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Nicas en campos de España: humillados y mal pagados

Diario El País publica los relatos de cinco migrantes nicaragüenses que sufren de explotación laboral en los campos de Murcia, en el sureste español

Redacción Confidencial

11 de agosto 2020

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El maltrato, la humillación y los abusos laborales que sufrió Eleazar Blandón Herrera, de 42 años, no es una situación excepcional o un caso aislado entre la comunidad migrante nicaragüense que trabaja en los campos españoles. El diario El País publicó un amplio reportaje, donde cinco nicas relatan las condiciones de explotación laboral que soportan en las plantaciones de Murcia, al sureste de España.

Blandón murió, el pasado 01 de agosto, de un golpe de calor, tras una extenuante jornada en plantación de sandías en Lorca, Murcia. El fallecimiento del jinotegano ha puesto en la palestra pública los casos de casi esclavitud que viven muchos migrantes, en su mayoría sin papeles.

“Un día sentí mucho cansancio, me dolía el pecho y tenía mucha sed. Nadie me auxilió y yo no pedí ayuda. Esperé a que me pasara porque lo primero que hubiesen hecho sería mandarme a la furgoneta a esperar, que es lo que hacen siempre”, contó una nicaragüense, de 31 años, identificada como “Valeria”.

Sin permiso a tomar agua

“Si tomas agua muy seguido te llaman la atención. Un día estaba deshierbando y el sol estaba muy fuerte. Teníamos el agua retirada a la sombra, entonces yo trabajaba un rato e iba y venía. Cuando bebí tres veces el jefe me preguntó que por qué bebía tanto, que me estaba pagando por horas”, narró otro de los nicas, identificado como “Carlos”, de 32 años.


Sobre el tema del agua, “Valeria” señaló que los trabajadores no pueden cargar con botellas de agua propias. “Usamos un bidón que llevan en el tractor, pero es agua cocida. Apenas me mojo los labios porque no se puede beber de lo caliente que está”.

La ministra española de Trabajo, Yolanda Díaz, ha descrito como “deplorables” las condiciones de trabajo de Blandón. La jornada laboral del migrante nicaragüense “se extendió desde las siete de la mañana hasta las 14 horas (dos de la tarde) y luego se prolongó en la recolección de melones en una finca adyacente hasta largas horas de la tarde a una temperatura de 44 grados sin ningún tipo de protección”.

Según el parte médico, el jinotegano murió de una “parada cardiorrespiratoria”. Blandón fue abandonado por su empleador —un empresario ecuatoriano de 50 años— en las puertas de un centro de salud de Lorca; de ahí fue trasladado a un hospital, pero llegó sin pulso.

Mal pagados y estafados

Los nicas saben que son explotados laboralmente, pero temen reclamar porque ninguno tiene en regla sus documentos de residencia en España. Ganan menos que el salario mínimo en el campo, además a sus pagos totales les deben descontar el transporte hasta las plantaciones y los descansos. “Mejor esto que nada”, le dijo resignada “Valeria”, a la periodista María Martín, quien escribió el reportaje y a cubierto desde un principio el caso de Blandón.

“Luis”, nicaragüense y de 31 años, detalló que ha sido estafado por tres empleadores. “Empecé cortando brócoli a destajo, nos pagaban a seis euros el palé. Trabajaba 10 horas al día con sol o con lluvia y entrenado para no orinar porque no podíamos perder tiempo”.

“Nosotros apuntábamos todo en una libreta —prosiguió Luis—, pero nunca salía la misma cuenta que tenía el capataz. Trabajé dos meses en eso. El primer mes eran 600 euros y me pagó 400. Y el segundo, yo había apuntado 1200 y me dio 600 euros”.

Sueñan con volver

Eleazar Blandón llegó a España en octubre de 2019. Pretendía trabajar, ahorrar, y volver a Jinotega para abrir un negocio. Sin embargo, la pandemia de la covid-19, trastocó sus planes: perdió un trabajó como repartidor de agua y retrasó su proceso de asilo.

Ante esta situación, la madre de Blandón reunió dinero para comprarle el boleto de avión de regreso. Estaba previsto que volviera en octubre próximo, pero se fue a trabajar a los campos de Lorca, para sobrevivir los últimos meses y pagarse la prueba de covid-19, un requisito del Gobierno para ingresar a Nicaragua.

Ana Blandón, hermana de Eleazar y también migrante en España, ha relatado a medios españoles que Eleazar un día la llamó llorando y le contó las penurias que pasaba. “‘Aquí a uno le humillan’, me dijo. ‘Me llaman burro, me gritan, me dicen que soy lento. Te tiran el polvo en la cara cuando estás agachado. No estoy acostumbrado a que me traten así’”.

Santiago, de 22 años y otro de los nicas entrevistado por el prestigioso diario español, aseguró que ya tiene su boleto de regreso al país. Reconoció que la aventura española no ha sido tan buena como esperaba. “Hambre no pasamos (en Nicaragua), porque aunque sea comemos arroz. Pero en vez de mejorar mi vida, me tocó vender un anillo de oro de mi padre para pagar el alquiler y comprar comida”.


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Redacción Confidencial

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Confidencial es un diario digital nicaragüense, de formato multimedia, fundado por Carlos F. Chamorro en junio de 1996. Inició como un semanario impreso y hoy es un medio de referencia regional con información, análisis, entrevistas, perfiles, reportajes e investigaciones sobre Nicaragua, informando desde el exilio por la persecución política de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

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