28 de julio 2020
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El trece de julio le dieron “la mala noticia”. José Gaitán tenía más de cuatro días sobreviviendo en el puesto fronterizo Corinto, en Guatemala, junto a más de cuarenta nicaragüenses que también buscaban regresar al país. Sin embargo, resultar positivo a la prueba de covid-19 lo obligó a quedarse, al igual que otros ocho que tuvieron el mismo resultado.
El grupo con el que viajaba Gaitán partió hacia Nicaragua el dieciocho de julio. En total fueron 33 nicas que lograron volver a sus hogares, luego que la mayoría cumplía once días de aguantar sol o lluvia, hambre y sed por la tardía respuesta de la Embajada de Nicaragua en Guatemala. Los nueve que dieron positivo a covid tuvieron que retirarse del puesto fronterizo el 17 de julio, cuatro días después de conocer su resultado, en una ambulancia que los trasladó a una casa donde completarán una cuarentena obligatoria de 21 días.
Gaitán afirmó a CONFIDENCIAL que este 28 de julio cumplen doce días de cuarentena obligatoria en una casa ubicada en Puerto Barrio, a unos cuarenta minutos del puesto fronterizo de Guatemala con Honduras, que fue facilitada por una organización no gubernamental.
En doce días de cuarentena, los nueve varados aseguran que no se han complicado y pocos han presentado síntomas provocados por la covid-19.
“Es extraño, pero en mi caso no tuve ningún síntoma en estos doce días. La mayoría no presentó calenturas, ni tos, ni nada. Solo uno estuvo con tos y perdió el gusto, pero con tres días de tratamiento se le quitó”, detalla.
Gaitán, de diecinueve años, considera que la falta de síntomas -en caso que la prueba no haya sido errónea- se debe a que las personas que dieron positivo tienen edades que no están entre los grupos de mayor riesgo, pues oscilan entre cincuenta y veinte años, solo uno tienen 62.
Los nueve varados son parte de una congregación mormona y son originarios de Chinandega, Ciudad Sandino, Nagarote, Masaya y Juigalpa, pero se encontraban en Guatemala desde finales de febrero porque una organización no gubernamental los apoyó para ir a ese país a completar estudios técnicos, sin embargo, el avance de la covid-19 los encerró en el territorio guatemalteco.
“Nosotros venimos a Guatemala a estudiar, muchos hermanos vinieron a estudiar mecánica de motos y otros inglés, fue por estudios que nosotros venimos. En mi caso quería hacer estudios en inglés, la idea era aprender algo y regresar para buscar algún trabajo, pero ahora estamos en esta situación por la pandemia”, lamenta.
Nicaragua no dio respuesta
Gaitán explicó que la organización no gubernamental que los llevó a estudiar los cursos a Guatemala intentó hacer que regresaran al país, cuando comenzaban los cierres de fronteras. Sin embargo, no recibieron respuesta del Gobierno de Nicaragua.
“Nosotros intentamos seguir los estudios, pero luego salen hablando de posibles cierres de frontera, entonces, la fundación decidió contratar un avión privado para que nos llevaran a todos a nuestro país, porque éramos más de dos docenas de personas, pero el Gobierno de Nicaragua no les dio una respuesta”, señala.
El grupo fue asistido por la organización durante los más de tres meses que tuvieron que quedarse, les dieron comida y hogar. Sin embargo, muchos estaban desesperados por retornar ante la pandemia, por lo cual deciden unirse a un grupo que ya había partido a la frontera Corinto.
“Yo hice contacto con Sayra Laguna, comencé a escribirle por Facebook, me explicó cómo iba todo y entonces decidimos unirnos al grupo, aunque sabíamos que sería difícil cruzar, sin embargo, los resultados de las pruebas no nos permitieron regresar como a los demás”, lamenta.
Ahora los nueve nicaragüenses esperan terminar la cuarentena obligatoria y hacerse otra prueba de covid, para conocer si tienen resultados negativos, pues es un requisito para retornar al país.
“Nosotros esperamos no tener problemas, no tener ningún obstáculo. Creemos que Honduras nos tiene que dar la pasada porque íbamos en el grupo que ya retornó. No queremos estar otra vez varados en la frontera porque fueron días muy difíciles para todos, solo queremos volver con nuestras familias”, culminó.
Retorno es un "derecho"
La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (Oacnudh), a través de sus redes sociales, ha sido categórica al indicar que “toda persona tiene derecho a regresar a su país de origen, incluso durante la pandemia”.
Sin embargo, el régimen de Daniel Ortega ha obstaculizado el retorno de los nicaragüenses. El grupo que viajaba con Gaitán tuvo que esperar más de una semana para que la Embajada de Nicaragua en Guatemala les diera su anuencia ante el Gobierno de Honduras para retornar.
En virtud del derecho internacional, toda persona tiene derecho a regresar a su país de origen, incluso durante una pandemia - @mbachelet
Más información: https://t.co/jqzF3x3E4F pic.twitter.com/55pErpcq1N
— OACNUDH (@OACNUDH) July 27, 2020
Asimismo, en la frontera de Peñas Blancas, entre Nicaragua y Costa Rica, hay otro grupo de más de 500 nicaragüenses que piden volver a sus hogares, pero han tenido que dormir en el suelo, hacer sus necesidades fisiológicas en un solo sanitario y aguantar sol o lluvia por más de una semana ante la falta de respuesta del Gobierno de Nicaragua.
La alta comisionada Michelle Bachelt ha indicado que “cuando los migrantes desean regresar voluntariamente a sus hogares, los gobiernos tienen la obligación de recibirlos y de velar porque tengan acceso a la atención sanitaria y a otros derechos. Si los gobiernos no lo hacen colocan a los migrantes en situaciones de extrema vulnerabilidad, en particular durante la actual pandemia”.
