.

Henry Quiñonez, alcalde de Ciudad Antigua por parte del Partido Liberal Independiente, confirmó vía telefónica que los alimentos no lograron llegar a su municipio y aseguró que los campesinos de la zona estaban molestos por el comportamiento de la Policía Nacional. Tanto la población como el edil exigen que la institución brinde una explicación sobre lo sucedido, y sobre el paradero de los camiones y los alimentos.

Quiñonez indicó que, en un principio, pensó que la detención de los cuatro camiones obedecía a una revisión de rutina. “Es lamentable que la Policía se preste a paralizar este tipo de entrega. Como gobierno municipal, repudiamos la situación que provocó la institución. Estamos seguros que ellos (los campesinos de Nueva Guinea) no estaban cometiendo ningún delito. Si el delito es ayudar a los necesitados, estaríamos en una situación lamentable”, observó.

El alcalde coincidió con Francisca Ramírez al advertir que los choferes de los camiones fueron custiodiados por la Policía. “No sabemos si el transporte será retenido en otro departamento o los meterán a la cárcel, indicó Quiñonez. En cualquier caso, advirtió que los pobladores de las comarcas están dispuestos a hacer un paro en el empalme que conecta a Ciudad Antigua con Ocotal para exigir la entrega de las donaciones en los próximos días.

De igual manera, denunció que la poca ayuda que llega a la región por parte del Estado no se coordina con los gobiernos municipales, sino a través de los secretarios políticos del Frente Sandinista. “Cuando vienen a dejar paquetes de comida, politizan la acción y la reparten entre quienes tienen afiliación con el partido”, lamentó.

Al cierre de esta edición, Francisca Ramírez, de Nueva Guinea, informó que los campesinos habían interceptado los camiones decomisados por la Policía en el empalme de Darío, en la carretera Panamericana. La líder comunitaria explicó que los productores se montaron nuevamente a los camiones, pero los oficiales los habrían bajado de los vehículos. “Les pregunté para dónde se llevaban los camiones y qué pensaban hacer con ellos, pero no nos contestaron nada”, denunció Ramírez, preocupada por el paradero de los alimentos.


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Cinthia Membreño

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